capital

capital. f.

(~) interina. loc. sust. Santa Cruz de Tenerife, capital de la provincia de Canarias entre 1822 y 1927.

                14-xii-1854 Jable (El Canario, p.1): No lo creemos: sus periódicos la aplaudieron, la consideraron como debía considerarse, como una reparación hecha á los derechos seculares de Gran Canaria, y un respeto concedido á los nuevos derechos de la capital interina. 11-xii-1858 Jable (El Ómnibus, p.1): Todas esas promesas que á manos llenas derrama sobre el archipiélago, las realizará muy pronto la Villa de Sta. Cruz, la Capital interina, á guisa de traficante mendigo [...]. 1-ii-1867 Jable (El País ii, p.1): [...] entonces podría existir una carretera provincial, que pusiese en comunicación á la capital interina Santa Cruz de la Isla de Tenerife con los puntos marítimos, ó con los de producción y exportación entre sí. 1899 Moreno Cuadros (p.42): [...] corriendo desalado a presentar a la Junta la dimisión de su nombramiento de profesor de la Normal nuestra, en la asignatura de Religión y moral, que había recibido pocos días antes de la Revolución, de las autoridades de la interina... Ibídem (p.239): Y así vejetábamos odiando a la interina [...].

                1926 Millares Canariadas (p.47): ¿Cómo se proveyó Juanito de los duros necesarios para la travesía del Atlántico y permanencia en la capital interina? 16-ii-1933 Millares En el teatro: Cuando había reboso y flotaba la bandera negra, de que tanto abusaba la prensa de la capital interina, empuñaban la caña del timón para salvar el martillo, en los breves instantes de jacío, los valientes y expertos marinos Velázquez o Machín. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.144): Y el malvasía, también se lo mandan de la Interina, especial pa ée, ¿oyó? Ibídem (p.147): Los galanes tornaron a la calle tan apipados y optimistas que les dicen de ir a tomar Santa Cruz, vulga la Interina, para reintegrar la capital al macanazo limpio, y arman un barco, trayéndose, si no el Teide, por lo menos Las Cañadas. Ibídem (p.163): Las fichas con que jugamos en el Gabinete Literario de la Muy Noble y Muy Leal Siudad del Real de Las Palmas, la antigua, única y verdadera capital del archipiélago, son mejores, o séase, más finas, que las que usan en Santa Crus. Quiero desir, en la Interina... Ibídem (p.253): Don Secundino quería «caerle arriba a La Interina al cañonazo limpio, haciendo morder por la bruta el polvo de la derrota» a la inquieta y obsesionante isla.

¨Fue el nombre utilizado en Gran Canaria por los partidarios de la división del archipiélago en dos provincias, decretada en 1927, al considerar que Santa Cruz de Tenerife ostentaba solo interinamente la condición de capital provincial.

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)