16 La preposición. La conjunción. La interjección

16.2 La conjunción

16.2.5 las conjunciones adversativas

16.2.5.1 La conjunción pero. Mediante ella se contraponen dos ideas, una de las cuales —y a veces las dos— no se formula de manera expresa, sino que se infiere de lo que se dice. De este modo, si acerca de la eventual contratación de un jugador de fútbol se dice Es muy bueno, pero tiene muchas lesiones, se deducen dos ideas contrarias: de Es muy bueno se infiere ‘Deberíamos contratarlo’, y de tiene muchas lesiones, ‘No deberíamos contratarlo’. Puede introducir oraciones (Es tarde, pero llegaremos a tiempo) y grupos sintácticos diversos (Es listo, pero algo vago).

La conjunción mas, equivalente a pero, es propia de la lengua escrita en estilo formal y arcaizante: Acudí pronto, mas no te hallé.

16.2.5.2 La conjunción sino. Da lugar a construcciones adversativas de otra naturaleza. El primer segmento es negativo y refuta una opinión expresa o implícita. El segundo segmento introduce una corrección o matización. Así, en el ejemplo Iván no es inteligente, sino listo, la primera parte rechaza la opinión de quien sostiene o podría sostener que Iván es inteligente. El segundo segmento, al tiempo que corrige, matiza la cualidad de Iván.

La corrección puede efectuarse sobre distintos grupos: nominales (No fue Pedro, sino su hermano), adjetivos (No es azul, sino gris) o adverbiales (No sucedió ayer, sino anteayer). Cuando se corrigen oraciones de verbo en forma personal, sino se antepone en el español actual a la conjunción que (No lo hago por capricho, sino que es una necesidad para mí).

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    Nueva gramática básica de la lengua española [en línea], https://www.rae.es/gramática-básica/la-preposición-la-conjunción-la-interjección/la-conjunción/las-conjunciones-adversativas. [Consulta: 30/06/2024].

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