morbosidad

Se documenta por primera vez, como sinónimo de enfermedad ('alteración de la salud caracterizada por un conjunto de síntomas'), en 1728, en la obra Medicina elemental, experimentada y acrisolada en el theatro de la verdad desnuda, de F. Suárez de Ribera. Como 'cosa que daña, perjudica o altera el estado normal o el buen funcionamiento [de algo]' se registra a partir de 1823, en la primera parte de La voz de la justicia en la respuesta dada á una consulta hecha sobre el valor de las ventas de los bienes eclesiásticos en los años 21, 22 y 23. Con la acepción de 'capacidad de causar una enfermedad' se documenta solo en 1865, en un artículo de A. Rodríguez Tejedor publicado en El Criterio Médico (Madrid). En 1877, es decir, cuatro años después que su sinónimo morbilidad, se atestigua con el valor de 'cantidad de personas que tienen una enfermedad en un lugar y en un periodo de tiempo determinado en relación con el número total de la población': el primer testimonio se halla en la traducción de un artículo del francés Léon Colin sobre la fiebre tifoidea en el ejército, publicada en La Gaceta de Sanidad Militar (Madrid). Desde entonces el uso con este significado es infrecuente y el DPD (s. v.) desaconseja su uso. Desde 1918, en la Traducción del italiano de los Estudios de Literatura inglesa e italiana, se atestigua con la acepción de 'atractivo que despierta lo cruel, desagradable, íntimo, prohibido, truculento o lo considerado indecente'. Como 'afición o inclinación excesivamente [a algo]', únicamente lo hemos registrado en 1997, en un artículo de El Nuevo Herald.

Se documenta únicamente, con la acepción de 'cualidad de aquello que se deforma fácilmente o cede a la presión', en 1804, en el quinto tomo de la traducción, hecha desde el italiano por J. Serrano, de los Elementos de medicina práctica de Weikard, en un pasaje en que se traslada el original "certa morvidezza e flessibilità".