ditado

Inéditos Diccionario histórico de la lengua española (1933-1936)

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ditado

 

ditado. m. Apodo o mote.

                1895 (1991) Navarro Recuerdos (p.50): Mie que yo no me llamo María Torno, sino Necolasa Corujero; y que a mí nenguno me pone ditaos, y no me ejo sopetiar y estrujar por naiden.

                1924 Millares Léxico de GC (p.57): Dichete.- Es deformación de «dictado» y significa apodo, sobrenombre. A Damasito le llaman por ditado el sargo. c1950 (1991) Benítez Notas (p.151, n.56): El canarismo ditaos no es de uso corriente sino entre las clases populares. La expresada voz es una corrupción de la castellana dictado ([...] derivada de dictare; participio pasivo del latín: dictatus) en la acepción «calificativo aplicado a una persona», que en el caso del canarismo que nos ocupa es de índole burlona o deprimente, «el nombrete» que se dice en nuestras islas, que viene a ser sinónimo de sobrenombre en su segunda acepción, «calificativo con que se distingue especialmente a una persona». 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.16): De su mujer, «cha» Candelaria, la de Rosiana, con decir que desde polloncitas cargó con el ditado de la Cordera, se lo dejo dicho todo. Ibídem (p.203): Se dio la vieja sus vueltas y a los dos días estaba admitido en el taller de maestro Juan Garepa, ditado que le pusieron porque algunas cosas el ron, el virginio, del que siempre le colgaba una mariposa churreada de sarro, y su mujer ¡decían...! lo fueron virando así como socate y quebrándole la color hasta dejarlo semejante al livianito y descolorido elemento que él iba sacándole al pinzapo a golpes tranquilitos de garlopa. Ibídem (p.219): Pasaba yo estos quebrantos de amor cuando coincidí una tarde en cierto timbeque del Camino Nuevo con Martín el Brusco, un matón de fama, al que también se conocía por los ditados de Martinete el Sangrador, porque tenía una piña como la patada de un mulo, que si le fallaba sustituía veloz por una navaja cuyo acero picaba la cuarta y media.

¨E. Benítez Inglott, en el texto arriba reproducido, explica muy bien el porqué de este uso en Canarias. Formalmente se trata de un arcaísmo. Hoy ha decrecido mucho su presencia en el habla popular.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

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