pandorga

Diccionario histórico de la lengua española (2013- )

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pandorga s. (1602-)
pandorga, pandorgón
Etim. Del latín *pandurica y esta, a su vez, de pandūra (véase DLE, s. v. pandorga). La etimología propuesta en el DECH (donde el sustantivo se presenta como derivado de un verbo *pandorgar 'dar una serenata', procedente de un latín vulgar *pandoricare, derivado de pandorium), permitiría explicar más cómodamente las variantes panduerga y panduerca, pero tiene en su contra precisamente el carácter hipotético de la base de derivación (pandorgar), lo que hace preferible recurrir a la etimología propuesta en el DLE.

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'banda musical cuyos integrantes tocan generalmente instrumentos populares que producen una música ruidosa, alborotada y sin concierto', en 1602, en la Descripción y relación de fiestas en honor de la Virgen de Guadalupe de Chuquisaca de D. de Ocaña. Como 'música estrepitosa, alborotada y sin concierto' se registra en 1611, en el Tesoro de la lengua castellana de Covarrubias, quien lo define como "una consonancia medio alocada, y de mucho ruido que resulta de la variedad de instrumentos". Panduerga figura, antes de 1627, en un soneto de carácter humorístico de L. de Góngora (en el que esta variante rima con jerga, alberga y Pisuerga); el contexto parece claro, ya que utiliza panduerga como 'música estrepitosa, alborotada y sin concierto', en oposición a "disciplinas" o castigos.

Con la acepción de 'baile festivo asociado al alboroto de la pandorga' se atestigua en 1619, en las Fiestas reales de Lisboa, de Francisco de Arce. Unos años más tarde vuelve a aparecer en El diablo cojuelo (1641) de L. Vélez de Guevara: en este texto, la pandorga se menciona junto a otros famosos bailes del siglo XVII, como la zarabanda, la chacona, la mariona, el guineo, etc.; figura también en los Discursos sobre el Arte del danzado de J. Esquivel Navarro, en 1642. Que este baile era bien conocido por entonces se corrobora con otros textos, como con la mojiganga Los títeres de F. A. de Monteserer, representada en el Corpus de 1665, en que hablan un alcalde y una hechicera sobre diferentes representaciones. Tras rechazar el alcalde la danza, la hechicera le propone: "¿Queréis pandorga, que se usa ahora?". El alcalde le responde, dándole a entender que no conoce la moda: "¿Y qué mujer es esa, mi señora?". Y ella lo explica del siguiente modo: "Es compuesto de ruido y variedades"; cuando entra la pandorga en escena, el alcalde la caracteriza por los "instrumentos discordes", como una fiesta para sordos. No va la moda muy lejos, pues las documentaciones posteriores al siglo XVII se encuentran en estudios de carácter historiográfico, o en obras donde la voz pandorga está tomada como objeto de estudio: así, por ejemplo, en la Colección de entremeses, loas, bailes, jácaras y mojigangas de E. Cotarelo, publicada en 1911. En el ámbito lexicográfico esta acepción está escasamente representada; se registra en Chilenismos: apuntes lexicográficos de Medina, de 1928, así como en el Diccionario del habla chilena de la Academia Chilena (de 1978) y en el Diccionario ejemplificado de chilenismos de Morales Pettorino, Quiroz y Peña, en 1986. En estos diccionarios pandorga se define como antiguo baile usado en Chile: posiblemente se trate del mismo baile barroco que se practicaba en España.

Como sinónimo de cometa ('artefacto volador consistente en un armazón plano y ligero, cubierto o forrado de papel o tela, del que cuelga una cola de cintas o trozos de tela o de papel; se sujeta con un cordel largo y se lanza al aire para que la fuerza del viento lo eleve y lo mueva') se registra por primera vez en la comedia Galán, valiente y discreto de A. Mira de Amescua, obra de la que ya se conocen ediciones impresas en 1636. Por otro lado, el contexto en el que aparece la voz no permite dilucidar con exactitud si se alude a la cometa o a la banda portada por un caballero en el que está escrito un lema o mote. La primera edición del DRAE en que se recoge la voz pandorga con esta acepción es la de 1780 (aunque en remisión a la voz cometa). El Diccionario castellano de Terreros y Pando (1788) ya la define como voz usada en "Cádiz y Andalucía". La edición del DRAE de 1803 simplemente advierte que es voz usada en "algunas partes", y en la edición de 1832 se afirma que es voz provincial.

Como sinónimo de zambomba ('instrumento musical popular de percusión formado por un recipiente, generalmente cilíndrico y de barro cocido o de madera, abierto por uno de sus extremos y cerrado por el otro con una piel muy tirante, en cuyo centro está fijada una varilla; se toca frotando la varilla de arriba abajo con la mano humedecida, y produce un sonido ronco, fuerte y monótono'), se documenta por primera vez en la comedia burlesca Céfalo y Pocris (a1651) de P. Calderón de la Barca; poco después figura en Las tarascas de Madrid (1665) de F. Santos, en el seno de una relación de instrumentos musicales de carácter rústico. Los primeros registros lexicográficos dan la voz como provincialismo; así, con esta acepción entra la voz en el DRAE de 1832 con la marca diatópica Murcia; en el DMILE de 1989, la voz se marca como propia de Andalucía y Murcia, si bien la mención a Andalucía no figura en el DRAE de 1992.

Con el valor de 'juego antiguo que consiste en golpear con una lanza una figura inmóvil que sirve de blanco y que, al ser embestida, gira sobre su eje rápidamente y golpea con sus brazos al jugador poco hábil' se registra en 1773, en Madrid, castillo famoso de N. Fernández de Moratín. Los testimonios son ciertamente escasos, hecho que se explica porque la voz se emplea a partir del último cuarto del siglo XVIII para referirse a una pretendida tradición festiva antigua caída en desuso. Este es, quizás, también el motivo de que las documentaciones procedan de textos de corte novelesco que evocan tiempos pasados o de repertorios lexicográficos. En el DRAE de 1869 se incluye la acepción de 'figura que sirve de blanco en el juego de la pandorga' (en concreto, en este repertorio se define del siguiente modo: "Figurón que servía de blanco en el antiguo juego de la pandorga, al cual herian con la lanza, pasando á caballo á la carrera, sucediendo a veces que el figuron o pándorga, girando muy rápidamente sobre su eje, volvia y daba con su brazo al caballero"). Al margen de los repertorios académicos, solo la hemos atestiguado en 1987, en un artículo publicado en El Informador (Guadalajara).

Como 'explicación o discurso pesado, torticero o fastidioso' se documenta por primera vez en la pieza titulada "El Duende de las tabernas descubierto", publicada en el Diario de Sevilla el 18 de octubre de 1813, en el que se establece un juego semántico por el que se alude también a su significado de cometa; se atestigua fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XIX, aunque su uso acaba perdiéndose en el siglo siglo XX, y tan solo se localiza, en esa centuria, algún testimonio residual.

Con la acepción de 'burla o broma humillante, grosera y ofensiva' se documenta por primera vez en la novela El Periquillo Sarniento de J. J. Fernández Lizardi (1817 -1827); a partir de ese primer testimonio se registra en distintos repertorios lexicográficos, como, en 1846, en el Nuevo diccionario de la lengua castellana de Salvá, quien estima que es un mejicanismo. Esta acepción no se ha recogido nunca en los diccionarios de la Real Academia Española.

Con la acepción 'juego de naipes en que el as de oros es la carta de mayor valor' se registra en 1842, en un artículo de Jotabeche (José Joaquín Vallejo Borkoski); se recoge, asimismo, en 1911, en las Palabras de Catamarca de Avellaneda.

Con la acepción de 'fiesta propia de Tenerife y de La Palma (Canarias), generalmente nocturna, en la que la gente recorre las calles llevando farolillos de distintos colores y formas, al tiempo que se tocan algunos instrumentos musicales, como pitos y tambores', se atestigua en 1844, en el Boletín Oficial de Canarias (Santa Cruz de Tenerife) correspondiente al 11 de febrero; en ese texto se describe la pandorga como "divertida iluminación ambulante", muy relacionada también, por otra parte, con el ruido y el alboroto de la pandorga. Este extremo queda bien explicado, por otro lado, en el Diccionario histórico del español de Canarias: "Corresponde a la acepción clásica de este término, que el Dicc. Autoridades V define como 'Junta de variedad de instrumentos, de que resulta consonancia de mucho ruido'. Solía ser el colofón de las representaciones de entremeses y mojigangas (DECH, IV, s.v.). Uno de los actos que se celebran durante la llamada "Semana chica", que comienza con la bajada de la Virgen de las Nieves, en Santa Cruz de La Palma, es La Pandorga, que Hernández (p. 194) describe como un "desfile de faroles de múltiples colores y formas (estrellas, dragones, coches...) que portan los niños, y con los que recorren calles oscuras acompañados de la banda de música. De regreso, en el barranco de las Nieves, los queman en una gran hoguera". Por otra parte, como 'fiesta propia de Ciudad Real (España), que simboliza el agradecimiento de los agricultores a la Virgen del Prado por la cosecha', se registra desde 1847, en el tomo sexto del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España, de P. Madoz, si bien su documentación es escasa, para lo que se pueden aducir varios motivos: el ámbito restringido de empleo de esta acepción, ya que se trata de una fiesta local, así como el hecho de que, aunque se afirma que la fiesta de la Pandorga, tal como se conoce en la actualidad, se remonta al menos al siglo XVIII, no han llegado hasta la actualidad registros históricos ni otro tipo de documentos de relevancia que sirvan como fuente. De hecho, en el primer testimonio ya se alude a la fiesta como costumbre desusada. Parece que esta tradición se recupera en 1956: así se afirma en el artículo "La tradición de la Virgen del Prado y la fiesta de La Pandorga", de C. M. San Martín, publicado en el diario ABC (Madrid) en agosto de 1957.

Como 'instrumento de pesca consistente en un aro de hierro, del que pende una red de alambre semiesférica, que se maneja mediante una pértiga en la que está suspendido' se consigna ya en el Glosario de canarismos (a1887) de Maffiote; posteriormente, se localiza, en 1896, en una noticia publicada en La Opinión: Diario Liberal-Conservador (Santa Cruz de Tenerife).

Con la acepción de 'parte del cuerpo humano constituida por el abdomen, especialmente si es abultado' se documenta al menos desde 1888, en una pieza publicada en La Crónica (Huesca). Se recoge en algún vocabulario dialectal (como, en 1946, en las Voces, en su mayor parte nombres de cosas, de uso corriente en estos valles altos de la provincia de Santander, de Calderón Escalada) y en 1970 se incorpora al DRAE ("vientre, panza o barriga"); en la edición de 1984 se indica, en la etimología, que en algunas acepciones "se confunde con andorga".

Finalmente, como 'persona que tiene poca inteligencia o poco entendimiento' se registra por vez primera en el Glosario del bajo español en Venezuela de Alvarado (c1929) y, en 1988, en Tardía declaración de amor a Seraphine Louis de D. Romero.

En algunos repertorios lexicográficos se consignan otras acepciones. Como 'incomodidad, molestia' se consigna por primera vez en 1921, en el Vocabulario costeño de Sundheim; también figura en el Diccionario de provincialismos y barbarismos del Valle del Cauca de Tascón (c1915-1921). En este mismo repertorio se consigna la acepción 'embustes, supercherías'. Según Vergara Martín (1925), pandorga "equivale a serenata en algunas regiones españolas". En Chile, se registra la acepción 'el as de este juego [de naipes en que el as de oros es la carta de mayor valor]', desde 1942, en el Diccionario general de americanismos de Santamaría. En algunos estudios o vocabularios centrados en el léxico de Extremadura (España), como El habla de las Hurdes, de Velo Nieto, de 1956, se afirma que se emplea esta voz (y, en concreto, las variantes panduerca y panduerga) para referirse a la "mujer sucia, mal ataviada, gruesa".

La locución verbal caerle en pandorga se registra por vez primera en 1880, en un artículo de La Patria (Oruro); resulta ciertamente interesante el testimonio procedente de El Batallador, de G. Chávez, en 1986, pues el autor afirma no conocer exactamente el alcance de la expresión y propone una interpretación. Se consigna en el DMILE de 1984 (así como en la edición posterior, de 1989). La locución adjetiva de pandorga ('[persona] que importuna o molesta') se atestigua, por su parte, en 1942, en la Enciclopedia larense de Silva Uzcátegui; posteriormente figura en La Catira, de C. J. Cela, autor que, como es bien sabido, era aficionado a revitalizar palabras y expresiones contenidas en los diccionarios.

Irse para la pandorga ('despedir o echar [a alguien] bruscamente'), locución verbal circunscrita a Venezuela, se atestigua al menos desde 1966, en Romería por el folclore boconés de L. Dubuc Isea. Por último, mandar [a alguien] a la pandorga se consigna únicamente en repertorios lexicográficos (así, en 1993 figura en el Diccionario de venezolanismos de Tejera).

Notas filológicas

En La dama boba de Lope de Vega, 1613, figura la voz pandorga; aunque podría pensarse que, en este caso, se emplea con el valor 'mujer de carácter airado', dado que figura en un pasaje en que se incluyen vocablos o expresiones como "bárbara tigre", "pantera", "onza", parece evidente que, en realidad, se emplea para referirse al personaje mitológico de Pandora, uso que se percibe en otros textos (como, por ejemplo, en el Manojuelo de romances de G. Lasso de la Vega, de 1601: "Uno por otro se vaya; / yo callaré, y ellas callen, / y si dellas mal dixere, / señoras, de aquí en adelante / plega a la Pandorga vieja / que su maldición me alcance"). Recordemos, además, que el Diccionario de Autoridades (1737, s. v. pandora), afirma que pandorga se usa "en estilo festivo y familiar" para denominar a la "muger mui gorda, pesada, dexada y floxa en sus acciones", uso que se explica del siguiente modo: "Pudo decirle irónicamente de Pandóra, aquélla muger de las fábulas, en quien fingen que depositaron los Dioses todas las gracias, cada uno la suya".

    Acepción en desuso
  1. s. f. Banda musical cuyos integrantes tocan generalmente instrumentos populares que producen una música ruidosa, alborotada y sin concierto.
  2. s. f. Música estrepitosa, alborotada y sin concierto.
  3. s. f. Mús. Baile festivo asociado al alboroto de la pandorga.
  4. s. f. Artefacto volador consistente en un armazón plano y ligero, cubierto o forrado de papel o tela, del que cuelga una cola de cintas o trozos de tela o de papel; se sujeta con un cordel largo y se lanza al aire para que la fuerza del viento lo eleve y lo mueva.
  5. s. f. Instrumento musical popular de percusión formado por un recipiente, generalmente cilíndrico y de barro cocido o de madera, abierto por uno de sus extremos y cerrado por el otro con piel tirante, en cuyo centro está fijada una varilla; se toca frotando la varilla de arriba abajo con la mano humedecida, y produce un sonido ronco, fuerte y monótono.
  6. s. f. Juego antiguo que consiste en golpear con una lanza una figura inmóvil que sirve de blanco y que, al ser embestida, gira sobre su eje rápidamente y golpea con sus brazos al jugador poco hábil.
  7. s. f. desp. Explicación o discurso pesado, torticero o fastidioso.
  8. Acepción en desuso
  9. s. f. Mx Burla o broma humillante, grosera y ofensiva.
  10. s. f. Ch Ar Juego de naipes en que el as de oros es la carta de mayor valor.
  11. s. f. Esp: Merid (Can) Fiesta propia de Tenerife y de La Palma (Canarias), generalmente nocturna, en la que la gente recorre las calles llevando farolillos de distintos colores y formas, al tiempo que se tocan algunos instrumentos musicales, como pitos y tambores.
  12. s. f. Esp: Cent Fiesta propia de Ciudad Real (España), que simboliza el agradecimiento de los agricultores a la Virgen del Prado por la cosecha.
  13. s. f. Figura que sirve de blanco en el juego de la pandorga.
  14. s. f. Esp: Merid (Can) Instrumento de pesca consistente en un aro de hierro, del que pende una red de alambre semiesférica, que se maneja mediante una pértiga en la que está suspendido.
  15. s. f. Esp coloq. Parte del cuerpo humano constituida por el abdomen, especialmente si es abultado.
  16. s. f. Carib. continen. desp. Persona que tiene poca inteligencia o poco entendimiento.
  17. Acepción lexicográfica
  18. s. f. Co "Incomodidad, molestia" (RAE, DMLE 4.ª ed.-1989).
  19. Acepción lexicográfica
  20. s. f. Co "Superchería" (Alario di Filippo, LexColombianismos-1983).
  21. Acepción lexicográfica
  22. s. f. Esp "Serenata" (Vergara Martín, Cuatro mil palabras-1925).
  23. Acepción lexicográfica
  24. s. f. Ch "El as de este juego" (Morales Pettorino / Quiroz Mejías / Peña Álvz, DiccChilenismos-1986).
  25. Acepción lexicográfica
  26. s. f. Esp: Occ "Se dice de la mujer sucia, mal ataviada y gruesa" (Viudas Camarasa, DiccExtremeño-1980).
caerle en pandorga
  1. loc. verb. Mx Causar [algo] perplejidad o extrañeza [a alguien] o desagradar [algo] intensamente.
de pandorga
  1. loc. prep. Ve [Persona] Que importuna o molesta.
irse para la pandorga
  1. loc. verb. Ve coloq. Despedir o echar [a alguien] bruscamente.
mandar [a alguien] a la pandorga
    Acepción lexicográfica
  1. loc. verb. Ve "Rechazar con ira a la persona que importuna o molesta" (Tejera, DiccVenezolanismos-1993).

Diccionario histórico del español de Canarias

También en esta página: DHLE (2013- )
pandorga

 

pandorga. (De pandorga, barriga o panza). f. Red de alambre semiesférica que pende de un aro de hierro, de diámetro variable, que a su vez se suspende de una pértiga con la cual se maneja.

                1800 (1983) Massieu Diario (p.16): [...] luego se volvio a quedar todos quietos siguiendo ellos con sus diverciones que hacian todas las mas de las noches pues hechaban sus pandorgas, baylaban sus Contradanzas contavan bastantes Cuentos etc. [...].

                a1887 (1993) Maffiotte Glosario (p.104): Pandorga. Red circular, en forma de media naranja. 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.303): La pesca se practica en las Canarias con caña, cordel, chinchorros, pandorgas, guelderas, curricanes, nasas, lienzas, tambores, tarrayas y trasmallos.

                1957 (2001) Navarro Correa Habla Valle Gran Rey (p.93): pandorga.- Cesto de malla de alambre. Se usa para atrapar peces pequeños. En Las Palmas, gueldera. 1959 Alvar Tenerife (p.213): pandorga 'especie de red provista de una armadura circular' (Puerto [de la Cruz], Alc[alá]).

¨Como la gueldera y la tarraya, la pandorga es un arte de pesca que debe su nombre seguramente a la comparación con pandorga 'panza'.

2. Fiesta nocturna en la cual la gente recorre las calles llevando farolillos de múltiples colores y formas, al tiempo que se hacen sonar pitos, tambores y chácaras.

                1841-44 (1955) Álvarez Rixo Cuadro histórico (p.128): Para luminarias, costosa fiesta o bajada de la Virgen de Nieves, fuegos y pandorgas, siempre ha habido con qué costearlas, una mediana instrucción es lo que no se había podido organizar. fin. s.xix (1975) Lorenzo Rodríguez Noticias i (14, p.15): Por lo regular los 8 días antes de la bajada se destinan a festejos públicos, como son: danzas, carro triunfal, pandorga, gigantes, etc.

¨Corresponde a la acepción clásica de este término, que el Dicc. Autoridades v define como «Junta de variedad de instrumentos, de que resulta consonancia de mucho ruido». Solía ser el colofón de las representaciones de entremeses y mojigangas (dcech iv, s.v.). Uno de los actos que se celebran durante la llamada «Semana chica», que comienza con la bajada de la Virgen de las Nieves, en Santa Cruz de La Palma, es La Pandorga, que Hernández (p.194) describe como un «desfile de faroles de múltiples colores y formas (estrellas, dragones, coches...) que portan los niños, y con los que recorren calles oscuras acompañados de la banda de música. De regreso, en el barranco de las Nieves, los queman en una gran hoguera».

 

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