saxo

Se documenta por primera vez, en la acepción de 'instrumento musical de viento madera, consistente en un tubo doblado en forma de J, con boquilla de madera dotada de una caña o lengüeta, y con llaves', en 1930, en una pieza publicada el diario Caras y Caretas (Buenos Aires). A partir de entonces se usa con frecuencia a ambos lados del Atlántico y convive con saxofón y saxófono. Se consigna por primera vez en el Diccionario manual de la Academia, en 1989, y se incorpora al DRAE en 1992. La acepción metonímica de saxo, como ‘persona que toca el saxofón', se documenta por primera vez en un texto periodístico de 1936 publicado en P.O.M. Boletín-Revista Musical (Madrid), y en la actualidad goza de gran difusión. Con el valor de 'arte o técnica de tocar el saxo' se atestigua al menos desde 1982, en el diario ABC (Sevilla).