arbaleta

Esta voz, poco frecuente, se documenta por primera vez en 1884, como sinónimo de ballesta ("arma de tiro usada para lanzar flechas y bodoques, formada por un arco montado horizontalmente sobre un soporte de madera provisto de un mecanismo que tensa la cuerda y de otro que dispara"), en la pieza titulada "Discurso histórico pronunciado por el Sr. Licenciado don José María Lacunza, Catedrático de humanidades en el Colegio de San Juan de Letrán" publicado en El Museo Mexicano; desde ese momento se registra esporádicamente en obras de ambientación histórica. Únicamente en 1896, en la obra Antigua marina catalana, de F. Bofarull y Sans, se atestigua con el valor de instrumento que sirve para medir la altura de los astros'. Al menos desde 1987, en el Plan general de manejo y desarrollo del Parque Internacional de la Amistad, se atestigua, en Costa Rica y, en ocasiones, también en Nicaragua, como 'instrumento de pesca submarina consistente en un arma de aire comprimido o en tiras elásticas con las que se dispara un arpón'. Con este significado se consigna, en 2007, en la cuarta edición del Nuevo diccionario de costarriqueñismos de Quesada Pacheco y, en 2010, en el Diccionario de americanismos de la ASALE.

Notas filológicas

En la edición, de 1999, de la obra Juvenilia de M. Cané incluida en el CDH figura la voz francesa arbalèt e ("Habíamos caído en una zanja; el caballo, perdiendo el pie, se fue de boca, Larrea salió por sobre las orejas como una flecha del canal de una arbalète el gordo siguió la ley de la atracción y Eyzaguirre, no menos rápido en el descenso, me arrastró a la confusa masa"); sin embargo, en otras ediciones del mismo texto (como la primera de 1884, citada en este artículo, o en otras posteriores, como la de 1916) se opta por el equivalente español arbaleta.