drago

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drago

 

drago. m. Árbol liliáceo, peculiar de las islas, de tronco grueso y desprovisto de ramas, corteza gris oscura, lisa o algo fisurada, que en los ejemplares viejos es arrugada y escamosa, copa densa y oscura, siempre verde, hojas lineares, coriáceas pero flexibles, verde-grisáceas, que forman manojos terminales, flores blanquecinas y frutos esféricos, carnosos, pardusco-anaranjados de hasta un centímetro y medio de diámetro (Dracaena drago).

                28-x-1497 (1953) Reformación del repartimiento (p.109): [...] e asimismo las dichas tierras van a ver de dos cabeças desde encima de una cunbre de un cerro, adonde está un drago encima del mesmo cerro [...]. 15-xii-1499 (1996) Acuerdos del Cabildo de Tf i (139, p.25): [...] alora que fuese desde la montañuela donde tiene Gonçalo Rodríguez, çapatero, su corral de ganado y a dar derecho al drago que está en el llano que es casy en derecho de la dicha montañuela y a dar a la montañuela que está camino de Taoro, donde se cortó una palma alta que es adelante del corral del ganado de Guillén Castellano. 19-i-1500 (1996) Ibídem (146, pp.26-27): [...] de nuevo hazen más angosta la raya y asy como yva por el drago que está en mitad de los llanos derecho a la montaña de la Palma. 24-i-1500 (1978) Datas de Tf i-iv (14, p.22): [...] las quales son en Tacoronte debaxo del drago [...].

                9-i-1501 (1996) Acuerdos del Cabildo de Tf i (208, p.35): [...] que hayan por vereda el camino mismo fasta subir al drago. 4-ii-1510 (1958) Protocolos de H.Guerra i (1298, p.310): [...] unas 15 fanegas de tierra situadas en esta laguna, lindantes con tierras de Manuel Martín, con un drago y con tierras del Rey. 21-i-1513 (1996) Acuerdos del Cabildo de Tf ii (243, p.176): [...] es obligado de hoy en cuarenta días de tener hecha y aderezada cada uno de ellos una tarja encorada, que sea de drago, a lo menos de tres palmos hasta cuatro en ancho [...]. 26-vii-1522 (1980) Protocolos de A.Gutiérrez ii (1522, p.189): Otros 20 corchos vacíos de drago en el barranco de Taborno con los de Rodrigo Fernández. 30-vii-1527 (1990) Protocolos de B.Justiniano ii (1615, p.574): un pedazo de tierra de unas 2,5 fanegas que fue de Pablo Gallego, que están junto al drago y tanque de Bartolomé Benítez, según parece en la partición. 1531 (1974) Ordenanzas de GC (p.135): Otrosy que nynguno sea osado de cortar palmas ny dragos sin licencia de la justicia e regimiento en qualquier parte de esta ysla so pena de seyscientos maravedís por cada palma o por cada drago demás de la pena de perder la tablazón o qualquier obra que hizieren del drago e que la tablazón e obra del drago sea para los propios. c1552 (1934) Díaz Tanco Triunfo canario (xix, 7): Vi olmos y buxos y balos sabinas,/ vináticos, palmas, scipreses, laureles,/ vi plátanos, cedros y linaloeles,/ vi thiles, thabbaybas, tanbién azeuinas,/ vi assaz marmulanos, pimientas muy finas,/ vi thexos cadeços, tanbién orouales,/ vi dragos perfectos muy medicinales,/ tanbién leña santa para medicinas. c1552 (1934) Díaz Tanco Triunfo gomero (xxi, 1): Los siete dragos dañados/ allí tienen sus manidas [...]. 1583 (1963) Nichols A Pleasant description (p.115): This iland also bringeth forth another tree called drago, which groweth on high among rockes, and by incission at the foote of the three issueth out a liquor like bloud, and is common drugge among apothecaries [(p.114): Esta isla produce también otro árbol llamado drago, que crece en las alturas, sobre los riscos; y por medio de una incisión en la base del árbol mana un licor como sangre, que es una droga común entre los boticarios]. 1594 (1980) Espinosa Historia (lib. 1º, cap. 2º, p.29): Hay otro árbol que llaman drago, grande y de pocos ramos, al cabo de los cuales solamente echa cinco o seis hojas, poco más gruesas y largas que de cañas; por de dentro no tiene corazón; es la madera dél muy fofa y liviana, y así sirve para corchos de colmena y para hacer rodelas.

                princ. s.xvii (1935) Relación (p.72): Ysla de Tenerife. [...] Ay vnos árboles que llaman «dragos» y tienen ojas como juncos, anchas de dos dedos, y estos árboles destilan vn licor que se quaxa, de color morado, que dizen «sangre de drago». Es útil para bizmas y limpiar los dientes y pinturas al olio y otras cosas. s. xvii (1978) Gómez Escudero Conquista de Canaria (p.438): Los árboles eran muchos, sus bosques prodigiosos; había de palmas casi toda la isla llena, i pinos mui grandes, dragos muchos. Es árbol particular, es formado en un tronco i de allí salen muchos gajos a modo de ysiplón o y griega, y en lo alto hacen todos un prado mui verde con las ojas que no las tiene en otra parte que en el cohollo, i son a modo de ojas de lirio, i el árbol es mui grande, destila una goma cuando le hieren con güezo i no con hierro i ua poco a poco destilando aquella lágrima mui rubicunda llamada sangre. s. xvii (1978) Sedeño Brebe resumen (p.367): Traían rodelas muy grandes de altura de un hombre, eran de una madera ligera estoposa de un árbol llamado Drago. 1603 Cairasco Templo Militante ii (p.74): Lanças de fina tea eran sus armas,/ Tarjas de drago, piedra fulminante/ Y espadas de azebuche, q[ue] en sus braços/ No menos de azero parecían. 1604 Viana Antigvedades (i, fol.3): Produzen sus espesos y altos Montes/ Alamos, Cedros, Lauros, y Cipreses,/ Palmas, Lignaloeles, Robres, Pinos,/ Lentiscos, Barbuçanos, Palos blancos,/ Vinaticos, y Tiles, Hayas, Breços,/ Azebuches, Tabaybas, y Cardones,/ Granados, Escobones, y los Dragos/ Cuya Resina o sangre es vtilisima. Ibídem (iv, fol.72v): Resuena el tono acorde de la musica/ Los instrumentos son tres calabaças,/ secas y algunas piedrecicas dentro,/ Con que tocauan dulce son Canario,/ Vn tamborin de drago muy pequeño,/ Vna flauta de rubia y hueca caña,/ Y quatro gaytas de los verdes tallos/ Y ñudosos cañutos de ceuada,/ Y con la boca vn estremado musico,/ Hazia vn ronco son algo entonado. 1646 López de Ulloa Historia (p.324): Estos dos dragos están todo el año verdes, sin haber allí tierra ninguno (sic), consequencia euidente de haber estado ally la Uirgen Santissima. 1676 Núñez de la Peña Conqvista (lib. i, cap. iii, p.24): La Isla de Thenerife, en particular vna de las siete, es la mas abundante de todos frutos, crian sus altos, y empinados montes todo genero de arboles, laureles, robles, pinos, lentiscos, barbusanos, viñati os (sic), hayas, tiles, palos blancos, breços, azebuches, alamos, cedros, palmas, cipreses, tabaibas, madroños, texos, granados, sabinas, escobones, cardones, dragos, que distilan aquella sangre tan estimada en España, y creida de algunos, de que es de vn animal llamado Dragon. 1678 (1994) Sosa Topografía (pp.272-273): Tenian unos broquelillos o rodelas hechas de drago que es un arbol por estopiento muy libiano y fuerte. [...] Este arbol Drago es de quien sacan la sangre de que se hacen los palillos de voca la qual con abundancia mana por sus venas o poros abriendole una sisura por tal parte segun tienen experiencia los naturales isleños, es de mucha virtud este colorado humor y ai muchos arboles en estas islas. Su tamaño sera de tres o quatro [4 ó 5] estados [de hombre] sacado en un solo tronco grueso desde el pie hasta lo alto que se divide en braços que crecen igualmente por su orden y en las puntas es en donde tienen las hojas que son largas tres o quatro palmos poco mas o menos y anchas como dos o tres dedos [tres o cuatro] al principio esto es en su nacimiento, caminando en disminucion hasta la punta a manera de dagas, es tan constante este arbol sangriento que hasta aora no se a hallado que el huracan mas fuerte lo matase ni aia roto sus gaxos a lo mas que a llegado su fieressa es a quitarle algunas ojas de las que estan mas cecas [...]. 1679 Pérez del Cristo Excelencias (p.88): Hallamos tambie[n] Drago, esto es, vnos arboles de este nombre bien particulares, con que cercaban los arboles de mançanas de tanta estimacion; de que ay muchos en Taoro, fundandose quizas en esso el dezir, que vn Drago era custodia de essas mançanas. 1686 Castillo Descripciõ (cap. vi): Lgar. de Teror. [...] en este lugar ay sienpre mucha gente que bienen a la singular debosion de Na S del Pino que aparecio en un Pino muy Grande questaua delante de la iglesia en el cual hauia tres dragos nasidos ensima del mesmo Pino serca de los cuales desian estaua una laja i en ella sellalados los Pies de Na S. En el año de 1684 conbatido de un Furioso biento: se cayo cosa milagrosa que siendo un arbol tan Grande y estando cassi la mitad, sobre la iglesia no cair ni una Teja: y con la nocticia que tenian de la Laja pusieron cuidado en buscarla y no Pudieron dar con ella [...]. 1694 (1993) Marín de Cubas Historia (lib. 1º, cap. 7, p.43): [...] trajeron higos pasados, carnes de cabra y puerco, y goma de drago y otras cosas para tratar [...]. Ibídem (lib. 3º, cap. 17, p.330): Sándix es el árbol Drago, que solamente se halla en las Islas de Canaria, Tenerife, Palma, Gomera, Madera y Puerto Santo, menos en Lanzarote, Fuerteventura, Hierro, ni en otra parte alguna del orbe en América aunque le llaman Drago es desemejante, y pequeño y su goma, y sangre blanquisca descolorida y diferente en la virtud astringente mucho menos del nuestro.

                1737 Castillo Descripcion historica (fol.218v): tambien se hallan en d[ic]ha Ysla muchos del estrano arbol q[ue] llaman dragos cuyo humor acuchillado su corteza se haze sangre buscada para muchos remedios. 1737 Constituciones y Synodales (p.495): Tiene muy buena Iglesia, y en ella la Milagrosa Imagen de nuestra Señora del Pino, llamada assi, por haverse aparecido en uno, de cuyo corazon salia un Arbol llamado Drago. h1770-84 (2007) Quesada Canaria Illustrada (p.292): Montes. Se ven en las sinco Gomera, Hierro, Canaria, Palma, y Tenerife; compuestos y poblados de Altisimos Arboles, Laureles, Hayas, Viñaticos, Balvuzanos, Texos, Tiles, Bresos; Azeviños, Asebuches, Lentiscos, Palos=Blancos, Malhuradas, Sauces, Alamos, Pinos, Dragos, Sauinas, Cedros; (solo en Tenerife), en donde se ven los maiores Pinos, y en donde tambien se ven como en Canaria Palma y Gomera los Dragos su hechura como Palma macho en cuio tronco o cortesa si le hieren, vierte el humor o suco de color de sangre y su goma del mismo color llaman sangre de Drago, tanto estimada en la Europa, y otras Partes por lo medicinal y aromatico; el qual se cria comunmente en las partes mas pendientes y arriscadas de onde se toman pequeños para poner en los Hardines en donde cresen mas con el cultivo de la tierra. a1754 (2008) Sánchez Semi-historia (p.502): Este venia cargado de pajaros en jaulas, y pequeños Dragos en macetones. De los Canarios no quedó uno con vida. 1772 Viera y Clavijo Historia i (lib. i, cap. viii, pp.23-24): Además de esto, todos saben que el Drago es uno de los arboles mas especiales de nuestras Islas, pues siendo su tronco al modo del de una serpiente, y su jugo una concrecion como de sangre; ha pasado mas de una vez por verdadera sangre de Dragon, y el arbol casi por una bestia: Y si nos figuramos el Pomar de Taoro cercado de una valla de Dragos, ¿què nos falta para poder decir en tono de Fábula Oriental: Que en la Isla de Tenerife hay Jardines de manzanas de oro, bajo la custodia de un Dragon? 1773 Viera y Clavijo Historia ii (lib. viii, cap. xvi, p.153): Eceró es una vasta Caldera, formada de una cordillera de cerros escarpados, cuyas laderas terminan en un fondo de dos leguas de diametro, todas vestidas de Palmas, Dragos, Pinos, Laureles, Retamas, Leña-loel, &c. 1776 Viera y Clavijo Historia iii (lib. xii, cap. xlvi, p.93): Está plantado todo el Valle de viñas, plátanos, higueras de diversas especies, dragos, limones, palmas, arboles frutales, ñames, y todo género de hortalizas. 9-viii-1788 (1849) Viera y Clavijo Cartas familiares (p.55): Mi dueño y muy estimado amigo: á su tiempo recibí la sangre preciosa de nuestros dragos canarios que he depositado en mi relicario de historia natural. [...] Ultimamente recibí la muy apreciable carta de usted del 18 de Julio con el catálogo de las plantas indígenas de nuestras islas, cuya descripción botánica solicita de mi, con particular empeño nuestro marqués de san Andres. Aprovechando los instantes he formado por darle gusto la clasificacion del Viñatigo, Madroño, Breso, Escobón, Codeso, Cardon, Sabugo, Sauce, Guayabo, Lentisco, Til, Aceviño, Follado, Aderno, Mocanera, Leña negra, Palo blanco, Mamey, Sabina, Barbuzano, Ginja, Granadillo, Carminero, Vicácaro, Tasaygo, Guaibil, Leña noel, Tabaiba, Salado, Orchilla, Dragos, Gibalbera, Tártago &. cuya noticia remito á usted bajo el seguro de estar arreglada al sistema de Linneo y principios de esta ciencia de moda, con averiguaciones nuevas sobre los dichos vegetales y descubrimientos que nuestros paisanos no habian hecho. 1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (pp.160-161): Drago (Dracaena draco, Lin.; Draco palma canariensis, Tourn.). Árbol famoso de la familia de las palmas, peculiar de nuestras islas de Canaria, Tenerife, Palma y El Hierro, y de la de Puerto Santo, junto a la de Madera. Críase naturalmente en los campos, y su tronco, grueso, rollizo y desnudo de ramas, se levanta hasta la altura de treinta a treinta y cinco pies; en cuya extremidad forman su bella copa, siempre verde, recogida, redonda y como erizada, de unos espesos gajos, lampiños en su arranque, y luego vestidos de muchas hojas lisas, largas de un codo, y anchas de dos pulgadas, que van en disminución hasta rematar en punta a manera de espada, con un surco, y lomo saliente por el medio. [...] La madera del drago es esponjosa y liviana, por lo que los primitivos habitantes de nuestras islas hacían rodelas de ella; y como su corteza es flexible, todavía se emplea para torcer sogas. Pero su celebridad la debe el drago principalmente a su jugo propio o resina que suda de su tronco herido en los días caniculares. Este se condensa en grumos de color de sangre, blandos a los principios, luego secos y triturables, sin sabor, ni olor, sino es cuando se queman, pues entonces se inflaman y exhalan una fragancia semejante al estoraque líquido. Bien sabido es que esta preciosa resina pasó mucho tiempo por una verdadera sangre de dragón; y que el naturalista Monardes, aunque conoció que es jugo de un árbol, no dudó publicar que este tal árbol había tomado la denominación de drago o de dragón por no sé qué figura de esta bestia, que parecía impresa en su fruta. Es un error, y sólo es verosímil que la hubiese tomado de la traza del tronco, rollizo, y taraceado de las cicatrices de las hojas que se han caído, a semejanza del cuerpo de una gran culebra, coronado de la copa erizada como de una cresta. [...] Entre los dragos más insignes por su corpulencia, siempre tendrá el primer lugar el del jardín de Franchy en la villa de la Orotava, cuya circunferencia es de 25 palmos, y entre los gajos de cuya copa hay una mesa con asientos para catorce personas. Los ingleses abrieron en Londres una lámina de este árbol. Igualmente ha dejado fama en Gran Canaria otro bello drago, en cuyo tronco, ya socavado, se acogía una yunta de bueyes.

                2-ii-1802 (1976) Guerra Diario i (p.86): Hablóse de la fábrica del jabón, de la utilidad de la leña de los cardones, de los dragos que pueblan la montaña entre Garachico y Buenavista, del aceite de tártago y sus virtudes. El marqués dijo que esta planta se llama en botánica palma christi, y también higuera del infierno. 1828-73 (1994) Álvarez Rixo Anales del Puerto de la Cruz (p.474): Los días 7, 8 y 9 ventó fuertemente del sureste que causaron mucho daño en los campos y no obstante estar apuntalado con cinco o seis vigas de tea los restos del famoso y corpulento drago de la villa de La Orotava, el temporal acabó por derribar y destruir lo que aún restaba como muestra de pasada frondosidad. 7-viii-1867 (2000) Ruiz Estancia en Tf (p.79): Existe un árbol en estas islas al que llaman Drago. Ignoro la etimología de este nombre, aunque hay quien supone que proviene de haber observado en el corazón de su tronco una cosa parecida a la figura de un dragón; sea lo que quiera, es lo cierto que existen bastantes árboles de esta clase en las islas, los cuales, durante los meses de calor, destilan una sustancia roja que se denomina sangre de drago y que es muy buscada como medicinal, siendo también muy útil para las encías, por cuya razón entra generalmente en la composición de toda clase de polvos dentríficos. 1880 (1995) Berthelot Árboles y bosques (p.31): Existía aún en Tenerife, en un jardín de la villa de la Orotava, una de las maravillas más estupendas de la creación. Era el viejo Drago del jardín de Franqui, que se elevaba junto a la habitación que yo ocupaba en la época de mi primera residencia en Canarias, en 1820. 1895 (1991) Navarro Recuerdos (p.47): [...] la milagrosa imagen de la Virgen, aparecida desde remotos tiempos en un pino entre dos esbeltos dragos. 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.86): Aunque ligeramente haremos mención del famoso drago de la Orotava [...].

                1904 Delgado ¡Vacaguaré...! (p.7): [...] en su brazo izquierdo lucía sus encendidos colores la rodela de drago. 1911 (1994) Bethencourt Alfonso Historia ii (p.392): [...] después de la batalla de Acentejo algunos de los armados con espadas del despojo que recogieron, de nuevo emplearon el escudo, que apellidaban tarhas (tarjas) según los autores. Hacíanlos de madera de drago, ligera, fibrosa y a propósito para el objeto, de forma cuadrilonga, con un par de abrazaderas fuertes de corrial. 1912 (1997) Bethencourt Alfonso Historia iii (p.73): También hay que recordar que todo este territorio estaba poblado de tupido monte alto de pinos, escobones, hayas, follados, brezos, palmeras, dragos, almácigos, sabinas y otras plantas arbóreas, presentando hacia el perímetro de la zona costeña, especialmente en el Sur, tal cual mancha de monte bajo de cardones, zarzales, sabinas, tabaibas, berodes, etc., de lozano desarrollo. 1932 Crosa Folías (p.38): Los dragos de Tenerife/ aun lloran gotas de sangre/ por una raza que ha muerto;/ por la raza de los guanches. 1952 (1964) Laforet La isla (p.131): Marta tenía la cabeza apoyada en el tronco del drago. Es un árbol de siglos, casi humano. [...] suelta sangre como la carne de los hombres al herirse. 1952 Tarquis Tradiciones (p.81): Es, pues, extraño que sobre el pino Santo de Teror vivieran dragos, aunque fuera en las viejas concavidades de su tronco, en donde el viento hubiera depositado alguna cantidad de tierra que sirviera para que germinaran los dragos.

¨La primera documentación que ofrece Corominas de este significado de la palabra drago remonta al año 1706 (dcech ii, s.v. dragón), por lo que los textos aquí recogidos adelantan en varios siglos esa datación. El corde ofrece ejemplos de sangre de drago en una serie de textos médicos, desde c1381-1418, lo que da idea de que el árbol debía ser conocido ya en el siglo xiv. En América figura también pronto la locución sangre de drago en un documento de 1556 (Boyd-Bowman), y drago está en Ayala (entre 1751-1777): «este es un árbol grande, duro y de corteza desigual. Sus ojas son largas, símiles a la oja de una espada, los frutos pequeños de color zerúleo, y de gusto áccido. De este árbol se saca por incisión una goma resinosa friable, muy rubia, y de un sabor dulce y adstringente, que llaman sangre de drago, cuyas virtudes se explican en esta palabra». De ahí que la Academia, en el Dicc. de Autoridades iii, afirmara que este árbol «críase con gran abundancia en las Indias Orientales y Occidentales, y también se hallan algunos en Ceuta». Solamente a partir de la edición del drae-1817 se empieza a hacer referencia al archipiélago («s.m. Arbol como de catorce pies de alto, con el tronco bastante grueso, cilíndrico, meduloso, y que termina en una copa grande, formada de las hojas que son de figura de espada muy largas, enteras y puntiagudas: en medio de ellas echa una especie de panoja larga, ramosa y llena de flores muy pequeñas, y el fruto de color amarillo y del tamaño de las cerezas. Se cría en varias partes de América y en las islas Canarias, de donde se trae la sustancia llamada sangre de drago, que fluye de su tronco en tiempo de canícula. Dracoena draco»), para más tarde afirmar que «A la forma del tronco, semejante a una culebra, y terminado por la cresta erizada de la copa, se atribuye el nombre de este árbol originario de Canarias, del cual, mediante incisiones, se obtiene la resina llamada sangre de drago que se usa en medicina» (drae-1899). Los datos académicos fueron tomados por los distintos diccionarios publicados durante el siglo xix y principios del xx, que coinciden en señalar que se trata de un «árbol de América y de Canarias» (véanse, entre otros, Núñez de Taboada (1825), Salvá (1846), Domínguez i (1853), Gaspar y Roig i (1853), Zerolo et ál. i (1895), Toro y Gómez (1901), Pagés ii (1902), Toro y Gisbert Pequeño Larousse (1912), Alemany (1917) y Rodríguez Navas/Carrasco (1918)). Pero esta referencia al archipiélago se pierde en la definición del drae-92, aunque otras obras lexicográficas recientes, como el dea i, siguen conservándola («Árbol de gran tamaño, típico de Canarias [...]»). La savia de este endemismo macaronésico, que se encuentra de forma silvestre en las islas de Gran Canaria, La Palma y Tenerife, fue aprovechada por los indígenas para obtener «tintes y pócimas medicinales, especialmente para curar las heridas de la boca y fortalecer las encías, y este empleo fue transmitido luego a los primeros navegantes atlánticos» (gec v). Quizá fue esta la causa por la que en América se aplicó este nombre a otras especies similares. Alcedo, en 1789, señalaba cinco variedades, «todas propias de América»; Alvarado, en 1929, afirmaba que se trataba de una leguminosa del género Pterocarpus de la que «Por incisiones de su corteza extráese un líquido de un rojo oscuro, astringente como la legítima sangre de drago, con cuyo nombre se conoce»; Santamaría Dicc. mejicanismos la identificaba con la planta euforbiácea Jatropha spatulata, «nativa de la altiplanicie mejicana», mientras que en Colombia se llama así a otro árbol euforbiáceo, el Croton sanguineus (Morínigo); en Cuba es sinónimo de «ceibón (Bombax emarginatum)» (Haensch/Werner Dicc. español de Cuba), aunque como cultivo ornamental también se conoce el Drago de Canarias (Rodríguez Herrera i).

 

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