corriente

corriente, corryente. (La segunda acep. del port. corrente, por préstamo semántico). f. Inclinación que permite el rápido discurrir del agua.

                6-x-1514 (1965) Acuerdos del Cabildo de Tf iii (38, p.51): Cometieron al mayordomo, J.Núñez, que cojese un onbre que visite las aguas de los dornajos, para que los tenga linpios de cieno y suciedad y que adobe las corrientes y canales.

                29-xii-1803 (1976) Guerra Diario i (p.224): Yo he venido ayer por la tarde de La Laguna. En el mismo día hice traer de allá algunos palos y ripia para formar un falso en el tejado del corredor de esta casa, el cual se moja en la actualidad por falta de corriente. 25-x-1806 (1976) Ibídem (p.321): Esta tarde se ha vuelto a Santa Cruz el maestro pedrero Josef Bayona, quien ha trabajado aquí once días en el tejado y albeo de las paredes de esta casa, habiéndose hecho un falso, para dar corriente al agua, cuya composición ha dirigido el maestro portugués Manuel de Sosa, quien vino también de Santa Cruz con dos oficiales de carpintería.

¨Con esta acepción sigue siendo palabra de uso habitual (vid. el decan i). Según muestra el citado diccionario, con el significado de «Movimiento de traslación continuado de una masa de materia, como el agua, el aire o la electricidad», se utiliza popularmente con el género masculino: el corriente. Pese a las fechas, parece muy probable que esta acepción sea más antigua que la segunda, pues se basa en el significado general que tiene la palabra en español.

2. En los ingenios de azúcar: Caja o canal de madera inclinado donde caía la miel que no llegaba a cristalizar en las formas.

                29-vii-1507 (1974) Protocolo de J. Ruiz de Berlanga (73, p.76): Gonzalo Fernández y Pero Lorenzo, aserradores, se obligan a hacer a Hernando del Hoyo 24 docenas de tablas para furos y corrientes de su ingenio [...]. 2-iv-1527 (1990) Protocolos de B.Justiniano i (1156, p.399): Elvira Díaz, vecina, mujer de Pedro de Lugo, difunto, arrienda a Doménigo Rizo, mercader genovés, estante presente, los bienes siguientes: [...] la mitad del ingenio de moler cañas de azúcar con casas de calderas, de purgar, casas de morada, casas de mieses, graneles, cocina, despensa, «establerías», formas, sinos, andamios, corrientes, prensas, ejes, calderas de cobre, tachas y otros pertrechos y aparejos pertenecientes al ingenio según le pertenecen por la partición entre ella y su hija. 30-vii-1527 (1990) Protocolos de B.Justiniano ii (1615, p.571): Recibe la casa de purgar con sus andamios, furos y corrientes en tal manera que en la casa no haya cosa vacía sino que está llena de los andamios de alto abajo. [...] Recibe la casa de refinar en la que hay una caldera grande de cobre, dos tachas de cobre asentadas sobre una hornalla, dos tinas grandes de palo y sus andamios en que purgan los sinos de la panela, con sus corrientes y canalejas por donde va la remiel de la casa de refinar al tanque de la remiel. 11-ix-1527 (1990) Ibídem (1921, p.711): El Licenciado Cristóbal de Valcárcel y su mujer Doña Isabel de Lugo, con su licencia, arriendan a Doménigo Rizo [...] la mitad del ingenio de moler cañas de azúcar con casa de calderas, de purgar, de refinar y todo lo que está en el ingenio con las formas, sinos, andamios, corrientes prensas, ejes, calderas, tachas y otros pertrechos [...]. 3-ix-1546 Viña et ál. Documentación azucarera («Escritura de arrendamiento e inventario. La Orotava (Tenerife)», fol.365v): Otrosi tenia la dicha casa de purgar treynta e tres andamios con sus corrientes e canales e furos. 5-vii-1578 Ibídem («Inventario del ingenio de Taganana (Tenerife)», fol. 178v): Primeramente diez y seys andamios de madera de purgar açucar con dozientos y ochenta y ocho furos e corrientes. 4-ii-1584 (1978) Aprecio de ingenio y casas (p.300): Memoria de los apresios que se an hecho por los ofisiales nombrados por los señores partidores son los siguientes de albaneria y carpinteria. [...] ─treynta y seis andamyos con corryentes y furos a tres ducados por andamyo.

¨En portugués, corrente presenta la misma definición: «Espécie de caixa de madeira, com o fundo furado, onde cai a calda da cana que não chegou a coalhar-se (nos engenhos de açúcar)» (Figueiredo i). También recoge corrente de pau, Nunes Nunes (p.722), como «Espécie de canal ou calhas de madeira inclinadas, onde cai o mel, que escorre das formas na purga da açúcar», con una primera documentación en Madeira, en 1535.

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