6.ª Entrega (febrero de 2019)
Versión del 15/02/2019
Equipo Real Academia Española
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malariano, a adj. (1891-)
malariano
Etim. Probable calco del inglés malarian, adjetivo atestiguado en esta lengua al menos desde 1834, y este, a su vez, de malaria y -an (véase OED, s. v. malarian).

Este adjetivo, raro, se documenta por primera vez, con la acepción 'perteneciente o relativo a la malaria', en 1891, en La fiebre amarilla en el interior de Colombia de L. Cuervo Márquez y posteriormente, en 1901, en una noticia de autoría anónima que se hace eco de la detección de mosquitos vectores de la malaria en Roma, publicada en el Diario Oficial de Avisos de Madrid (Madrid). Se atestigua también en 2015, fecha en la que se registra en un buen número de fragmentos que forman parte de un trabajo de Grado, defendido por J. C. Montaño en la Universidad del Valle (Cali), sobre la historia de las pestes en tierra caliente; en este texto académico, se documenta el adjetivo malariano como modificador de enfermedad o mal

  1. adj. Med. Perteneciente o relativo a la malaria.
    docs. (1891-2015) 9 ejemplos:
    • 1891 Cuervo Márquez, L. Fiebre amarilla p. 61 Co (BD)
      La fiebre amarilla no es una enfermedad paludosa: las condiciones etiológicas de su desarrollo que demuestran que se presenta fuera de toda influencia malariana y que falta en terrenos paludosos [...].
    • 1901 Anónimo "Noticia mosquitos malaria" [02-01-1901] Diario Oficial de Avisos de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      Aunque nunca había sufrido malaria ni habitado en las comarcas malarianas, hoy padece el hijo del Sr. Manson una infección malaria muy acentuada, del tipo terciario doble, y el examen microscópico ha demostrado la presencia de numerosos parásitos en sangre.
    • 1915 Cuervo Márquez, L. Geografía médica p. 119 Co (BD)
      Pero, de un estudio analítico de los síntomas de la Malaria se vé que pueden reducirse sus grandes manifestaciones á un cierto número de grupos que sirvan de núcleo para reunir en ellos la mayor parte de las afecciones malarianas.
    • 2015 Alegría Montaño, J. C. Historia pestes p. 108 Co (BD)
      En los fondos pedregosos decimonónicos el espacio psicológico ciertamente se ha superpuesto a los espacios abiertos, a las ciénagas y valles profundos, más tal ruptura igualmente se ha dado en torno a la formulación etimológica sobre las pestes, pues esos viejos principios sobre la fetidez, los miasmas y la podredumbre han sido relegados ante las teorías palúdicas, malarianas, químicas y toxhémicos, y ante los preceptos teóricos congénitos y hereditarios de la enfermedad.
    • 2015 Alegría Montaño, J. C. Historia pestes p. 232 Co (BD)
      Sin embargo este lenguaje no estará aplicado exclusivamente a los males parasitarios de la tierra caliente, pues en las enfermedades humorales y malarianas, en las crónicas y congénitas, el mal patológico se desplaza simultáneamente, ya sea a partir de la irrupción y penetración de un tejido a otro, de la afección gracias a la vecindad de un órgano afectado como en el caso de los males malarianos, la sífilis, la siringomielia, el beri-beri; otras se movilizan no solo en el espacio orgánico, sino en el temporal, como el cáncer, la sífilis congénita y la elefantiasis.
    • 1891 Cuervo Márquez, L. Fiebre amarilla p. 61 Co (BD)
      La fiebre amarilla no es una enfermedad paludosa: las condiciones etiológicas de su desarrollo que demuestran que se presenta fuera de toda influencia malariana y que falta en terrenos paludosos [...].
    • 1901 Anónimo "Noticia mosquitos malaria" [02-01-1901] Diario Oficial de Avisos de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      Aunque nunca había sufrido malaria ni habitado en las comarcas malarianas, hoy padece el hijo del Sr. Manson una infección malaria muy acentuada, del tipo terciario doble, y el examen microscópico ha demostrado la presencia de numerosos parásitos en sangre.
    • 1915 Cuervo Márquez, L. Geografía médica p. 119 Co (BD)
      Pero, de un estudio analítico de los síntomas de la Malaria se vé que pueden reducirse sus grandes manifestaciones á un cierto número de grupos que sirvan de núcleo para reunir en ellos la mayor parte de las afecciones malarianas.
    • 2015 Alegría Montaño, J. C. Historia pestes p. 108 Co (BD)
      En los fondos pedregosos decimonónicos el espacio psicológico ciertamente se ha superpuesto a los espacios abiertos, a las ciénagas y valles profundos, más tal ruptura igualmente se ha dado en torno a la formulación etimológica sobre las pestes, pues esos viejos principios sobre la fetidez, los miasmas y la podredumbre han sido relegados ante las teorías palúdicas, malarianas, químicas y toxhémicos, y ante los preceptos teóricos congénitos y hereditarios de la enfermedad.
    • 2015 Alegría Montaño, J. C. Historia pestes p. 157 Co (BD)
      Medicina tropical franco-norteamericana, médica naval y colonial francesa, patología exótica inglesa y alemana; bajo el nombre de enfermedades tropicales entonces se agruparán toda una variedad de dolencias y fenómenos patológicos: paludosa, tifoidea, malariana, tuberculosa, pían, tifo, fiebres perniciosas, fiebre amarilla, biliosa y otras tantas lecciones de los tejidos y diversas deformidades anatomatológicas, y desde luego, el raquitismo y la anemia tropical, nueva panacea del terror; a las que algunas décadas después en 1936 el médico Laurentino Muñoz agregaría, la locura, afecciones venéreas y la prostitución para completar así su museo macabro de lo atroz en su Tragedia Biológica del pueblo colombiano.
    • 2015 Alegría Montaño, J. C. Historia pestes p. 232 Co (BD)
      Sin embargo este lenguaje no estará aplicado exclusivamente a los males parasitarios de la tierra caliente, pues en las enfermedades humorales y malarianas, en las crónicas y congénitas, el mal patológico se desplaza simultáneamente, ya sea a partir de la irrupción y penetración de un tejido a otro, de la afección gracias a la vecindad de un órgano afectado como en el caso de los males malarianos, la sífilis, la siringomielia, el beri-beri; otras se movilizan no solo en el espacio orgánico, sino en el temporal, como el cáncer, la sífilis congénita y la elefantiasis.
    • 2015 Alegría Montaño, J. C. Historia pestes p. 190 Co (BD)
      La seroterapia del sabio Carrasquilla experimentada en el célebre Leprocomio Agua de Dios para eliminar los gérmenes lazarinos que padecen los allí recluidos, y usada por el Dr. Gutiérrez y Arango para combatir los parásitos de los tíficos y tuberculosos; baños de vapor de agua y mercurio para el virus sifilítico y purgantes, vómitos, expectores y eliminadores: aceite de ricino, raicilla, maná, quina, sen sulfato de quinina, bromhidrato, tanato y clorhidro sulfato de quina para los males palúdicos y malarianos.
    • 2015 Alegría Montaño, J. C. Historia pestes p. 239 Co (BD)
      En este orden de ideas, el paludismo, los males malarianos, también se familiarizan con algunos delirios y perturbaciones de tipo nervioso, con la psicosis sistemática y errores morales, e incluso con el furor homicida; así como la sífilis congénita, la sífilis y la lepra no manifiesta o loa sujetos predispuestas a ellas, sienten cierta inclinación a las depresiones maniacas y melancólicas, al alcoholismo y la prostitución. Jiménez López y el perito Luís Zea Uribe encontraron tal relación en el caso de un homicida maniaco depresivo a causa de un antecedente palúdico en su niñez.
    • 2015 Alegría Montaño, J. C. Historia pestes p. 232 Co (BD)
      Sin embargo este lenguaje no estará aplicado exclusivamente a los males parasitarios de tierra caliente, pues en las enfermedades humorales y malarianas, ya sea a partir de la irrupción y penetración de un tejido a otro, de la afección gracias a la vecindad de un órgano afectado como en el caso de los males malarianos, la sífilis, la siringomielia, el beri-beri; otras se movilizan no solo en el espacio orgánico, sino en el temporal, como el cáncer, la sífilis congénita y la elefantiasis.

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