morbidad

Diccionario histórico de la lengua española (2013- )

morbidad s. (1851-)
morbidad
Etim. Derivado de mórbido y -dad, con haplología.

Esta palabra, ciertamente rara, se documenta por primera vez, con la acepción 'falta de fuerza o de energía', en 1851, en una pieza publicada en El Faro de la Niñez (Madrid), único testimonio localizado con este valor. Como 'cualidad o aspecto de aquello que es agradable o placentero por su belleza, su suavidad o su sensualidad', se atestigua únicamente en 1863, en un artículo de A. Campoamor titulado "El Carnaval en la villa de Orotava" y publicado en El Guanche (Santa Cruz de Tenerife). Como voz propia de la escultura y la pintura, se registra en 1899, en La Catedral de Sigüenza erigida en el siglo XII, de M. Pérez-Villamil, con la acepción 'cualidad de aquello que parece terso, suave, de líneas armoniosas y bien proporcionado'. Como sinónimo de morbo ('atractivo que despierta lo cruel, desagradable, íntimo, prohibido, truculento o lo considerado indecente'), por último, se consigna en 1953, en el Diccionario enciclopédico de la Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana.

    Acepción en desuso
  1. >mórbido+–dad/-edad/-idad
    s. f. Falta de fuerza o de energía.
  2. Acepción en desuso
  3. >mórbido+–dad/-edad/-idad
    s. f. Cualidad o aspecto de aquello que es agradable o placentero por su belleza, su suavidad o su sensualidad.
  4. Acepción en desuso
  5. >mórbido+–dad/-edad/-idad
    s. f. Pint. Escult. Cualidad de aquello que parece terso, suave, de líneas armoniosas y bien proporcionado.
  6. >mórbido+–dad/-edad/-idad
    s. f. Atractivo que despierta lo cruel, desagradable, íntimo, prohibido, truculento o lo considerado indecente.
morbidad2 s. (1909-)
morbidad
Etim. Probable calco del francés morbidité, atestiguada en esta lengua desde 1849; y esta, a su vez, de morbide e -ité (véase TLF, s. v. morbidité); cf., no obstante, el raro sustantivo morbité, atestiguado al menos desde 1875, en el noveno tomo del Dictionnaire encyclopédique des Sciences Médicales (Paris, G. Masson y P. Asselin), donde alterna con el más general morbidité.

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'cantidad de personas que tienen una enfermedad en un lugar y en un periodo de tiempo determinado en relación con el número total de la población', en 1909, en un artículo de L. A. Santullano titulado "La griseta parisiense" y publicado en el diario Nuestro Tiempo (Madrid). La alusión a las declaraciones del francés Paul Berthod podría indicar que el sustantivo tiene su origen en la rara voz francesa morbité, pero lo que en realidad escribió este médico fue morbidité: "La plupart des grands magasins fournissent une morbidité et une mortalité effrayantes parmi leurs employés, à telle enseigne que ceux qui restent quelques années et échappent à la tuberculose sont presque l'exception...", unas palabras publicadas en un elevado número de revistas y diarios, como, por ejemplo, en Le Petit Parisien (Paris) en 1904. El vocablo apenas puede competir con sus sinónimos morbilidad o morbididad, y el único repertorio lexicográfico que lo consigna es el Diccionario enciclopédico de la Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana (1953).

  1. s. f. Cantidad de personas que tienen una enfermedad en un lugar y en un periodo de tiempo determinado en relación con el número total de la población.

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