Cuestiones ortográficas

Nombres propios

  1. Los nombres propios forman parte del léxico del español. Así, salvo en los casos en los que por decisión propia se mantenga la forma original de otra lengua (como en Iker frente a Íker), deben someterse a las reglas ortográficas de nuestra lengua (mayúsculas, acentuación…) y respetar las grafías tradicionales.
  2. Ámsterdam, pero Washington. Los nombres propios de personas y lugares que cuentan con una adaptación tradicional en español deben escribirse de acuerdo con las reglas de la ortografía española: Averroes, Confucio, Ámsterdam, Camberra (no Canberra), Múnich… No obstante, en algunos casos no hay forma adaptada y se mantiene la grafía original (tendencia habitual en la actualidad): Tony Blair, Washington, Liechtenstein, Düsseldorf, São Paulo
  3. beethoveniano. Los derivados de nombres propios conservan excepcionalmente grafías ajenas al español: beethoveniano, shakespeariano, washingtoniano… El objetivo es permitir la identificación de la entidad. Solo en algunos casos puede modificarse la base, como en estalinista, a partir de Stalin, a la que se añade una e- ante la s líquida.

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    Libro de estilo de la lengua española [en línea], https://www.rae.es/libro-estilo-lengua-española/nombres-propios. [Consulta: 30/06/2024].

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