cigoñuela

Se documenta por primera vez, con la acepción 'ave zancuda de menor tamaño que la cigüeña y, en particular, la de hasta 38 centímetros de longitud, con el cuerpo de color blanco, las alas negras, el pico recto, fino y negro y las patas largas, delgadas y de color rojo', en 1326, en el Libro del caballero y del escudero de don Juan Manuel, donde se localizan las variantes çigunnuelas y cigunnuelas. Este mismo autor, en el Libro de la caza (1337-1348), utiliza çigunnuella. En el siglo XVI, L. Zapata emplea ya cigoñuela en el Libro de cetrería de 1583. Se consigna, en 1729, en el Diccionario de Autoridades. Como 'pieza situada al final de un eje retorcido en ángulos rectos que, al accionarla manualmente, genera un movimiento rotatorio que pone en funcionamiento diferentes máquinas e instrumentos' se registra en 1539 en un informe presentado al rey Carlos I por el marino e inventor Blasco de Garay, que recogió en 1913 M. Saralegui y Medina en el libelo Lo siento mucho. Consideraciones y documentos relativos al famoso ingenio del hidalgo Blasco de Garay. Después se registra la misma frase que Garay escribió al rey en un artículo biográfico sobre el marino publicado en 1913 en La Correspondencia de España (Madrid).