horrura

Diccionario histórico del español de Canarias

horrura, orrura

 

horrura, orrura. f. Poso o sedimento.

                24-viii-1670 (1997) Actas del Cabildo de Lz (p.275): Dijo su merced y propuso que por cuanto han medido la mareta principal de esta Villa y hallándose tener ocho palmos de agua y 12 ó 14 de horrura [...]. Asimismo propone su merced que por cuanto la mareta de Arenillas está sin agua y toda llena de horrura [...]. 1678 (1994) Sosa Topografía (p.297): [...] abriendo por sus entrañas una mina por cuia concabidad tenian passo las christalinas corrientes y esto en tamaño tal que entraban los labradores que las gosan [...] a limpiar las horruras, unos con asadas y palas y otros con hachas ensendidas de tea porque su longitud que suele ser mucha no da lugar a que los raios de el sol reberberen liberales y claros en lo lóbrego del coracon abierto de la tierra.

                1779 (1983) Urtusáustegui Diario (p.45): Su hondo es muy considerable, y cría anguilas monstruosas en medio de ser sus aguas saladas, bien que como envían allí los linos y malvira para sus telas y sogas se amontona mucha horrura en que se puedan cebar.

                13-ix-1866 Jable (El Ramillete de Canarias, p.2): De esa cristalina fuente/ Do contemplas dulcemente/ De tu rostro la hermosura,/ Guárdate, porque hay horrura/ Entre su linfa luciente. 1900 Bethencourt Alfonso Obras (p.71): Para obtener la manteca de ganado añadian sal, hervían y colaban el amolán: la horrura ó bascosidad que quedaba sobre el colador llamaban aljóca o máñaque, que empleaban en peletería.

                1944 Armas Ayala Pequeño vocabulario (p.73): Orrura.- Partículas de cualquier cosa. Sobre todo se refiere a los restos de comida. ([El] Hier[ro]).

¨El aleican i (159 «Heces») la registra en un solo punto de Tenerife. En el drae-01 se da como acepción viva en Salamanca. También aparece citado su uso, en la comarca cacereña de Tierras de Alcántara, por Sande Bustamante, y en Álava por López de Guereñu como «Restos de aceite».

2. Desperdicios o basura, especialmente el conjunto de hojas, ramas, cortezas y otros despojos de las plantas.

                1705 (1988) Ordenanzas de Hi (p.52): (Ordenanza en razón del Fuego). [...] y el fuego que ellos o cualquiera persona llevaren a aquellas partes lo lleven en Basos, de forma que impensadamente no se pueda prender en la horrura del Monte, y se apercibe a los que lo Contrario hicieren [...].

                1846-66 (1982) Álvarez Rixo Historia del Puerto de Arrecife (p.89): Entonces entran los peces naturalmente, y descuidados se quedan dentro aprovechando las orruras de la ribera.

                1901 (1985) Bethencourt Alfonso Respuestas (p.55): En esta función que le es propia [el mar] arroja sus orruras y cuajarones. 20-i-1926 Jable (Gaceta de Tenerife, p.1): Este árbol [arrastrado por las aguas cientos de metros], la horrura, piedras y matojos que él iban conteniéndose, obstruyendo en parte las bocas del puente aminoraron su capacidad y contribuyendo al desbordamiento del barranquillo.

¨El drae-01 la considera desusada con el sentido de «Bascosidad que sale de una cosa», mientras que para el dgile es «Basura, superfluidad». En el dcech iii (s.v. horror) se escribe que «Antiguamente se empleó una variante vulgar, con cambio de sufijo, horrura [...], que más tarde se especializa en el sentido de 'suciedad, impureza, escoria' [...], después queda anticuado, aunque todavía corre en Salamanca y como término de minería en otras partes». Ejemplos muy antiguos se reúnen en el corde, desde 1376. Desde el punto de vista de este diccionario se estaría, pues, ante un arcaísmo. En lo que se refiere en concreto al deshecho de las plantas, tiene vigencia la palabra en las tres islas de la provincia de Las Palmas, y en El Hierro, según el decan ii. En Fuerteventura, el aleican i la documenta con dos acepciones próximas, «Ramojo (Pedacitos de leña que caen al suelo cuando se poda un árbol)» (mapa 241) y «Pinocha (Aguja del pino)» (mapa 285). Como «Broza de hierba» está recogida en Zamora por Álvarez Tejedor (p.46). Llorente i (pp.34-35) clasifica la voz, con todas sus acepciones, en el apartado de «Leonesismos».

3. Barro o lodo que queda después de una riada.

                iii-1791 (2002) Romero Diario ii (p.15): [...] avriendo en las laderas los torrentes profundas barranqueras y traiendo a las calles mucha orrura y cascajo [...].

                11-i-1841 Jable (Boletín Oficial de Canarias, p.2): [...] suelen pegar fuego al rastrojo, y dar paso á las aguas de los barrancos para que depositen en las tierras de su tránsito la horrura que llevan siempre consigo en las primeras avenidas.

                1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.170): Era don Felo un jovencito delicado y suave, que sonreía incluso cuando se entraba, zumbando y roja, la cigarra, o el barranco venía grande hasta pasar los ojos del puente y llenar de susto y horrura El Terrero y los bajos de la Herrería. 11-iv-1961 (1976) Guerra Cuentos iii (p.143): ¿Va a pintar su casa con ese canelo sorroballao, que más parese horrura de cuando dejaban venir el barranco, séase, el Guiniguada?

¨Relacionada especialmente con la primera acepción, los ejemplos recogidos en el siglo xx la sitúan únicamente en Gran Canaria.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

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