utoso
Diccionario histórico de la lengua española (2013- )
Se documenta por primera vez, con la acepción 'persona que tiene uta', en 1909, en La antigüedad de la sífilis en el Perú , de J. C. Tello. Como 'perteneciente o relativo a la uta', se atestigua al menos desde 1943, en un artículo sobre la epidemiología y clínica de las leishmaniosis tegumentarias en el Perú publicado por P. Weiss en la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública (Lima) , con frecuencia, como modificador de la voz lesión , para describir las úlceras que esta patología genera en la dermis, especialmente del rostro y de las mucosas nasales y bucales, de aquellos que la padecen (véase uta y leishmaniasis cutánea ). Con este significado se consigna en 2010 en el Diccionario de americanismos de la ASALE , en el que se apunta que este peruanismo, además de estar en desuso, es una voz popular. Como adjetivo de posesión se atestigua ya en 1943, si bien en el primer testimonio se registra con la subacepción '[lugar] afectado por la uta', en el ya citado artículo de P. Weiss; en 1966 se consigna, con la definición '[persona] atacada de uta' en el Diccionario manual de americanismos de Morínigo. Como se advierte en los testimonios atestiguados, el uso de este vocablo se circunscribe a textos médicos, fundamentalmente peruanos.
Notas filológicas
En algunas monografías especializadas se menciona un trabajo de 1897, de M. Jiménez de la Espada, titulado Origen utoso de las lesiones representadas en los antiguos huacos antropomorfos peruanos (Sociedad Antropológica de Berlín, 6/10/1897). Es evidente que este texto constituiría la primera documentación del vocablo, pero no hemos conseguido localizarlo.
Tesoro de los diccionarios históricos de la lengua española 2021
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