arcabuzada

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'disparo efectuado con un arcabuz' y 'herida producida por el disparo de un arcabuz', en 1562, en la Historia del inuictissimo y muy animoso cauallero y Capitan, don Hernando de Aualos Marques de Pescara, de P. Vallés; en ambas acepciones es menos frecuente que su sinónimo arcabuzazo (véase).

Agua de arcabuzada (véase agua), como 'agua termal azufrada con propiedades cicatrizantes', se atestigua en 1773, en la Traducción de Avisos al pueblo por su salud. Por Mons. Tissot, de J. Fernández Rubio. Como se puede apreciar en los testimonios acopiados, esta combinación tiene un origen francés (véase A. Hallerus, Disputationes chirurgicae selectae, Venetiis, Haeredum Baglioni, 1755, t. IV, p. 585: "Die XVII pus admodum foetens atque copiosum e vulnere post aurem effluebat, hinc, ne materia corrupta ossa adhuc sana eroderet, aquam vulnerariam Gallorum, (L'eau d'arquebusade vulgo dictum) cum aloes essentia injiciebam, id quod aeger cum levamine ferebat, hocque per XVIII. XIX. & XX. diem cum fructu continuabam").