cuarto

Inéditos Diccionario histórico de la lengua española (1933-1936)

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Diccionario histórico del español de Canarias

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cuarto

 

cuarto. m. Dormitorio.

                20-xi-1804 (1976) Guerra Diario i (p.265): Es bien extraordinaria la clase de accidente de que ha muerto el teniente coronel don Miguel Jorva. En la misma noche concurrió al partido de juego de naipe en la casa del marqués de la Florida. Vuelto a su casa y después de recogerse, padeció una fatiga; luego se vistió con cabalidad, hasta mudarse la camisa con que estaba en la cama; fue a los cuartos de sus hijos don Agustín y doña María de Jesús; llamólos, conociendo que iba a morir, y a pocos minutos expiró en los brazos de su hijo. 1894 Millares De la tierra canaria (p.42): [...] y él, sin embargo, hubiera estimado como una felicidad inaudita el penetrar en el cuarto de cualquiera de las descocadas muchachas que alguna vez se encontraba por las calles, vestidas de almidonada zaraza, apestando á perfumes baratos [...].

                1918-19 (1986) Quesada La umbría (p.77): Hay que buscar al médico. Hay que llevar el niño a su cuarto. ¿Qué pensáis?

¨El drae-01 ha agregado una nueva acepción a esta palabra, la quinta, que remite a «dormitorio», pero hasta la edición de 1992 solo recogía el significado más general de «Habitación, aposento». Y es que con el sentido de «dormitorio» su empleo también debe de ser habitual, pues el dea i la define asimismo, en la acepción 14b, como «Dormitorio. G[ene]ralm[ente] con un compl[emento] de posesión. T[am]b[ién] su mobiliario». Quizá lo característico del canario y de otras regiones españolas es la elevada frecuencia de uso que presenta esta lexía en determinados estratos de la población. Así, en el nivel popular, tal como recoge el mapa 562 del aleican ii, dedicado al «Dormitorio», la contestación mayoritaria fue, al menos en las islas Occidentales, cuarto o cuarto de dormir. Los datos que ofrece Samper Padilla (p.165) indican que en Las Palmas de Gran Canaria, en los niveles más cultos en cambio predomina el término dormitorio (con 12 respuestas), frente a alcoba (3), habitación (1) y cuarto de dormir (1). Con este mismo sentido el alea iii (684 «Dormitorio») muestra una abundante documentación andaluza (vid. el tlha); se registra, además, en Extremadura (Montero Curiel), México (Santamaría Dicc. mejicanismos), Puerto Rico (Álvarez Nazario Herencia, p.163) y Luisiana (Alvar, p.175).

2. ~ de las cachuchas. loc. sust. Puesto de policía o de vigilancia donde se lleva preventivamente a las personas que han cometido algún delito o falta.

                1899 (1985) Millares Los inertes (p.219): ¡Orden, orden, señores! ¡Oh! ¿Qué es esto? Al que no se reporte, ahorita mismo lo mando al cuarto de las cachuchas.

                1909 Morote La tierra de los Guanartemes (p.13): Á la prevención municipal donde se recogen los beodos y escandalosos se la llama el cuarto de las cachuchas. Y es que allí en el Ayuntamiento hubo no hace muchos años una escuela. Los chicos entraban en el aula y en un cuarto de junto á la puerta se dejaban las cachuchas, especie de gorras con visera que eran por aquel entonces el tocado de los muchachos. Ya no hay escuela y el cuarto de las gorras se convirtió en prevención y sigue no obstante con el primer nombre que recibió. ¿Dónde vas? Al cuarto de las cachuchas y así resulta menos bochornoso haber estado preso por escándalo o embriaguez. 16-iv-1935 Jable (Diario de Las Palmas, p.3): Pues cuentan los «mataperros» de aquel tiempo que cuando los encerraban en el «cuarto de las cachuchas» y les apretaba la sed, lanzaban este grito: ¡Agua, señor Flores...! hasta que el viejo cuartelero acudía con el jarro. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.133): Acabé en el «semento». Mi padre lo supo a poco, y fue a dar conmigo. Le conté la historia y se le aflojó «la matona» con que arrimó al cuarto de las cachuchas. Le dijo al sargento Antúnez que me dejara de la cuenta de él, pues había resuelto darme «una tollida a modo».

¨Guerra Navarro desconocía, sin duda, la explicación que daba Luis Morote para aclarar la extraña relación que existía entre el cuarto de las cachuchas y el cuartelillo, de modo que ofrece otra justificación basándose en la «lógica» del nombre: «En ese cuarto colgarían sus cachuchas los burócratas de la guardia y, entre tanto despachaban, los que venían con algún servicio».

3. ~ de las calderas. Dependencia del ingenio en la cual están las calderas para la cocción del caldo.

                1940 (1979) Quintana Arucas (p.58): El jugo de la caña era llevado a otro local: el cuarto de las calderas, llamado así por haber en él grandes tachos de cobre con sus fogones correspondientes, donde se hervía el dulce líquido, añadiéndole algo de cal que deshiciese un ácido que por su naturaleza contiene la caña y que impide la solidificación del azúcar.

¨En la tradición azucarera canaria la denominación habitual fue siempre casa de las calderas. En el caso de cuarto tal vez se trate de una forma mucho más reciente de llamar al mismo recinto.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

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