Los números arábigos

LA NUMERACIÓN ARÁBIGA

El sistema arábigo de numeración cuenta con diez signos llamados dígitos (0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9), cuyo valor se determina por la posición que ocupan dentro del número representado. Así, en 776 el primer dígito equivale a 700; el segundo, a 70, y el tercero, a 6.

Es el sistema más extendido y utilizado en la actualidad, ya que presenta la ventaja de poder generar con muy pocos signos, de forma inequívoca y concisa, una serie ilimitada de números.

ORTOGRAFÍA DE LOS NÚMEROS ARÁBIGOS

Las cifras enteras. Las cifras que componen un número se escriben seguidas, formando un solo grupo: 12 (doce), 127 (ciento veintisiete), 3479 (tres mil cuatrocientos setenta y nueve).

No obstante, las que representan números elevados pueden dividirse en grupos de tres dígitos de derecha a izquierda, con el fin de facilitar su interpretación: 27 315 857, 432 678 981. Para ello, deben tenerse en cuenta estas normas:

• La separación no se aplica en los números de cuatro cifras: 2834 euros, 3483 asistentes.

• La separación en grupos puede hacerse cuando el número expresa cantidad:

A principios de siglo la ciudad de Madrid tenía 3 132 463 habitantes,

con la excepción de los números que aparecen en documentos contables o en cualquier otro escrito en que pueda arriesgarse la lectura correcta de la cifra.

• No debe realizarse la separación cuando el número no indica cantidad, sino que sirve para identificar un elemento dentro de una serie, como sucede en los casos siguientes:

–En los números que designan los años: el año 2010, el 40000 a. C.

–En los números que indican paginación o numeración de versos, columnas, etc.: página 14881, verso 1756.

–En la numeración de textos legales o sus divisiones: Ley 15668, del 29 de octubre de 1965; artículo 1566 del Código Civil.

–En la numeración de vías urbanas, códigos postales o apartados de correos: código postal 28357, apartado de correos 17903.

–En los números que forman parte de códigos o identificadores, signaturas, números de registro, etc.: Reg. 93228, CIF 38934567-B, norma UNE 82100-2.

No deben utilizarse ni el punto ni la coma para separar los grupos de tres dígitos en la parte entera de un número. Para ello solo se admite hoy el uso de un pequeño espacio en blanco.

Los bloques de cifras no deben dividirse en renglones diferentes, ya que eso dificultaría su identificación como un único número.

LAS CIFRAS DECIMALES

Escritura. Los números decimales se componen de una parte entera (la unidad y sus múltiplos) y de una parte decimal (fracciones decimales de la unidad).

En las lenguas que utilizan el alfabeto latino, el signo empleado como separador decimal es el punto o la coma, con distinta distribución geográfica.

Ante esta divergencia, los organismos internacionales de normalización han intentado establecer un uso general común. Finalmente, la Conferencia General de Pesos y Medidas decidió en 2003 reconocer ambos signos como igualmente válidos.

En el mundo hispanohablante los dos signos presentan una similar proporción en su distribución por países. Por tanto, según los usos de cada zona, podrá escribirse π = 3.1416 o π = 3,1416.

Es incorrecto en la actualidad el uso del apóstrofo en lugar de la coma para separar la parte entera de la decimal, como en 28’57 (en vez de 28,57).

Expresión lingüística. Cuando los números decimales se expresan con palabras, debe mencionarse primero la parte entera y después la decimal, unidas por la conjunción y o por la preposición con. Así, el número 20.58 (o 20,58) corresponde a la expresión veinte (unidades) con cincuenta y ocho (centésimas o centésimos) o veinte (unidades) y cincuenta y ocho (centésimas o centésimos).

Si la parte entera es cero, se suele expresar únicamente la parte decimal; de este modo, 0,675 se formula habitualmente como seiscientas setenta y cinco milésimas (o milésimos).

También es habitual leer simplemente la secuencia de signos de que se componen estos números; así, 2.5 o 2,5 puede leerse como dos punto cinco o dos coma cinco. No obstante, este recurso, plenamente admisible en la lengua oral, debe evitarse en documentos de carácter técnico, administrativo o contable.

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    El buen uso del español [en línea], https://www.rae.es/buen-uso-español/los-números-arábigos. [Consulta: 30/06/2024].

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