heptacordio

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'instrumento musical de la familia de las liras y las cítaras que consta de siete cuerdas', en 1589, en los Diálogos familiares de agricultura cristiana de J. Pineda en 1589. Pineda utiliza este vocablo con un sentido metafórico, al equipararlo a las cuerdas de un salterio universal, con siete cuerdas correspondientes a la humanidad, que se encuentran en relación con las tres cuerdas de la ininteligible armonía de la Trinidad teológica. Se consigna en el Diccionario nacional de Domínguez en 1847; si se compara la frecuencia de la documentación léxica de heptacordio con la de los sinónimos heptacordo y heptacorde, se comprueba que, en proporción, heptacordio goza de más testimonios fuera de los repertorios lexicográficos. Con la acepción de 'intervalo de séptima en la escala musical' se documenta al menos desde 1550, año en que se imprime el Arte Tripharia de Música de J. Bermudo; con este valor el vocablo se registra durante los siglos XVII y XVIII, si bien, al caer en desuso esta terminología, pues se sustituye por los términos séptima (mayor y menor), desaparece del uso corriente para quedar relegada fundamentalmente a contextos relativos a la historia de la música. Los repertorios lexicográficos que recogen heptacordio se limitan a remitirla a la voz heptacordo. En sus acepción de 'sistema musical compuesto por siete notas' es la voz más habitual, se localiza por primera vez en 1613, en el Melopeo y el maestro de P. Cerone. Esta acepción mantiene su vigencia hasta la actualidad y se documenta tanto en los repertorios lexicográficos como en otro tipo de obras, fundamentalmente en textos especializados en las disciplinas musicales. Como adjetivo, con el valor de '[instrumento] que consta de siete cuerdas', se documenta muy escasamente: su primer testimonio remite a 1861, en la traducción al español de la Historia de la literatura griega del francés P. A. Pierron.

Con la acepción de 'especie de bajo de viola imaginado por Raoul y construido por el fabricante Villaume en 1828' se registra únicamente en el Diccionario técnico de la música de Pedrell, en 1894. Es el heptacorde un instrumento musical ideado por J. M. Raoul en 1828, del que dio noticia en la Revue musicale de París de ese mismo año, donde explica los motivos que le llevaron a crearlo, sus características organológicas, y donde, a su vez, expone por qué no le aplica el nombre de viola y adopta el de heptacorde, con el que definitivamente lo bautiza (J. M. Raoul, "Notice sur l'Heptacorde, ou basse de viole perfectionnée, par J. M. Raoul", Revue Musicale, p. 58: "Encouragé par un premier essai, j'ai  voulu, par un second, obtenir mieux encore  et l'instrument, qui est l'objet de cette notice, établi par M. Vuillaume, que ses connaissances et le fini de son travail mettent au rang de nos meilleurs luthiers; cet instrument, dis-je, a réalisé mes espérances.  L'heptacorde est donc la basse de viole perfectionnée. [...] Si l'on me demande pourquoi j'ai changé le nom de celleci, je répondrai que les violes n'entrent plus dans notre système instrumental; que cette dénomination n'a d'ailleurs rien de caractéristique, tandis qu'il est constant que les Grecs connurent l'heptacorde, auquel ils donnèrent la préférence sur tous les autres instruments").