clarinista

Se documenta por primera vez, en la acepción 'persona que toca el clarinete', en 1846, en un artículo publicado en El Espectador (Madrid); los ejemplos acopiados muestran que la voz se emplea frecuentemente con este valor hasta la actualidad. Como 'persona que toca el clarín' se registra por vez primera en 1857, en un artículo de La España (Madrid).

Se documenta por primera vez, en la acepción 'partidario de la obra de Clarín', en 1896, en "Revista mínima", artículo en el que el propio Leopoldo Alas valora las opiniones críticas vertidas hacia él y su obra por sus contemporáneos. Como 'filólogo especializado en la obra de Clarín' se atestigua en 1984, en "Purgatorio y gloria de La Regenta", de J. M.ª Alfaro, publicado en ABC (Madrid) . A partir de este momento se documenta en prensa y en estudios especializados.

Se documenta por primera vez, en la acepción 'partidario del diario o del grupo editorial Clarín', en 2007, en la obra La noble Ernestina, de P. Llonto. A partir de este momento se atestigua con cierta frecuencia en la prensa argentina. Como 'perteneciente o relativo al clarinismo' se registra por vez primera en 2019, en un artículo publicado en La Izquierda Diario (Buenos Aires).