Tesoro de los diccionarios históricos de la lengua española

abortado

Diccionario histórico de la lengua española (1960-1996)

abortado, da. (Del p. p. de abortar.) adj. Abortivo, nacido a destiempo. Ú. m. c. s. m.

c1400? Quatro Dotores (1897) 60,9: E aun corrió por semejable linpieza de la rresureçión de los muertos, [...] maguer que aya dexado dubda, a los non entendientes, de los abortados. a1485 GASANTA MARÍA Evangelios (1908) 393, 8: (Apareció a mí como a abortado) [...] Llámase abortado: por que abortado se llama lo que nace fuera del tiempo deuido, o el que con fuerça es sacado del vientre; e assí fue el apóstol, por quanto los otros fueron otra vez nacidos ante dela venida del spiritu sancto, e él después. 1495 NEBRIJA: Abortado en esta manera: abortiuus, a, um. a1553 Biblia Ferrara (1661) Job 3,15: ¿Por qué no de vulva morí? ¿De vientre salí y transiérame? [...] Porque agora yaziera y sossegara, durmiera [...] O como abortado escondido no fuera, como chiquitos que no vieron luz. [Scío: O como aborto que se oculta no subsistiría.] Ibíd. Salm. 58,9: Como caracol de defleymiento ande, como abortado de muger que no vieron Sol.

2. Que malpare o ha malparido. Ú. t. c. s. f.

1400-1590 Ordenanzas Toledo (1858) 7: Todo señor que su ganado vendiere antes que para, que eche el tercio en tierra por erradas e por abortadas. 1929-30 ALBERTI, R. Sermones y moradas (1934) 350: Este fue uno de los enterrados con el reloj de plata en el bolsillo bajo del chaleco [...] para que a las seis en punto las vacas abortadas corrieran a estrellarse contra el furgón de cola de los trenes expresos.

3. Que fracasa; malogrado, frustrado, imperfecto. Ú. t. c. s.

1536 SALAZAR, D. Tratado De re militari 66: Nuestra ordenança [...] se puede quexar de vos que auéys hecho vna cosa abortada y no vna figura perfecta. 1879-90 CAMPOAMOR Poética (1902) 355: Yo sólo me he ocupado poco caritativamente de la prosa cuando he visto fustigado el verso por escritores que supongo que serán unos poetas abortados. 1892 CLARÍN El Señor (1919) 77: En las letras contemporáneas [...] brillan por algún tiempo jóvenes de gran talento, de alma exquisita, promesas de genio, que poco a poco se cansan [...]. Un crítico perspicaz, fijándose en tal fenómeno, ha creído explicarlo atribuyéndolo a la poca fuerza de esas almas, genios abortados, superiores en cierto sentido [...] a los mismos genios. 1900 REYLES, C. La Raza de Caín 202: Yo también, aunque no lo quiera y me rebele, soy un caído, un abortado.

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