arcabucería

Se documenta por primera vez, como ‘conjunto de arcabuces’ (armas de fuego), en la Continuación de las Memorias del reinado de los Reyes Católicos de Andrés Bernáldez (c1525); esta es la acepción que cuenta con más testimonios, hasta bien entrado el siglo XVIII, esencialmente en relatos de batallas y, después, con apariciones más esporádicas, en obras historiográficas. Como ‘conjunto de arcabuceros’ se documenta en 1548, en el Comentario de la guerra de Alemania de L. de Ávila y Zúñiga; este uso muestra su período de mayor vigencia hasta finales del siglo XVII. En cambio, ofrece escasos testimonios como ‘disparo continuo de arcabuces’, que se atestigua por primera vez en la Crónica del Emperador Carlos V de A. de Santa Cruz (c1550). En la acepción de ‘establecimiento donde se hacen y venden arcabuces', el vocablo ofrece una primera documentación en el Diccionario académico de 1783 y, ya en 1812, en un anuncio publicado en el Diario de Madrid. Asimismo, en el siglo XIX se localizan algunos ejemplos con la acepción de ‘arte o técnica de fabricar arcabuces u otras armas de fuego’, como muestra, en 1855, un artículo de La España (Madrid).

Vid. también arcabucería (DH 1933-1936).