dardero

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'persona que lanza dardos u otras armas arrojadizas', en 1658, en el Discurso Politico Histórico Jurídico del derecho y repartimiento de presas y despojos apprehendidos en justa guerra: Premios y castigos de los soldados, de J. F. Montemayor y Córdoba de Cuenca; con este valor, ofrece escasos testimonios a lo largo de la historia. Como adjetivo y con el valor  'perteneciente o relativo a los dardos', se registra en 2008, en un artículo publicado en Las Provincias: Diario de Valencia. Como 'persona que juega a los dardos' se atestigua desde 2009, en un artículo publicado El Norte de Castilla (Valladolid). Un único ejemplo atestigua el uso de esta voz como 'atleta que practica el lanzamiento de dardo', en un artículo de 2018 sobre una competición deportiva publicado en el diario As (Madrid). 

Se documenta únicamente en un artículo firmado por M. Ordóñez y publicado en El País (Madrid) con el significado de 'blanco de tiro de dardos' en 2011, si bien su sinónimo diana es el empleado mayoritariamente.