galápago

Diccionario histórico de la lengua española (2013- )

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galápago s. (1250-)
galápago, galapaguito
Etim. Voz tomada probablemente de un hispánico prerromano *calappacu (DECH, s. v.).

Se documenta por primera vez, con la acepción 'reptil acuático o semiacuático con el cuerpo cubierto por un caparazón duro, generalmente abombado, que protege sus órganos internos', en 1250 en Moamín. Libro de los animales que cazan de A. de Toledo. Se consigna ya en el siglo XV en los repertorios lexicográficos de Fernández de Palencia, Nebrija y en el Glosario del Escorial. Con este valor se registra hasta nuestros días, y es especialmente frecuente a partir de los últimos años del siglo XIX, puesto que en ese período el galápago se empleó como animal de compañía, así como para combatir las plagas de cucarachas. Ya en el siglo XX se atestigua con el valor 'reptil terrestre del orden de los criptodiros, con el cuerpo cubierto por un caparazón duro, generalmente abombado, que protege sus órganos internos', en 1987, en La forma del silencio, de M. L. Puga.

Como 'máquina bélica de asedio consistente en una estructura de madera, cubierta con pieles sin curtir, generalmente con ruedas, usada para proteger a los soldados de las armas arrojadizas en su avance hacia las murallas' se atestigua en la Traducción y glosas de la Eneida. Libros I-III  (1427-1428), aunque su uso no ha sido tan amplio como el de su sinónimo testudo. En las Andanças e viajes de P. Tafur de hacia 1457, galápago se registra como 'embarcación pequeña caracterizada por tener un techo en forma de bóveda', acepción apenas atestiguada a lo largo de la historia. Como 'formación defensiva que realizan los soldados alzando y uniendo sus escudos para protegerse de las armas enemigas' se documenta en 1611, en el Tesoro de Covarrubias. Como 'persona que actúa con astucia, cautela, disimulo o maldad', producto de la actuación de la metáfora, se consigna en 1490, en la Batalla campal de los lobos y los perros de A. Fernández de Palencia.

En el ámbito de la albañilería o de la arquitectura, galápago se emplea para denominar piezas o construcciones abovedadas o en forma de arco. En 1512 (edición de 1527) figura en las Ordenanças de Seuilla con la acepción 'molde de madera o hierro para hacer tejas'. En 1724, en Fluencias de la tierra y curso subterráneo de las aguas, de T. Ardemans, se atestigua como 'construcción en forma de arco que se realiza en lugares subterráneos para contener el empuje de la tierra y del agua'. Con la acepción 'armadura de cubierta que sirve de base para la construcción de otras estructuras' se registra en 1619, en la Obra y condiciones de un cuarto en el convento de la Santísima Trinidad por parte de Francisco de Espinosa. Como 'remate de yeso que se pone en los ángulos salientes de un tejado' se documenta en un artículo publicado en La Esperanza (Madrid) en 1849. 

En el léxico de la veterinaria, galápago denomina la 'enfermedad consistente en una rotura transversal en la parte anterior de la corona del casco de algunos cuadrúpedos', acepción documentada en 1546, en el Tratado y arte de herrar viejo de J. Vinuesa. Esta enfermedad afecta fundamentalmente a los caballos, aunque algunos cronistas taurinos de finales del siglo XIX muestran que la sufren también los toros. Como 'tumor del ganado bovino' se registra en 1797, en una pieza publicada en el Semanario de Agricultura y Artes dirigido a los párrocos (Madrid). En el ganado lanar se emplea para referirse a una 'larva de tenia que, cuando infesta el hígado de los animales ovinos, produce una cisticercosis hepática', valor documentado en un artículo del mismo periódico pero publicado dos años después, en 1799.

Con la acepción 'silla de montar ligera, usada principalmente para paseo, que no suele llevar faldones laterales, borrenes ni respaldo' se atestigua en 1555, en el Cargo de guarniciones de mulas y acas desde el año de MDIX hasta el de MDLV, documento incluido en la serie de Inventarios reales. Años después, en un artículo publicado en La Vanguardia con el título de "Globo dirigible", en 1885, se utiliza con el valor 'asiento de diferentes vehículos'. Por esa misma época, en 1895, Membreño recoge en Hondureñismos. Vocabulario de los provincialismos de Honduras la acepción 'silla de montar, preparada especialmente para mujeres, que permite llevar las dos piernas por el mismo lado', atestiguada en el área centroamericana y mexicana, así como en Colombia. En Colombia, ya en el siglo XX, el galápago también designa el 'asiento de la bicicleta', según indica Alario di Filippo en su Lexicón de colombianismos.

En el ámbito de la medicina, galápago se emplea con el valor 'vendaje ancho empleado en fracturas con cuatro ramales que sirven para ajustar las tablillas' en 1598, en las Instrucciones para el aprovechamiento y examen de los algebristas de L. Mercado. La forma abovedada de la concha del reptil también permite, al igual que sucede con testudo, que la voz se emplee con la acepción 'tumor que se desarrolla en los tejidos de la cabeza, parecido, por su forma, al caparazón de un galápago', atestiguada por vez primera en 1694, en el Compendio cirurgico de D. A. Robledo.

En una obra atribuida a Lope de Vega, de hacia 1630, titulada Los novios de Hornachuelos, se registra por vez primera como 'barra corta de metal, generalmente de plomo'. Como 'refuerzo que se hace en las minas consistente en un ademe apoyado en un estemple', que se documenta por primera vez en 1839, en Elementos de laboreo de minas de J. Ezquerra del Bayo.

En el ámbito de la mecánica, se atestigua como 'aparato que sujeta una pieza mientras se trabaja con ella' en 1644, en el Arte de ballestería y montería de A. Martínez Espinar y posteriormente se consigna en repertorios lexicográficos. También son mayoritariamente lexicográficos los testimonios de la acepción 'pieza de hierro que permite la unión y la articulación de dos ejes', registrada en 1778, en la Traducción del Arte de hacer papel, efectuada por M. G. Suárez y Núñez. Esta acepción es recogida por varios diccionarios marítimos desde el de Scalan, en 1831, hasta el de Pando, en 1956. En el ámbito marítimo galápago es un vocablo documentado ampliamente para designar una 'pieza de madera o metal que sirve para amarrar cabos en diferentes partes del barco', como muestra ya en 1765 la Cartilla marítima de S. Zuloaga; en función de la parte del barco y de los tipos cabos que sujeten, se pueden establecer distintas subacepciones.

Como 'toro caracterizado por su mansedumbre y lentitud', acepción propia de la tauromaquia, se registra en 1849, en una crónica firmada por Asmodeo en la Revista de Espectáculos (Madrid). Con la acepción 'pieza que protege a los caballos de los picadores de las embestidas de los toros', se atestigua en 1854, en una crónica, anónima y en verso, publicada en El Enano (Madrid). Como 'joya consistente en un galápago vivo de pequeño tamaño cuyo caparazón está adornado con oro y piedras preciosas' se registra en un artículo publicado en 1896 por E. Blasco en Barcelona Cómica (Barcelona), que afirma que estuvo de moda en París entre finales del siglo XIX y principios del XX. En España se documenta como 'colgante que adorna algunos trajes regionales', según muestra un artículo anónimo publicado en La Época (Madrid) en 1923. En el ámbito carcelario, galápago es el 'patio pequeño destinado a los reclusos en régimen de aislamiento', como muestra un artículo de El País (Madrid), en 1896. Por último, en México, se atestigua la acepción 'cerro pequeño que se forma en las orillas de los ríos' en Pedro Páramo (1955-1980), de Juan Rulfo.

En algunos repertorios lexicográficos se consignan otras acepciones. Covarrubias, en el Tesoro de la lengua castellana o española, de 1611, documenta galápago como 'techo de piedra, o yeso, o otra materia bolteado, y concauo', 'al pobre que quanto tiene lleua consigo, y su casa' y 'cierto instrumento músico'; con respecto a esta acepción, cabe señalar que un testimonio de la Philosofía secreta de la gentilidad de J. Pérez Moya, publicada en 1585 (y recogido en la primera acepción) muestra cómo se construye este instrumento a partir de la concha de un galápago. El Diccionario de Autoridades, en 1734, consigna la acepción 'palo donde encaja la reja del arado'. Terreros y Pando, en el Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes, de 1787, afirma que se emplea para designar 'en los telares de terciopelo, piezas que sirven para conducir el banquillo, en que está sentado el tejedor'. Los diccionarios también registran numerosas acepciones del ámbito náutico. El Vocabulario marítimo documenta, en 1722, 'moton muy chato, especialmente por un lado, que se aplica sobre la verga mayor y la de trinquete para el paso ó laboreo de los apagapenoles'; Zuloaga, en su Cartilla marítima, recoge, en 1765, 'pedazo de palo con un agujero grande en el centro donde se hace firme el moton de la amura mayor'; y Connelly y Higgins, en 1797, consignan 'pedazo de cuarton que se asegura á cada lado de la cruz de una verga para sujetar la trinca del cuadernal de la paloma'. El Diccionario marítimo de Scalan, de 1831, es el primero en atestiguar galápago como 'cada una de las dos piezas curvas que se colocan en las lanchas desde la cadena del yugo, y en las cuales se sitúa el gaviete', así como 'la cajera y rodana del gaviete de la lancha', y como 'especie de taco clavado en la cubierta en forma de cuña, y en cuya cabeza apoya ó gira el linguete del cabrestante en algunas construcciones'. Por su parte, Lorenzo, Murga y Ferreiro documentan, en su Diccionario marítimo de 1864, las acepciones 'la uña de hierro con que se apoya en el medio punto la cabeza de la caña del timón' y 'pieza de madera, clava ó sujeta en algún sitio; sirve para guiar un cabo'. De la Guardia, en 1921, lo define como 'barrote perforado que se encastra a cada banda del extremo de fuera de algunos botavaras y sirve para tomar las empuñiduras de los antagallas', en el Diccionario marítimo español. En el Vocabulario de arquitectura civil, de 1848, de Matallana, se define como 'la clave de una bóveda'. Tamarit recoge la acepción de 'plano inclinado de madera colocado sobre pies que sirve para echar en él con espumaderas de cobre las arenillas que se forman con objeto de que se escurran el líquido no cristalizado', en el Vocabulario técnico de artillería de 1853.

En Salamanca se usa como 'trozo de vaqueta que se cose a las botas usadas por los ganaderos, para evitar que entre el agua', según atestigua Lamano Beneite en El dialecto vulgar salmantino, de 1915. Como 'especie de cojín de cuero muy suave, relleno con lana o crin, labrado en la parte superior. Se coloca sobre el fuerte de la silla de montar' se registra en 1951, en el Diccionario de panameñismos de Aguilera Patiño. En Canarias, galápago se utiliza para denominar la 'pieza de madera que da consistencia al centro del remo y en la que hay un agujero por donde entra el tolete', según indica Alvar en El español hablado en Tenerife, de 1955. Manrique registra 'escalera primitiva', en el Vocabulario popular comparado de los valles del Duero y del Ebro, en 1956. En Álava, López Guereñu consigna 'pieza de hierro, cuadrada, con un agujero en su centro donde entra la parte inferior del palo de las barreras o puertas', en Voces alavesas, de 1958. Y en Cartagena, García Cotorruelo registra 'gancho que une las cadenas que soportan las bolsas del carro', en el Estudio sobre el habla de Cartagena, de 1959. Rodríguez Pereda, en un artículo titulado "Aportación al vocabulario de la provincia de Badajoz", de 1959, define galápago como 'pieza de madera en el extremo de la vara del carro'. En Andalucía (España), la palabra presenta otras acepciones; así, Alvar, en el tomo I del Atlas Lingüístico y Etnográfico de Andalucía de 1961, recoge 'dedil para el pulgar' y 'mangote', y en el tomo IV, de 1965, 'cada una de las piezas que sujetan los palos verticales a la mesa del telar', además de 'terraja'. En la zona leonesa, galápago se usa para referirse al 'renacuajo', como indica Fernández González en Los Argüellos. Léxico rural y toponimia. En el Vocabulario de la Alta Alpujarra, García Cabañas, en 1967, lo define como 'pieza pequeña de madera que para reforzar la biga de almazara, se encuentra fijada en distintos lugares de ésta'. En 1974, en el Léxico de la región occidental de Panamá, Pereira Padilla indica que denomina una 'pieza ondulada sobre la cual descansan los bolos'. En la zona central de España, Martín-Maestro y Gómez López-Pintor registran la acepción 'recipiente de barro de forma parecida a una tortuga donde llevan el agua los pastores y cabreros', en el Vocabulario de los Montes de Toledo, en 1974. El Glosario lexicográfico del atlas lingüístico-etnográfico de Colombia, de Montes et alii, se consigna como 'cierto apero de madera que se pone sobre la enjalma'. En la zona de Andalucía se documentan varias acepciones, según atestigua el Tesoro léxico de las hablas andaluzas de Alvar Ezquerra publicado en 2000; en él encontramos: 'pieza en forma de anillo que, con otra igual, sostiene los extremos del eje del molinete y sobre la que gira'; 'parte sobresaliente del torno del alfarero situada debajo de la rueda superior'; 'antiguo candil que se encendía con aceite mineral y que tenía forma de galápago' y 'hombre taimado, reservón'.

Galápago administrativo se documenta por primera vez en 1897, en un artículo publicado en la Revista Contemporánea (Madrid) como 'conjunto de organismos, instituciones y personas que se encargan de administrar el gobierno de un territorio o comunidad, caracterizado por su extrema lentitud', pero su recorrido no parece ir más allá de las primeras décadas del siglo XX. Galápago de cabeza se consigna en el Diccionario marítimo de Scalan, de 1831, como 'especie de moton, de figura particular, que sirve de retorno á las drizas de mesana y otras vergas'.

Tener [alguien] más conchas que un galápago (véase concha) se documenta por vez primera en 1847, en un artículo en El Clamor Público (Madrid) de F. J. Torroba.

 



Notas filológicas

En la acepción referida a reptil se registran ejemplos de la famosa conferencia que Rafael Alberti ofreció el 10 de noviembre de 1929 bajo el título de "Palomita y Galápago (No más artríticos)". El poeta gaditano se presentó en el Lyceum Club con una paloma y un galápago vivos. La paloma representaba lo moderno, la nueva literatura, mientras que el galápago figuraba lo antiguo, lo apagado, lo ya superado. En la conferencia, Alberti se está refiriendo en todo momento al galápago como animal, pero en realidad alude también a aquellos escritores o artistas que consideraba que ya estaban desfasados.

Se documenta, en la acepción 'persona que actúa con astucia, cautela, disimulo o maldad', un testimonio de un poema atribuido a Góngora. En 1623, Juan Ruiz de Alarcón publicó Elogio descriptivo con motivo del juego de toros, que se celebró con motivo de la visita del Príncipe de Gales a Castilla, obra que le encargó el duque de Cea, don Francisco López de Sandoval y Padilla, según relata Hartzenbusch. En ese libro, Alarcón recoge poemas de varios autores, sin reconocer su autoría y sin repartir con ellos el dinero recibido. Como respuesta a la forma de actuar se publicó el Comento contra setenta y tres estancias, una obra satírica dirigida contra Alarcón y su capacidad para adueñarse de los poemas de los demás, obra de contenido satírico que se atribuye a Quevedo, pero en la que participaron varios poetas, y en la que se ridiculiza el estilo literario de Ruiz de Alarcón. Uno de los poemas, titulado "De las ya fiestas reales", se atribuye a Góngora y en él se llama galápago a Alarcón, tanto por las protuberancias que tenía en el pecho y en la espalda, lo que le hacían parecer al animal, como por su astucia a la hora de actuar. El Comento se publicó en la BAE; citamos, no obstante, el poema de Góngora del libro Poesías varias grandes ingenios españoles, de 1654, editado por José de Alfay.

Por otra parte, se atribuye a Lope de Vega la obra Los novios de Hornachuelos, en la que se documenta un ejemplo de galápago como 'barra corta de metal, generalmente de plomo'; sin embargo, el manuscrito que se conserva en la Biblioteca Nacional de España (Mss micro/12094), de 1629, está atribuido a Luis Vélez de Guevara. En 1857, Hartzenbusch imprimió la obra en el tercer tomo de las obras de Lope en la Biblioteca de Autores Españoles, y Menéndez Pelayo también la incluye en el décimo tomo de las obras Lope de Vega que publicó la Real Academia Española en 1899. Fue John M. Hill, en 1923, quien editó la obra atribuyéndosela por vez primera a Vélez de Guevara.

  1. s. m. Reptil acuático o semiacuático con el cuerpo cubierto por un caparazón duro, generalmente abombado, que protege sus órganos internos. Nombre científico: Emydidae (familia); Geoemydidae (familia).
    1. s. m. Con el modificador europeo, para referirse al reptil con el caparazón generalmente de color negro y líneas amarillas, que vive en ríos de corriente lenta e hiberna en invierno en el fondo del agua. Nombre científico: Emys orbicularis.
    2. s. m. Con el modificador leproso, para referirse al reptil del suborden de los criptodiros originario de la Península Ibérica, con el caparazón ovalado y de color verde pardo o marrón, a menudo cubierto de algas, y el plastrón de color amarillo con manchas negras; vive en ríos de escasa corriente, embalses y pantanos. Nombre científico: Mauremys leprosa.
    3. s. m. Con el complemento de Florida o de orejas rojas, para referirse al reptil del suborden de los criptodiros originario del sureste de los Estados Unidos y del noreste de México, con dos manchas de color rojo a cada lado de la cabeza. Nombre científico: Trachemys scripta elegans.
  2. Acepción en desuso
  3. 1⟶metáfora
    s. m. Máquina bélica de asedio consistente en una estructura de madera, cubierta con pieles sin curtir, generalmente con ruedas, usada para proteger a los soldados de las armas arrojadizas en su avance hacia las murallas.
  4. Acepción en desuso
  5. 1⟶metáfora
    s. m. Embarcación pequeña caracterizada por tener un techo en forma de bóveda.
  6. 1⟶metáfora
    s. m. Persona que actúa con astucia, cautela, disimulo o maldad.
  7. 1⟶metáfora
    s. m. Arq. Molde de madera o hierro para hacer tejas.
  8. 1⟶metáfora
    s. m. Vet. Enfermedad consistente en una rotura transversal en la parte anterior de la corona del casco de algunos cuadrúpedos.
  9. 1⟶metáfora
    s. m. Equit. Silla de montar ligera, usada principalmente para paseo, que no suele tener faldones laterales, borrenes ni respaldo.
    1. s. En ocasiones, en aposición a silla.
    2. s. En ocasiones, en un complemento con de del sustantivo silla.
  10. Acepción en desuso
  11. 1⟶metáfora
    s. m. Med. Vendaje ancho empleado en fracturas con cuatro ramales que sirven para ajustar las tablillas.
  12. Acepción en desuso
  13. 1⟶metáfora
    s. m. Ejérc. Formación defensiva que realizan los soldados alzando y uniendo sus escudos para protegerse de las armas enemigas.
  14. 1⟶metáfora
    s. m. Arq. Armadura de cubierta que sirve de base para la construcción de otras estructuras.
  15. s. m. Miner. Barra corta de metal, generalmente de plomo.
    1. s. Frecuentemente, en un complemento con de del sustantivo plomo.
  16. Acepción en desuso
  17. s. m. Mecán. Aparato que sujeta una pieza mientras se trabaja con ella.
  18. Acepción en desuso
  19. 1⟶metáfora
    s. m. Med. Tumor que se desarrolla en los tejidos de la cabeza, parecido, por su forma, al caparazón de un galápago.
  20. Acepción en desuso
  21. 1⟶metáfora
    s. m. Arq. Construcción en forma de arco que se realiza en lugares subterráneos para contener el empuje de la tierra y el agua.
  22. 1⟶metáfora
    s. m. Mar. Pieza de madera o metal que sirve para amarrar cabos en diferentes partes del barco.
    1. s. m. Pieza de madera o metal semicircular situada en los costados del barco en la que se apoyan las escoras.
    2. s. m. Pieza de madera o metal, de varias medidas, que, colocada en diversas partes de un barco, facilita el amarre de cabos mediante roldanas.
    3. Acepción en desuso
    4. s. m. Pieza de madera o metal situada en los tercios de las vergas mayor y trinquete cuyos cabos se amarran en el botalón, facilitando así su manejo.
  23. 1⟶metáfora
    s. m. Pieza de hierro que permite la unión y la articulación de dos ejes.
  24. Acepción en desuso
  25. 1⟶metáfora
    s. m. Vet. Tumor del ganado bovino.
  26. 1⟶metáfora
    s. m. Microb. Larva de tenia que, cuando infesta el hígado de los animales ovinos, produce una cisticercosis hepática.
  27. 1⟶metáfora
    s. m. Min. Refuerzo que se hace en las minas consistente en un ademe apoyado en un estemple.
  28. 1⟶metáfora
    s. m. Taurom. Toro caracterizado por su mansedumbre y lentitud.
  29. 1⟶metáfora
    s. m. Arq. Remate de yeso que se pone en los ángulos salientes de un tejado.
  30. Acepción en desuso
  31. 1⟶metáfora
    s. m. Taurom. Pieza que protege a los caballos de los picadores de las embestidas de los toros.
  32. 7⟶extensión significado
    s. m. Asiento de diferentes vehículos.
  33. 1⟶metáfora
    s. m. Ár. centroamer. y mex. Carib. continen. Silla de montar preparada especialmente para mujeres que permite llevar las dos piernas por el mismo lado.
  34. 1⟶metonimia
    s. m. Joya consistente en un galápago vivo de pequeño tamaño cuyo caparazón está adornado con oro y piedras preciosas.
  35. 1⟶metáfora
    s. m. Esp Patio pequeño destinado a los reclusos en régimen de aislamiento.
  36. 1⟶metáfora
    s. m. Esp: Occ Colgante que adorna algunos trajes regionales.
  37. 1⟶metáfora
    s. m. Co Asiento de la bicicleta.
  38. 1⟶metáfora
    s. m. Mx Cerro pequeño que se forma en las orillas de los ríos
  39. s. m. Reptil terrestre del orden de los criptodiros, con el cuerpo cubierto por un caparazón duro, generalmente abombado, que protege sus órganos internos. Nombre científico: Chelonoidis (género).
  40. Acepción lexicográfica
  41. s. m. "Cierto instrumento musico que por la similitud que tiene con este animal" (Covarrubias, Tesoro Cast-1611)
  42. Acepción lexicográfica
  43. s. m. Arq. "Techo de piedra, o yeso, o otra materia bolteado, y concauo" (Covarrubias, Tesoro Cast-1611).
  44. Acepción lexicográfica
  45. s. m. "Al pobre que quanto tiene lleua consigo, y su casa" (Covarrubias, Tesoro Cast-1611).
  46. Acepción lexicográfica
  47. s. m. Mar. "Moton muy chato, especialmente por un lado, que se aplica sobre la verga mayor y la de trinquete para el paso ó laboreo de los apagapenoles" (Domínguez, DiccNacional-1847).
  48. Acepción lexicográfica
  49. s. m. "Palo donde encaja la reja del arado" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
  50. Acepción lexicográfica
  51. s. m. Mar. "Pedazo de palo con un agujero grande en el centro donde se hace firme el moton de la amura mayor".(Domínguez, DiccNacional-1847)
  52. Acepción lexicográfica
  53. s. m. "En los telares de terciopelo, piezas que sirven para conducir el banquillo, en que está sentado el Tejedor".(Terreros Pando, DiccCastVocesCienciasArtes-1787).
  54. Acepción lexicográfica
  55. s. m. Mar. "Pedazo de cuarton que se asegura á cada lado de la cruz de una verga para sujetar la trinca del cuadernal de la paloma" (Domínguez, DiccNacional-1847).
  56. Acepción lexicográfica
  57. s. m. Mar. "La cajera y rodana del gaviete de la lancha" (Domínguez, DiccNacional-1847)
  58. Acepción lexicográfica
  59. s. m. Mar. "Cada una de las dos piezas curvas que se colocan en las lanchas desde la cadena del yugo, y en las cuales se sitúa el gaviete" (Domínguez, DiccNacional-1847)
  60. Acepción lexicográfica
  61. s. m. Mar. "Especie de taco clavado en la cubierta en forma de cuña, y en cuya cabeza apoya ó gira el linguete del cabrestante en algunas construcciones" (Domínguez, DiccNacional-1847)
  62. Acepción lexicográfica
  63. s. m. Arq. "La clave de la bóveda" (Matallana, VocbArqCivil-1848).
  64. Acepción lexicográfica
  65. s. m. Artill. "Plano inclinado de madera colocado sobre pies que sirve para echar en él con espumaderas de cobre las arenillas que se forman con objeto de que se escurran el líquido no cristalizado" (Tamarit, VocArtillería-1853).
  66. Acepción lexicográfica
  67. s. m. Mar. "Pieza de madera, clava ó sujeta en algún sitio; sirve para guiar un cabo" (Lorenzo / Murga / Ferreiro, DiccMarítimo-1864).
  68. Acepción lexicográfica
  69. s. m. Mar. "La uña de hierro con que se apoya en el medio punto la cabeza de la caña del timón" (Lorenzo / Murga / Ferreiro, DiccMarítimo-1864).
  70. Acepción lexicográfica
  71. s. m. Esp: Occ "Trozo de vaqueta que se cose a las botas usadas por los ganaderos, para evitar que entre el agua" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014)
  72. Acepción lexicográfica
  73. s. m. Mar. "Barrote perforado que se encastra a cada banda del extremo de fuera de algunos botavaras y sirve para tomar las empuñiduras de los antagallas" (Guardia, DiccMarEsp-1921).
  74. Acepción lexicográfica
  75. s. m. Esp: Merid (And) Vet. "Fístula que le sale al ganado caballar, mular, etc. en las mandíbulas".(Alcalá Venceslada, VocAndaluz-1933).
  76. Acepción lexicográfica
  77. s. m. Pa "Especie de cojín de cuero muy suave, relleno con lana o crin, labrado en la parte superior. Se coloca sobre el fuerte de la silla de montar".(Aguilera Patiño, DiccPanameñismos-1951).
  78. Acepción lexicográfica
  79. s. m. Esp: Merid (Can) "Pieza de madera que da consistencia al centro del remo y en la que hay un agujero por donde entra el tolete" (Corrales Zumbado / Corbella Díaz / Álvz Mtz, Tesoro LexicogrCanarias-1996).
  80. Acepción lexicográfica
  81. s. m. Esp: Cent "Escalera primitiva" (Manrique, VocPopValles Duero y Ebro-1956).
  82. Acepción lexicográfica
  83. s. m. Esp: Cent "Pieza de hierro, cuadrada, con un agujero en su centro donde entra la parte inferior del palo de las barreras o puertas" (Lpz Guereñu, Voces alavesas-1958).
  84. Acepción lexicográfica
  85. s. m. Esp: Or "Gancho que une las cadena que soportan las bolsas del carro" (García Cotorruelo, VocHablaCartagena-1959)
  86. Acepción lexicográfica
  87. s. m. Esp: Occ Esp: Merid (And) "Pieza de madera en el extremo de la vara del carro" (Rdz Perera, AportaciónVocabBadajoz-1959).
  88. Acepción lexicográfica
  89. s. m. Esp: Merid (And) "Dedil para el pulgar" (Alvar, ALEA I-1961).
  90. Acepción lexicográfica
  91. s. m. Esp: Merid (And) "Mangote" (Alvar, ALEA I-1961)
  92. Acepción lexicográfica
  93. s. m. Esp: Merid (And) "Cada una de las piezas que sujetan los palos verticales a la mesa del telar" (Alvar, ALEA IV-1965).
  94. Acepción lexicográfica
  95. s. m. Arq. "Terraja" (Alvar, ALEA IV-1965)
  96. Acepción lexicográfica
  97. s. m. Esp: Merid (And) "Pieza de madera con una muesca en la que se introduce el extremo del enjulio".(Alvar, ALEA IV-1965).
  98. Acepción lexicográfica
  99. s. m. Esp: Occ "Renacuajo" (Miguélez Rdz, DiccHablasLeonesas-1993).
  100. Acepción lexicográfica
  101. s. m. Esp: Merid (And) "Pieza pequeña de madera que para reforzar la biga de almazara, se encuentra fijada en distintos lugares de ésta" (García Cabañas, VocAltaAlpujarra-1967)
  102. Acepción lexicográfica
  103. s. m. Pa "Pieza ondulada sobre la cual descansan los bolos" (Pereira Padilla, LéxOccPanamá-1974).
  104. Acepción lexicográfica
  105. s. m. Esp: Cent "Recipiente de barro de forma parecida a una tortuga donde llevan el agua los pastores y cabreros" (Martín-Maestro, VocabMontesToledo-1974).
  106. Acepción lexicográfica
  107. s. m. Co "Cierto apero de madera que se pone sobre la enjalma" (Montes Giraldo, J. J. / Figueroa L., J. / Mora M., S. / Lozano R., M., GlosLéxicogr Atlas Colombia-1986).
  108. Acepción lexicográfica
  109. s. m. Esp: Merid (And) "Pieza en forma de anillo que, con otra igual, sostiene los extremos del eje del molinete y sobre la que gira" (Alvar Ezquerra, Tesoro Hablas Andaluzas-2000).
  110. Acepción lexicográfica
  111. s. m. Esp: Merid (And) "Parte sobresaliente del torno del alfarero situada debajo de la rueda superior" (Alvar Ezquerra, Tesoro Hablas Andaluzas-2000).
  112. Acepción lexicográfica
  113. s. m. Esp: Merid (And) "Antiguo candil que se encendía con aceite mineral y que tenía forma de galápago" (Alvar Ezquerra, Tesoro Hablas Andaluzas-2000).
  114. Acepción lexicográfica
  115. s. m. Esp: Merid (And) "Hombre taimado, reservón" (Alvar Ezquerra, Tesoro Hablas Andaluzas-2000).
galápago administrativo
  1. s. m. Conjunto de organismos, instituciones y personas que se encargan de administrar el gobierno de un territorio o comunidad, caracterizado por su extrema lentitud.
galápago de cabeza
    Acepción lexicográfica
  1. s. m. Mar. "Especie de moton, de figura particular, que sirve de retorno á las drizas de mesana y otras vergas" (Domínguez, DiccNacional-1847).
tener [alguien] más conchas que un galápago
  • loc. verb. Tener gran experiencia y astucia para la realización de una actividad.

Diccionario histórico del español de Canarias

También en esta página: DHLE (2013- )
galápago

 

galápago. m. Pieza de madera que da consistencia al centro del remo y en la que hay un agujero por donde entra el tolete.

                1957 (2001) Navarro Correa Habla Valle Gran Rey (p.68): galápago.- Parte central del remo, donde está colocado el agujero para el tolete. 1959 Alvar Tenerife (p.181): galápagos 'piezas de madera que dan consistencia al centro del remo y en las que hay un agujero donde entra el tolete' (general entre los marineros).

¨En el aleican iii (837 «Galápago») se señala que en todas las islas se emplean remos con galápago, mientras que «En el resto de nuestros dominios lingüísticos, no parece muy conocido este accesorio» (lmp 2, 330 «Caña 'parte central del remo'»). Podría tratarse de un sentido traslaticio, tomado de la terminología del arado, ya que según el drae-01 el galápago es el «Palo donde encaja la reja del arado».

 

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