Mucho, bastante, demasiado, medio, todo, cada, ambos, sendos

MUCHO

Se usa el adverbio mucho, ante más y menos, en ciertas construcciones comparativas. Se rechaza, por tanto, el femenino mucha en este contexto:

Eres mucho más alta que ella, y no Eres mucha más alta que ella;

La intensidad era mucho mayor, y no La intensidad era mucha mayor.

BASTANTE Y DEMASIADO

Cuando preceden a adjetivos, permanecen asimismo invariables en singular, puesto que actúan como adverbios. Así, lo correcto es

Los víveres que nos quedan son bastante pocos (y no … bastantes pocos);

Hay demasiado pocas localidades (y no ... demasiadas pocas localidades).

Obsérvese que no son equivalentes las expresiones No tenía demasiado buenas intenciones y No tenía demasiadas buenas intenciones.

MEDIO

Se registran en diversas zonas hispanohablantes construcciones como Es media tonta o Son medios tontos.

Se trata de expresiones no recomendadas, puesto que, al ejercer una función adverbial, medio debe quedar sin variación. Lo adecuado en estos casos es, por tanto,

Es medio tonta; Son medio tontos.

TODO

• El hecho de que el sustantivo al que precede comience por /a/ tónica no altera la concordancia. Se recomienda, por tanto, evitar expresiones como todo el agua, todo el hambre, y emplear en su lugar las formas correctas toda el agua, toda el hambre.

• En construcciones atributivas de carácter enfático, todo puede comportarse, respecto al género, de dos maneras, ambas correctas:

–Concordando con el nombre: María era toda corazón.

– Permaneciendo invariable: María era todo corazón.

También poseen valor ponderativo las construcciones en que todo precede a un grupo encabezado por el artículo indeterminado:

La obra fue todo un éxito; Está hecha toda una intelectual.

• Cuando se antepone a un adjetivo o un adverbio, posee un valor adverbial cercano al de completamente, como en Estaban todo asustados, cuyo significado es muy distinto del de Estaban todos asustados.

CADA

• Es invariable y precede siempre a sustantivos contables sin determinante y en singular: cada día, cada silla, cada idea.

Puede ir asimismo delante de numerales y algunos otros cuantificadores: cada tres días, cada poco tiempo.

• Puede referirse de manera individualizada a elementos extraídos de un conjunto: cada grano de arena, cada libro que uno lee.

Pero también a todos los miembros de un conjunto, aunque aluda a ellos de manera individualizada:

Cada viajero llevará su equipaje; Cada día trae nuevos afanes; Había leído cada uno de los capítulos del libro.

En este segundo caso se asimila a todo:

Todos los viajeros…; Todos los días…; … todos los capítulos.

AMBOS Y SENDOS

• Los dos poseen flexión de género (ambos/-as, sendos/-as), pero no de número, ya que solo tienen forma plural.

• Se usa ambos como determinante (ambos hermanos) y como pronombre (Ambos lo sabían); sendos solo se emplea como determinante.

• No tienen el mismo sentido, pues ambos significa ‘los dos’, mientras que sendos es distributivo y equivale a ‘uno cada uno’:

Llegaron tres músicos portando sendos instrumentos.

Es erróneo atribuir a sendos el valor de ambos o de los dos, como en La selección ganó por dos a cero y Armando marcó sendos goles (donde corresponde decir ambos goles o los dos goles).

No se recomienda usar sendos con el sentido de ‘fuertes’, ‘muy grandes’, con el que se emplea a veces en algunos países, como se observa en Se oyeron sendos golpazos en la puerta.

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    El buen uso del español [en línea], https://www.rae.es/buen-uso-español/mucho-bastante-demasiado-medio-todo-cada-ambos-sendos. [Consulta: 29/06/2024].