pulmónico

Se documenta por primera vez, con la acepción 'que tiene alguna enfermedad de los pulmones', en 1607, en el Tesoro de las dos lenguas francesa y española de Oudin, pero ha de pasar más de un siglo para que deje las páginas de los diccionarios bilingües y se registre en algunos textos médicos. En 1704, en la Nouvelle grammaire de la langue espagnolle de Perger, empieza a atestiguarse esta palabra como sustantivo, como 'persona que tiene alguna enfermedad de los pulmones', pero de manera muy ocasional. Poco después (1736), se documenta por vez primera como 'perteneciente o relativo a los pulmones', en el primer tomo del Uso y abuso de el agua dulce potable, de J. Ortiz Barroso; con este significado el uso de esta palabra languidece ya en el siglo XVIII, ante el dominio de pulmonar. Finalmente, pulmónico se localiza en un solo texto, un anuncio publicado en La Nación (Madrid) en 1854, con el valor de 'que combate alguna enfermedad de los pulmones'.