pecha

 

pecha. f. Prueba que se le hace al gallo de pelea, para conocer su bravura y su forma de batirse, enfrentándolo a otro, ambos con las espuelas forradas para evitar que se hieran.

                1899 (2008) Gallos ingleses (p.401): Teniendo los gallos tres o cuatro corridas, se dispone la primera pecha, casándolos por lista de pesos, cuidando de que cada uno peche con otro igual, o con la diferencia cuanto más de 2 onzas si son de peso alto, y de una si de pequeño. Las pechas, que siempre serán de las 9 de la mañana a las 2 de la tarde [...].

                1948 (1969) Guerra Cuentos ii (p.19): Pérez, decimos, abrió una gallera. Pérez era, desde luego, un devoto de los seis domingos de peleas y del tiempo y las incidencias anteriores y posteriores a las pechas: cruces, crías, cuidos, intriguillas, sabotajes, atentados... Ibídem (p.76): Así siguió la lectura del primer acto, que a la hora y media iba aún por la mitad. «Entra él», «Sale ella...», repetía en un guineo, con la boca seca y los ojos como gallo en pecha, Esteban Pacheco. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.250): En ocasiones paraba de pronto una pecha, tomaba el gallo y examinaba despacio y concentrado los puñales, que algunas veces son patarrasas, o sea cortos, y otras salen torcidos, haciendo entonces vanos los viajes.

¨Como señala Pérez Corrales, «Las pechas de los gallos forman parte ineludible de la labor de una casa de gallos, ya que por ellas sabe el cuidador cuáles son las características de cada gallo».

2. Competición o desafío.

                ii-1947 (1976) Guerra Cuentos i (p.496): Don Victoriano tenía una finca en los alrededores de la ciudad. Platanitos, alfálfara, algunas reses buenas, una punta de cabras de raza y un potrillo, también de buen castío, cuidado especialmente para si se terciaba alguna pecha de aquí al jardín de doña Luisa. 16-vi-1947 (1976) Ibídem (p.464): La primera pecha del Timagada, que así lo bautizaron, fue un acontecimiento, tanto por el resultado como por lo que se discutió la técnica de la carrera. El bote hizo la travesía al revés del pepino, o séase en contra de lo que iban esperando los entendidos desde la costa. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.31): Fue una prueba de pulso, que recordó a los hombres las pechas de toros en Los Sequeros por fiestas de la Cruz de Mayo, traídos de la cuerna, fechados de los testuces los novillos poderosos, y empujando, hermosos y redoblados, en medio de la sementera y entre el silencio de la gente. Ibídem (p.121): El viejo se olvidó de que era guardia: «¡Bonita pecha, caballeros!», dijo, sin poder tragarse el entusiasmo. Ibídem (p.160): No le había dicho a usted, y quiero señalárselo antes de seguir adelante, que en alguna de las rebelinas de su genio, don Nicolasito aprendió a luchar acá en su isla. Llegó hasta a tirarse, en salidas por cáida, a los terrenos del barranco, cuando el cauce del Guiniguada fue campo de espontáneas, limpias y apasionantes pechas, contándole por cierto estos arranques disgustos familiares.

¨Desde el drae-92 se registra como canarismo, con dos acepciones: «Competición, encuentro» y «Puja», coincidentes con las que propone Guerra Navarro.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)