claro

Inéditos Diccionario histórico de la lengua española (1933-1936)

También en esta página: DHECan

Diccionario histórico del español de Canarias

También en esta página: Inéd. 1933-1936

claro, ra

claro, ra. adj.

~s del día. loc. sust. pl. Amanecer o aurora.

13-xii-1865 Jable (El Eco del Comercio, p.4): Apenas se dejaron ver los claros del día, se dió orden de hacerse á la mar el vapor de guerra «La Boldroque» [...]. 14-viii-1896 Jable (La Opinión, p.3): Los tiradores nocturnos se retiraron al ver venir los claros del día, sin esperar que se les hiciese el saludo de ordenanza, internándose en la manigua.

4-ix-1911 Jable (Diario de Tenerife, p.2): Cuando ya comenzaban los primeros claros del día, me hallaba yo en cubierta envuelto en mi gabán. 28-ix-1930 Jable (Gaceta de Tenerife, p.1): [...] el miedo a los del otro mundo ─cosa que debe desechar todo creyente─, hizo caerle al suelo, perdiendo la razón, el conocimiento y sufriendo un prolongado síncope se durmió hasta los claros del día en la eternidad aparentemente. 1-vi-1934 Jable (Hoy i, p.3): A las cuatro empezará la gran verbena, y a las diez de la noche se efectuará el concurso entre las señoritas asistentes a la fiesta, para la elección de la señorita «Miss Verano 1934», continuando después la verbena hasta los claros del día [...]. 1953 (1967) Puerta Monólogos (p.63): Dende los claros del día/ me tengo que alevantar./ L'echo la yerba al ganado/ pego dispués a ordeñar. 1957 (2001) Navarro Correa Habla Valle Gran Rey (p.46): Claros del día (a los).- Al amanecer, al aclarar el día.

¨Es una expresión no necesariamente circunscrita a Canarias, aunque tenga quizá aquí una mayor frecuencia de uso. Así, por ejemplo, en Murcia, según Gómez Ortín, claros es «Luz o claridad, especialmente la de la mañana», y los primeros claros son el «Crepúsculo matutino, alba o alborada», y los últimos claros, lo contrario, «Crepúsculo vespertino, anochecer». En el corde se recoge un texto del cubano José Martí, tomado de La Edad de Oro (1889): «Y a paso de moribundo se fue animado al charco a los claros del día», y otro de las Estampas de caza mayor. (Monterías de reses en Extremadura) (1954), de Antonio Cuéllar Gragera: «En uno de esos claros del día pude divisar a mis compañeros de armada y el campo que tenía delante».