esclerotizado

Se documenta por primera vez, con la acepción de '[tejido u órgano] afectado por esclerosis (| enfermedad crónica consistente en el endurecimiento patológico de un órgano o de un tejido del cuerpo humano, como la piel o el intersticial del pulmón, a causa de un exceso de acumulación de nuevas fibras de tejido conectivo, frecuentemente debido a un aumento del colágeno)', en 1860, en la traducción anónima del Tratado de las enfermedades venéreas del médico francés Leon Simon y, desplazado por su rival esclerosado, no deja más huella, con este valor, que la que ofrecen dos artículos publicados en 1877 en La Gaceta de Sanidad Militar (Madrid). A partir de 1968, en un artículo publicado en La Vanguardia (Barcelona),se registra la acepción metafórica '[persona, institución o asunto] que ha detenido su avance o progreso, o que es incapaz de evolucionar', un valor que comparte con su sinónimo esclerosado. Restringida al campo de la zoología, se atestigua en 1987, en Plagas y enfermedades de carácter epidémico en cultivos frutales de la región centroamericana, de J. Pinochet, con el valor de '[parte del cuerpo de un artrópodo] endurecida por la presencia de una cutícula gruesa, quitinosa o calcárea'. Y circunscrita al ámbito de la botánica, se documenta la acepción de '[tejido o fibra vegetal] constituido por células muertas cuyas membranas se han endurecido y engrosado' en 1989, en El litoral mediterráneo español de F. Llobera Serra y F. Valladares Ros.