silbo

Diccionario histórico de la lengua española (2013- )

silbo s. (1250-)
silbo, siblo, silvo, sylvo, sylbo, silbico
Etim. Del latín sībilus, i, 'silbo', 'silbido' (de animales, viento y cosas inanimadas) y 'silbido de desprecio o desaprobación' (véase P. G. W. Glare, ed., OLD, s. v. y DLE-2014, s. v. silbo).

Se documenta por primera vez, con la subacepción 'sonido agudo emitido por un animal', hacia la mitad del siglo XIII, en el anónimo Libro de Alexandre , aludiendo a los característicos "silvos" de las serpientes; no son raros en esta subacepción los testimonios que aluden al silbo o al susurro malicioso del diablo, en lo que parece clara correspondencia con el silbo de la serpiente del Edén. Con la subacepción 'sonido suave y vago' se atestigua ya a finales del siglo XIII, en la biblia romanceada conservada en el manuscrito escurialense i-j-8. Como 'sonido agudo producido por el viento' se atestigua en la Historia Troyana de J. Fernández de Heredia, acabada antes de 1396. La acepción 'sonido agudo producido al expulsar el aire con cierta fuerza por la boca a través de los labios fruncidos o con los dedos colocados en ella de manera adecuada' se documenta algo después de 1350, en la Traducción de la Historia de Jerusalem abreviada de Vitriaco . Como 'sonido agudo y continuo o zumbido producido [en los oídos de una persona] que no procede de una fuente exterior' se registra en la primera mitad del siglo XV, en la anónima traducción del Arte complida de cirugía (conservada en el manuscrito 2165 de la BNE). Otra de las subacepciones relativas al sonido es la que corresponde al 'sonido agudo producido por un silbato o un instrumento musical', que se ha documentado en la anónima Relación de cerimonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechuacán , obra fechada en torno a 1541. En la subacepción 'sonido parecido al silbido' está documentada al menos desde 1609, en la España defendida y los tiempos de ahora de F. de Quevedo. Por último, con la subacepción 'sonido parecido al silbido producido al rozar una cosa con el aire' figura en la primera de las Soledades de L. de Góngora, en 1613, aludiendo al sonido que producen las flechas al ser lanzadas. Como 'sonido fuerte producido por un instrumento o mecanismo que avisa o alerta de algo' se registra en 1853, en el breve relato "El 4 de julio en Boston" firmado la Vizcondesa de Renneville en El Correo de Ultramar (París) . En este punto parece oportuno señalar que, en ocasiones, el uso  lúdico del vocablo dificulta la adscripción a un solo valor semántico, concreto y unívoco. No pocos de estos ejemplos se encuentran en la obra poética de F. de Quevedo: véanse, por ejemplo, los versos "Entre culebra y pastor / equivocastes los  silbos : / que si llamaron ovejas, / os juntaron palominos". En este caso,  silbo  corresponde tanto al silbido del pastor, con el que llama o reúne su ganado, como al silbo con el que las serpientes engañan a sus presas. O también los versos "Mientras que fui tabiques y desvanes, / desigual en cimiento y azutea, / tela fina en lacayos fue librea: / ya no me puedo hartar de tafetanes. / Hoy, hermosa, me faltan los galanes, / y el  silbo  bien bebido me torea". En esta ocasión,  silbo  parece relacionarse con el bebedor, el ebrio, que no atina a silbar (bien a la persona, bien a su silbido), sin descartar otras posibles referencias y alusiones como, por ejemplo, los silbidos que se oyen en las corridas de toros para llamar la atención del animal. En estos y otros casos similares se ha optado por darles el tratamiento de usos metafóricos o figurados.

Por otro lado, como 'manifestación de burla o desaprobación con silbidos u otras demostraciones ruidosas' aparece tempranamente, atestiguada ya en el Fuero de Cáceres , cuya redacción se sitúa entre 1234 y 1275.  Con el valor 'vergüenza y deshonor en que cae una persona como consecuencia de sus actos' se registra en 1280, en la cuarta parte de la General Estoria de Alfonso X el Sabio. Esta acepción no se ha atestiguado más allá de algunas traducciones y adaptaciones bíblicas, en las que silbo corresponde a la voz latina sibilusCon la acepción 'llamada [a una persona o animal] mediante silbidos' se registra alrededor de 1385, en la Gran Crónica de España de J. Fernández de Heredia; con este valor  abundan los ejemplos que aluden al pastor y al ganado, si bien se encuentran otros como el silbo que se da en el teatro como llamada y señal para que los tramoyistas dispongan los cambios de escenario, tal como muestra D. de Torres Villarroel en sus Pronósticos del gran Piscator de Salamanca. Con la acepción 'instrumento musical de viento parecido a la flauta, pero más pequeño y de sonido más agudo' se documenta en el discurso De las consideraciones sobre todos los Evangelios de la Cuaresma (a1598) de A. Cabrera. Con el valor 'instrumento pequeño, de diferentes formas y materiales, que produce un sonido agudo al soplar por él' se atestigua en torno a 1607, en De los oficios más comunes de Juan Bautista Concepción.  En su acepción 'melodía que se entona con silbidos' figura en la colección de relatos Días geniales o lúdricos de R. Caro, publicada en 1626. Como 'sistema de comunicación que se basa en la articulación de silbidos' se documenta desde 1957, en el artículo "El lenguaje silbado de La Gomera", publicado en el Diario de las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria).   En la acepción 'instrumento musical de viento de forma trapezoidal consistente en una tablilla de pequeño grosor o en una serie de tubos de diferente longitud que se emplea como reclamo en algunos oficios itinerantes y que produce el efecto de una escala al tocarlo' se registra en 2019, en la crónica periodística "1954. Se fue, sin que nadie la viera, una gaviota refugiada en la plaza de Gipuzkoa" de M. G. Gurpegui, publicada en el Diario Vasco (San Sebastián)

Asimismo, en algunos repertorios lexicográficos se recogen otras acepciones. Como 'espacio corto, ya sea de tiempo, ya sea camino' se consigna en el Vocabulario espirituano (1928) de Martínez Moles. Las acepciones 'pieza de molino que termina en un canal estrecho de modo que el agua del molino baje por él a gran presión y mueva el rodezno' y 'boca estrecha de la parte inferior del cubo o canal del molino por donde sale el agua que mueve el rodezno' se registran, en 1989, en el Diccionario de los bables de Asturias de Neira Martínez y Piñeiro. Con la definición 'entre brujos, canción usada en sus ceremonias' figura, en 1990, en el Diccionario de peruanismos de Álvarez Vita.

  1. ac. etim.
    s. m. Sonido agudo producido al expulsar el aire con cierta fuerza por la boca a través de los labios fruncidos o con los dedos colocados en ella de manera adecuada.
    1. s. m. Sonido agudo emitido por un animal.
    2. s. m. En la tradición bíblica, sonido suave y apacible que manifiesta la presencia de Dios.
    3. s. m. Sonido producido por el viento.
    4. s. m. Sonido agudo y continuo o zumbido producido [en los oídos de una persona] que no procede de una fuente exterior.
    5. s. m. Sonido agudo producido por un silbato o con un instrumento musical.
    6. s. m. Sonido parecido al silbido.
    7. s. m. Sonido parecido al silbido producido al rozar una cosa con el aire.
    8. s. m. Sonido fuerte producido por un instrumento o mecanismo que avisa o alerta de algo.
  2. ac. etim.
    s. m. Manifestación de burla o desaprobación con silbidos u otras demostraciones ruidosas.
  3. s. m. Vergüenza y deshonor en que cae una persona como consecuencia de sus actos.
  4. s. m. Llamada [a una persona o a un animal] mediante silbidos.
  5. s. m. Instrumento musical de viento parecido a la flauta, pero más pequeño y de sonido más agudo.
  6. s. m. Instrumento pequeño, de diferentes formas y materiales, que produce un sonido agudo al soplar por él.
  7. s. m. Melodía que se entona con silbidos.
  8. s. m. Esp: Merid (Can) Sistema de comunicación que se basa en la emisión de silbidos que reproducen las características de la lengua hablada.
    1. s. En ocasiones, con los complementos de La Gomera y de El Hierro o los modificadores o gomero o herreño.
  9. s. m. Instrumento musical de viento de forma trapezoidal consistente en una tablilla de pequeño grosor o en una serie de tubos de diferente longitud que se emplea como reclamo en algunos oficios itinerantes y que produce el efecto de una escala al tocarlo.
  10. Acepción lexicográfica
  11. s. m. Cu "Espacio corto, ya sea de tiempo, ya sea camino" (Mtz Moles, VocEspirituano-1928).
  12. Acepción lexicográfica
  13. s. m. Esp: Occ "Boca estrecha de la parte inferior del cubo o canal del molino por donde sale el agua que mueve el rodezno" (Neira Mtz / Piñeiro, DiccBables-1989).
  14. Acepción lexicográfica
  15. s. m. Esp: Occ "Pieza de molino que termina en un canal estrecho de modo que el agua del molino baje por él a gran presión y mueva el rodezno" (Neira Mtz / Piñeiro, DiccBables-1989).
  16. Acepción lexicográfica
  17. s. m. Pe "Entre brujos, canción usada en sus ceremonias" (Álvz Vita, DiccPeruanismos-1990).

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