El artículo determinado. Las formas lo, al, del

USO DEL ARTÍCULO DETERMINADO

La presencia del artículo determinado sirve para hacer referencia a un elemento ya conocido, bien porque ha aparecido anteriormente en el discurso (valor anafórico):

Vi una colección de bonsáis en el botánico. Los bonsáis están perfectamente cuidados,

bien porque se trata de realidades cercanas en el espacio o en el tiempo:

Prohibido pisar el césped; Nos vemos el día cinco,

de algo inconfundible por consabido:

Fui a la boda (los interlocutores saben de qué boda se trata),

o de seres únicos en su especie: el sol, la luna.

EL ARTÍCULO NEUTRO LO

Forma y función. La forma neutra lo no presenta variación de número (los es siempre el plural del artículo masculino el).

No puede combinarse con sustantivos, puesto que en español no hay sustantivos neutros. Encabeza grupos nominales que hacen referencia a entidades no animadas y se combina con adjetivos, construcciones de relativo, grupos preposicionales, etc.:

Tenía lo imprescindible para vivir; No me gusta lo que pinta este artista; Quiere lo mío, lo tuyo y lo de los demás.

Construcciones enfáticas y concordancia. El artículo lo puede dar lugar a construcciones enfáticas, como ¡Lo difícil que es este problema!; ¡Lo bien que salió todo!

Cuando, dentro de ellas, encabeza ciertas expresiones de carácter superlativo, pueden surgir dudas en cuanto a la concordancia. En tales casos, existen dos posibilidades:

Las explicaciones del ministro han sido de lo más contradictorio o Las explicaciones del ministro han sido de lo más contradictorias.

En la primera, el adjetivo concuerda con lo; en la segunda, lo hace con explicaciones. Aunque predomina en el uso la primera, ambas soluciones son válidas.

LAS FORMAS CONTRACTAS AL Y DEL

Existen en español dos formas contractas, al y del, que resultan de la combinación del artículo el con las preposiciones a y de, con la correspondiente fusión de las vocales en contacto: la subida al puerto, la salida del teatro, la entrada al aula, el vuelo del águila.

La contracción debe realizarse siempre que aparecen las correspondientes secuencias, con algunas salvedades en la lengua escrita:

• No se realiza cuando se trata de nombres propios (sobre todo topónimos) o títulos de obras de los que el artículo forma parte:

un personaje de El señor de los anillos, la soledad de El Escorial, un viaje a El Cairo.

Estos casos son diferentes de aquellos otros en los que el artículo, a pesar de preceder habitualmente al nombre propio, no forma parte de él:

viaje al Río de la Plata, la provincia del Chaco, los habitantes del Bierzo.

Por esta razón, no son correctas expresiones como unas páginas de El Quijote o el autor de El Lazarillo, ya que esos no son los auténticos títulos de las conocidas obras. Lo adecuado es unas páginas del Quijote o el autor del Lazarillo.

• Tampoco se hace la contracción cuando se interpone un signo de puntuación, como comillas o paréntesis:

El ministro se hizo eco de «el inmenso dolor» de las víctimas.

• Puede ocurrir que aparezcan dos contracciones idénticas una a continuación de la otra:

Le traigo esto de parte del del bigote; El enfado del del bar era tremendo.

Para evitar una coincidencia poco eufónica, se recomendaba utilizar en estos casos uno de estos dos recursos:

–Recuperar el sustantivo omitido:

El enfado del dueño del bar era tremendo.

–Deshacer una de las dos contracciones:

El enfado de el del bar era tremendo.

A pesar de ello, no se considera estrictamente necesario acudir a estos recursos, sobre todo al segundo, ya que la doble contracción es hoy frecuente en los textos y también se considera válida. Aun así, se recomienda no abusar de ella.

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    El buen uso del español [en línea], https://www.rae.es/buen-uso-español/el-artículo-determinado-las-formas-lo-al-del. [Consulta: 30/06/2024].

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