5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
samisén s. (1863-)
samisén, samicén, samisen, sámisen, samishen, samsien, samsin, sam-sin, samsín, shamisen
Etim. Voz tomada del francés samishen, atestiguada en esta lengua, al menos, desde 1862, en el artículo "La musique japonaise et chinoise" publicado en Le Magasin Pittoresque ("Les instruments sont nombreux. Nous remarquons parmi les principaux instruments de percussion, outre les cloches et clochettes, diverses sortes de tambours (kou): le pe-kou, petit tambour; le ta-kou, tambour de forma cylindrique; le hing-kou, tambour à pied ou à base; le lo ou gong, etc; [...] pour les instruments à cordes: le kin, qui a sept cordes en soie tendues sur une table, ce qui lui donne de loin, à première vue, l'apparence d'une de nos anciennes épinettes; le pepa, sorte de guitare; le san-heen ou samishen, guitare à trois cordes, dont le manche est très-long et le corps petit et rond; le yue-kin, guitare en forme de lune, à quatre doubles cordes, dont chaque couple est montée à intervalle de quinte; le urh-heen, sorte de violon très-élémentaire, à deux cordes; diverses espèces de luth ou de cithare, etc.", p. 156); y esta, a su vez, del japonés shamisen, procedente del chino sanxian.

Se documenta por primera vez, en la acepción de 'instrumento musical de cuerda, propio de Japón, formado por una caja de resonancia rectangular y tres cuerdas, que se toca con un plectro de marfil de gran tamaño', en la anónima "Traducción del Viaje de Sir Edmundo Broomley en busca de una taza de té, de A. Kaempfen (Henri Este)" publicada en La Moda Elegante (Cádiz) en 1863, con la variante sam-sin. A partir de este momento se registra en textos periodísticos que se centran en la descripción de lugares y costumbres japonesas contemplados como una realidad exótica; para explicar las características del instrumento se suele recurrir a su parecido con la guitarra o el laúd. Ese exotismo explica también la gran heterogeneidad formal que muestra la palabra, que se refleja también en las vacilaciones en torno a su correcta escritura o al proceso de adaptación del término en español.

  1. ac. etim.
    s. m. Instrumento musical de cuerda, propio de Japón, formado por una caja de resonancia rectangular y tres cuerdas, que se toca con un plectro de marfil de gran tamaño.
    docs. (1863-2017) 29 ejemplos:
    • 1863 Anónimo "Trad Viaje Sir E. Broomley, Kaempfen" [19-07-1863] La Moda Elegante (Cádiz) Esp (HD)
      Además, escuchaba con éxtasis la charlatanería de las criadas comprando las comidas de sus amos; las disputas de dos mozos de palanquín que se daban un tropezón solemne, y no querían retroceder ni el uno ni el otro: la facundia de los empíricos ensalzando su panacea, y los gritos de júbilo de los muchachos que hacían subir por los aires una cometa en forma de pez, de dragón ó de pájaro. En fin, hasta la discordante voz de los cantores de coplas parecía hechizarle, y un horroroso cuarteto de guitarra, yukam, tatong y sam-sin, le causó un placer extraordinario. Temiendo que tantas y tan diversas impresiones no le cansaran, insistí para que volviese á tomar en mí compañía el camino de la hospitalaria morada del buen sacerdote de Budha.
    • 2017 Anónimo "Películas nominadas" [15-02-2017] El Universal (Caracas) Ve (HD)
      En el antiguo Japón, Kubo es un niño de 11 años con un ojo que vive con su madre enferma, Sariatu, en una cueva en lo alto de una montaña. Todos los días cuenta historias a los habitantes de la aldea manipulando mágicamente el origami que se mueve bajo la música tocada del shamisen de Kubo. Cuenta la historia de un guerrero samurai llamado Hanzo, que es el padre desaparecido de Kubo. Cuando la campana del pueblo señala el atardecer, Kubo regresa a su madre, ya que le advierte explícitamente que no se quede fuera después de la oscuridad o las Hermanas de Sariatu y su abuelo el Rey Luna los encontrará y se lo llevarán.
    • 1863 Anónimo "Trad Viaje Sir E. Broomley, Kaempfen" [19-07-1863] La Moda Elegante (Cádiz) Esp (HD)
      Además, escuchaba con éxtasis la charlatanería de las criadas comprando las comidas de sus amos; las disputas de dos mozos de palanquín que se daban un tropezón solemne, y no querían retroceder ni el uno ni el otro: la facundia de los empíricos ensalzando su panacea, y los gritos de júbilo de los muchachos que hacían subir por los aires una cometa en forma de pez, de dragón ó de pájaro. En fin, hasta la discordante voz de los cantores de coplas parecía hechizarle, y un horroroso cuarteto de guitarra, yukam, tatong y sam-sin, le causó un placer extraordinario. Temiendo que tantas y tan diversas impresiones no le cansaran, insistí para que volviese á tomar en mí compañía el camino de la hospitalaria morada del buen sacerdote de Budha.
    • 1871 Anónimo "La música en China" [28-01-1871] El Entreacto (Madrid) Esp (HD)
      Es imposible á un europeo, por buen músico que sea, comprender la notacion musical chinesca, donde están indicados á la vez cada uno de los sonidos, la cuerda ó el tono del instrumento que debe producirlo y el colorido que debe observar el instrumentista. Los instrumentos chinescos se elevan á un número extraordinario; pasan de cien. Se cita entre otros las campanas y las campanillas; el pe-kou, un tamborcito; el ta-kou, tambor cilíndrico; el king-kou, tambor de pié; el kwang-tek, flauta de diez ahujeros [sic]; el haou-tung, clarinete de cobre; el cha-keo ó trompeta, el teem-tek ó chih-teih, otra flauta; el sang, órgano portátil; el kin, de siete cuerdas; cuya forma recuerda la antigua lira; el pepa, guitarra; el samishen ó la guitarra en forma de luna de cuatro cuerdas dobles; el urh-heen, violín de dos cuerdas; landes, etc.
    • 1893 Lucena Ríos, J. El Imperio del sol naciente: (impresiones de un viaje al Japón) p. 229 Esp (BD)
      El ruido y la agitación tumultuosa de la feria disminuyen á medida que el transeunte se acerca a los monumentos funerarios del templo; ya no se oyen acá y allá sino cantos acompañados de los chillones del samsín, que parten de algunas tiendas, donde se expende te y saki, ocultas detrás de los cedros sagrados de los jardines de los bonzos, que rodean las colinas del cementerio.
    • 1898 Íñigo, C. "Las japonesas" [15-04-1898] El Mundo Naval Ilustrado (Madrid) Esp (HD)
      Estas gueishas son uno de los tipos clásicos del Japón; su posición social en todo viene á ser análoga á la de nuestras bailarinas, y mejor comparadas están con nuestras cantaoras y bailaoras, pues hasta sus danzas acompañadas con el samisén (especie de guitarra) recuerdan algo el flamenco...con perdón de los aficionaos.
    • 1900 Miss-Teriosa (V. Sanchís Guillén) "El Japón en Madrid" [01-11-1900] El Día (Madrid) Esp (HD)
      El «Teatro Japonés» es una institución alegre y decorosa que en nada se parece al Yosi-Wars donde las «oirans» (cortesanas) japonesas, sentadas en sus «tatamis», escuchando las melodías arrancadas de las cuerdas del «samisen», y servidas por «kamelos», esperan escuchar la palabra «stansiro», que anuncia la llegada del generoso visitante que ha de colmarlas de regalos valiosos.
    • 1904 Anónimo "Geishas del Japón" [31-03-1904] Alrededor del Mundo (Madrid) Esp (HD)
      No todas las geishas son bonitas, pero todas son muy inteligentes y listas y muy elegantes. Tienen casi todas el aspecto más inocente y más candoroso del mundo; parecen niñas, y en realidad son muy jóvenes y muy menudas. Su aspecto tiene, por lo general, algo de cómico, con sus caras pintadas de blanco, sus labios teñidos de carmín y sus cejas afeitadas. Cuando cantan lo hacen con mucha afinación, según el deplorable gusto japonés en cuestión de música, y se acompañan tocando el samisén.
    • 1909 Blázquez, A "Revista geográfica" [01-09-1909] La Lectura (Madrid) Esp (HD)
      Las geisas asisten á todos los grandes festivales, y sus tocados y adornos son encantadores. Sus acompañantes son tocadores de samisens, especie de guitarras, y de cottos, grandes instrumentos de cuerdas que se apoyan en el suelo y se tocan con los dedos, dando un sonido profundo y vibrante; también tocan flautas y tambores, con todos los cuales acompañan al canto y la danza de las geisas.
    • 1926 García Sanchiz, F. "La «Casa de los Gorriones» en Kioto" [03-01-1926] Por Esos Mundos (Madrid) Esp (HD)
      El menos observador de los viajeros no deja de notar la ausencia de animales en el Japón. Algunos incluso sufren persecuciones que terminarán con la especie; por ejemplo, los gatos, de cuya piel se hace ese pergamino inmaculado y tenso del samisen, el laúd de las geishas. Yo no recuerdo haber visto sino unos caballos en Simonoseki, breves, finos, melenudos y fieros, casi unas colegialas voluntariosas, y unos bueyes en Kioto, también extraordinarios: chatos, redondos, pequeños, con los cuernos como zanahorias, y engualdrapada la barrica de las espaldas y la panza con un manto escarlata.
    • 1964 Gironella, J. M. Japón [1964] Esp (CDH )
      Reconocí el shamisen, la guitarra japonesa de tres cuerdas que Narciso Yepes me había descrito.
    • 2017 Anónimo "Películas nominadas" [15-02-2017] El Universal (Caracas) Ve (HD)
      En el antiguo Japón, Kubo es un niño de 11 años con un ojo que vive con su madre enferma, Sariatu, en una cueva en lo alto de una montaña. Todos los días cuenta historias a los habitantes de la aldea manipulando mágicamente el origami que se mueve bajo la música tocada del shamisen de Kubo. Cuenta la historia de un guerrero samurai llamado Hanzo, que es el padre desaparecido de Kubo. Cuando la campana del pueblo señala el atardecer, Kubo regresa a su madre, ya que le advierte explícitamente que no se quede fuera después de la oscuridad o las Hermanas de Sariatu y su abuelo el Rey Luna los encontrará y se lo llevarán.
    • 1863 Anónimo "Trad Viaje Sir E. Broomley, Kaempfen" [19-07-1863] La Moda Elegante (Cádiz) Esp (HD)
      Además, escuchaba con éxtasis la charlatanería de las criadas comprando las comidas de sus amos; las disputas de dos mozos de palanquín que se daban un tropezón solemne, y no querían retroceder ni el uno ni el otro: la facundia de los empíricos ensalzando su panacea, y los gritos de júbilo de los muchachos que hacían subir por los aires una cometa en forma de pez, de dragón ó de pájaro. En fin, hasta la discordante voz de los cantores de coplas parecía hechizarle, y un horroroso cuarteto de guitarra, yukam, tatong y sam-sin, le causó un placer extraordinario. Temiendo que tantas y tan diversas impresiones no le cansaran, insistí para que volviese á tomar en mí compañía el camino de la hospitalaria morada del buen sacerdote de Budha.
    • 1867 Anónimo "Noticias generales. La música japonesa" [20-04-1867] La Regeneración (Madrid) Esp (HD)
      La música japonesa solo se compone de tres notas, el do, el la y sí. [...] Es muy difícil ejecutar motivos serios con los instrumentos japoneses. El sam sin (guitarra de madera cubierta con una piel de vaca) no tiene más que tres cuerdas, y se tocan con un pedazo de marfil; la tivona (violin cuadrado), tiene doce cuerdas, pero hacen el efecto de tres, porque las otras nueve tienen el mismo diapason y no dan más que un sonido.
    • 1871 Anónimo "La música en China" [28-01-1871] El Entreacto (Madrid) Esp (HD)
      Es imposible á un europeo, por buen músico que sea, comprender la notacion musical chinesca, donde están indicados á la vez cada uno de los sonidos, la cuerda ó el tono del instrumento que debe producirlo y el colorido que debe observar el instrumentista. Los instrumentos chinescos se elevan á un número extraordinario; pasan de cien. Se cita entre otros las campanas y las campanillas; el pe-kou, un tamborcito; el ta-kou, tambor cilíndrico; el king-kou, tambor de pié; el kwang-tek, flauta de diez ahujeros [sic]; el haou-tung, clarinete de cobre; el cha-keo ó trompeta, el teem-tek ó chih-teih, otra flauta; el sang, órgano portátil; el kin, de siete cuerdas; cuya forma recuerda la antigua lira; el pepa, guitarra; el samishen ó la guitarra en forma de luna de cuatro cuerdas dobles; el urh-heen, violín de dos cuerdas; landes, etc.
    • 1893 Lucena Ríos, J. El Imperio del sol naciente: (impresiones de un viaje al Japón) p. 229 Esp (BD)
      El ruido y la agitación tumultuosa de la feria disminuyen á medida que el transeunte se acerca a los monumentos funerarios del templo; ya no se oyen acá y allá sino cantos acompañados de los chillones del samsín, que parten de algunas tiendas, donde se expende te y saki, ocultas detrás de los cedros sagrados de los jardines de los bonzos, que rodean las colinas del cementerio.
    • 1894 Reynoso Mateo, F. "Costumbres japonesas" [01-11-1894] Revista de España (Madrid) Esp (HD)
      Poco á poco los templos, las casas y los transeuntes fueron desapareciendo, y atravesando un campo hermoso llegamos á orillas del Uyi-Kawa, sitio célebre en el Japón, por la exquisita calidad del té que allí se cosecha y por la infinidad de elegantes otchayas (casas de té) que se extienden á lo largo del río en un paisaje encantador. Allí, por doquier, se oye el shamisen (guitarra) y el tsusumí (especie de tambor) acompañando los cantos y los bailes de las ghesha y maikos (bayaderas).
    • 1894 Pedrell, F. DiccTécnicoMúsica Esp (BD)
      Samsien ó samsin. Guitarra japonesa parecida al sam-jinn de los chinos. Consta de tres cuerdas de seda. Es, sin duda, el mismo instrumento llamado samm-jin ó san heen.
    • 1898 Íñigo, C. "Las japonesas" [15-04-1898] El Mundo Naval Ilustrado (Madrid) Esp (HD)
      Estas gueishas son uno de los tipos clásicos del Japón; su posición social en todo viene á ser análoga á la de nuestras bailarinas, y mejor comparadas están con nuestras cantaoras y bailaoras, pues hasta sus danzas acompañadas con el samisén (especie de guitarra) recuerdan algo el flamenco...con perdón de los aficionaos.
    • 1899 Lacal Bracho, L. DiccMúsica (1ª ed.) Esp (BD)
      Samicen ó Samsien ó Samsin. — Guitarra de caja oval con largo mango encorvado y 3 cuerdas de seda. Úsanla los japoneses, y es, sin duda, el Samm-jin ó San-heen de los chinos.
    • 1900 Miss-Teriosa (V. Sanchís Guillén) "El Japón en Madrid" [01-11-1900] El Día (Madrid) Esp (HD)
      El «Teatro Japonés» es una institución alegre y decorosa que en nada se parece al Yosi-Wars donde las «oirans» (cortesanas) japonesas, sentadas en sus «tatamis», escuchando las melodías arrancadas de las cuerdas del «samisen», y servidas por «kamelos», esperan escuchar la palabra «stansiro», que anuncia la llegada del generoso visitante que ha de colmarlas de regalos valiosos.
    • 1904 Anónimo "Geishas del Japón" [31-03-1904] Alrededor del Mundo (Madrid) Esp (HD)
      No todas las geishas son bonitas, pero todas son muy inteligentes y listas y muy elegantes. Tienen casi todas el aspecto más inocente y más candoroso del mundo; parecen niñas, y en realidad son muy jóvenes y muy menudas. Su aspecto tiene, por lo general, algo de cómico, con sus caras pintadas de blanco, sus labios teñidos de carmín y sus cejas afeitadas. Cuando cantan lo hacen con mucha afinación, según el deplorable gusto japonés en cuestión de música, y se acompañan tocando el samisén.
    • 1907 Rebolledo, E. "La ciudad sin noche" p. 24 Rimas japonesas Esp (BD)
      El pitillo en la boca, bravos nipones / Entregan á la brisa nevadas plumas, / Y en el espacio flotan jocundos sones / De broncos samisenes y de canciones / De discordantes guetas y de kurumas.
    • 1909 Blázquez, A "Revista geográfica" [01-09-1909] La Lectura (Madrid) Esp (HD)
      Las geisas asisten á todos los grandes festivales, y sus tocados y adornos son encantadores. Sus acompañantes son tocadores de samisens, especie de guitarras, y de cottos, grandes instrumentos de cuerdas que se apoyan en el suelo y se tocan con los dedos, dando un sonido profundo y vibrante; también tocan flautas y tambores, con todos los cuales acompañan al canto y la danza de las geisas.
    • 1912 Rahola, F. "España y el Japón" [28-11-1912] Mercurio (Barcelona) Esp (HD)
      De haber continuado nuestra soberanía en Filipinas, tal vez hubiésemos tal vez llegado a un conflicto con el Japón, que era el centro del laborantismo filipino. Hoy no existe ningún motivo que haga temer tirantez alguna de relaciones con aquel Imperio que se muestra en plena marcha progresiva. Todavía muchos de los nombres de las cosas originariamente extranjeras, llevan nombre español, y ciertos estilos arquitectónicos conservan huellas del mismo origen. Es opinión de muchos, el samisén, uno de los principales instrumentos musicales del Japón, importado de Filipinas, fué un recuerdo de la guitarra española.
    • 1916 Hearn, L. "Una cantante callejera" [24-06-1916] Caras y Caretas (Buenos Aires) Ar (HD)
      La mujer se sienta en el umbral, templa su samisen, toca un trozo de acompañamiento, y un encanto desciende sobre el pueblo que permanece con la vista fija en los artistas, en una risueña admiración.
    • 1925 A. Reader "Teatro en el Japón" [12-12-1925] La Esfera (Madrid) Esp (HD)
      Es una circunstancia curiosa que el teatro de marionetas japonés nació de la conjunción fortuita del cantante nómada y del fabricante de muñecos, que iba de pueblo en pueblo vendiendo su mercancía, y que, para hacerla más atractiva á los chiquillos, daba movimiento á las figurillas sobre la caja en que las transportaba, mediante unas cuerdas suspendidas al cuello. Algún día, uno de estos mercaderes trashumantes, hombre avisado, asoció a sus operaciones al intérprete de viejas baladas niponas que acompañaba sus líricas narraciones con el recién importado samicén, y hacia finales del siglo XVI la asociación de ambos elementos había producido ya la forma de arte escénico llamada Ningyo-Sibai ó drama lírico popular con sus manipuladores de muñecos, sus trucos mágicos, complicada técnica, sus idilios, su demonología y sus personajes ideales que viven en un mundo irreal.
    • 1926 García Sanchiz, F. "La «Casa de los Gorriones» en Kioto" [03-01-1926] Por Esos Mundos (Madrid) Esp (HD)
      El menos observador de los viajeros no deja de notar la ausencia de animales en el Japón. Algunos incluso sufren persecuciones que terminarán con la especie; por ejemplo, los gatos, de cuya piel se hace ese pergamino inmaculado y tenso del samisen, el laúd de las geishas. Yo no recuerdo haber visto sino unos caballos en Simonoseki, breves, finos, melenudos y fieros, casi unas colegialas voluntariosas, y unos bueyes en Kioto, también extraordinarios: chatos, redondos, pequeños, con los cuernos como zanahorias, y engualdrapada la barrica de las espaldas y la panza con un manto escarlata.
    • 1934 Anónimo "A bordo del «Tatsuta-Maru»" [09-06-1934] El Sol (Madrid) Esp (HD)
      —Debe asistir usted esta noche a la representación teatral en el salón de primera. Se pondrá una obra clásica; "Izaioi Seishlp". "Very good". Es la historia de un sacerdote excomulgado por enamorarse de una mujer de Joroya (cortesana). No hay más que dos papeles, y en la tribuna tendremos dos buenos recitantes de salmodias y dos tañedores de "shamisen" (especie de guitarristas).
    • 1942 Sainz Maza, R. "Introducción música japonesa" [03-06-1942] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Don Julio Casares ilustró él mismo su conferencia en colaboración con el gran pianista Alfredo Romero. Con muy grato sonido reprodujo las tiernas melodías sugerentes de irreales paisajes de ensueño, de floración de cerezos y de pasos diminutos de "musmés". El delicioso canto festival "Matsuri-Bayashi" en el que el violín "contrahace" el "sámisen", instrumento popular.
    • 1952 Isidro (Lorenzo López Sancho) "Madrid al día" [19-11-1952] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Lo que son las cosas: ayer, que debiera haber estado azul el cielo, perfumado el aire, batidas las brisas por una vaga melodía a lo Puccini de exóticos "samisen" japoneses, la climatología madrileña nos obsequió con sus primeros cierzos, amén de un pequeño muestrario de lluvias y granizos invernales.
    • 1964 Gironella, J. M. Japón [1964] Esp (CDH )
      Reconocí el shamisen, la guitarra japonesa de tres cuerdas que Narciso Yepes me había descrito.
    • 1964 Gironella, J. M. Japón [1964] 113 Esp (CDH )
      Llevaban en la mano la guitarra japonesa, el shamisen.
    • 1964 Gironella, J. M. Japón [1964] Esp (CDH )
      Recitaron unas poesías, acompañándose con el shamisen.
    • 1971 Rof Carballo, J. "¡Arte diabólico es...!" [03-07-1971] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Suzuki procede de una antigua familia de fabricantes de «samisen», instrumento de tres cuerdas parecido a nuestro banjo. Su padre comenzó a interesarse por el violín occidental, y acabó construyendo una fábrica que llegó a producir cuatrocientos de estos instrumentos diariamente.
    • 1981 Vargas Llosa, M. "Los muñecos y el cuento" [20-03-1981] ABC (Madrid) Pe (HD)
      Por eso el teatro de muñecos de Japón tiene todo el artificio a la vista del público. Los manipuladores no se ocultan detrás del decorado: llevan a los títeres en los brazos y los mueven de a uno o de a tres. No se finge que son los muñecos quienes hablan. Habla sólo el relator, que está también presente y en lugar destacado del proscenio, y es él quien mima los diálogos, multiplicándose en diferentes personajes y volviéndose neutral y objetivo cuando le toca hacer de narrador. Los músicos puntúan, con el samisén o mandolina de tres cuerdas, las pausas del relato y señalan los tonos que en cada episodio debe alcanzar el relator.
    • 1990 Anónimo (A. S.) "Ritual milenario" [13-11-1990] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Por último, y mientras los invitados tomaban café y licores en el salón interior fueron ofrecidas unas danzas sagradas, por parte de las sacerdotisas de la religión sintoísta. Estas danzas, denominadas Bugakku o «danza de la canción japonesa» se basan en una música muy antigua —vocal e instrumental— que se interpretaba en los templos y en las ceremonias de la Corte. Los instrumentos principales son el tradicional koto, que procede de las antiguas cítaras sagradas; la flauta dulce o Shakuhachi y el Shamisen, que es una guitarra del tipo balalaika de sólo tres cuerdas. Las danzas sagradas, siempre significan el final de una gran ceremonia.
    • 1995 Leguineche, M. Camino corto [1996] 490 Esp (CDH )
      La geisha dejó de tocar el samisen, la guitarra japonesa, para aligerarse de ropa y levantar la pierna como en el can-can.
    • 2005 Colomé, D. "La máscara y el sonido" [15-10-2005] ABC Cultural (Madrid) Esp (HD)
      A la izquierda del narrador se sienta un músico: el samisen, que tañe con un sólido plectro de marfil un gidayu de los más grandes de esa familia de instrumentos, similares a nuestros laúdes. El músico toca diferentes melodías según el transcurso de la acción, manteniendo en todo momento una también estricta coordinación con el narrador y los marionetistas.
    • 2010 Pazos, A. L. Microcosmos Parvada blanca Mx (CORPES)
      Por la mañana, Kaori se levantó muy temprano para tocar el shamisen. Recordó los días gloriosos en la ochaya, el sabor amargo del té, las fiestas en Tokio y los ojos del señor Hirobumi durante el baile de los Cerezos en flor por la noche. Se cubrió el rostro y el cuello con maquillaje blanco y se pintó los labios de rojo; después se delineó las cejas con sumo cuidado y perfiló sus ojos con un lápiz carmesí.
    • 2017 Anónimo "Películas nominadas" [15-02-2017] El Universal (Caracas) Ve (HD)
      En el antiguo Japón, Kubo es un niño de 11 años con un ojo que vive con su madre enferma, Sariatu, en una cueva en lo alto de una montaña. Todos los días cuenta historias a los habitantes de la aldea manipulando mágicamente el origami que se mueve bajo la música tocada del shamisen de Kubo. Cuenta la historia de un guerrero samurai llamado Hanzo, que es el padre desaparecido de Kubo. Cuando la campana del pueblo señala el atardecer, Kubo regresa a su madre, ya que le advierte explícitamente que no se quede fuera después de la oscuridad o las Hermanas de Sariatu y su abuelo el Rey Luna los encontrará y se lo llevarán.

Diccionario histórico de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Con el apoyo de Inditex
cerrar

Buscador general de la RAE