piedra

Diccionario histórico del español de Canarias

piedra

 

piedra. f.

1. ~ de destilar, ~ de distilar, ~ de estilar, ~ destiladera. loc. sust. Piedra arenisca de forma semiesférica ahondada, con borde para apoyarse en el bastidor que tiene la destiladera, con la que se filtra el agua para beber.

                1743 (1978) Inventario de varias casas de los Carta (p.339): 1 piedra de distilar con sus armas. 1781 (1959) Guerra Memorias Tf iv (p.76): De estas Islas se llevan alli Judias y otras Legumbres, frutas, algunos tafetanes, Loza de Candelaria, piedras de estilar, orchilla, y q[uan]do hay embarcaciones de Indias, cacao, Azucar, cueros, &c. 1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (p.356): Piedra de destilar (Cosporosa aquam sensim trasmitendo stillans, Lin.). Cantera arenisca, de textura áspera, porosa, y de un blanco pardusco. Compónese de granos de arena, menudos, groseros, iguales, amarillentos, en disposición de conservar ciertos intersticios, por los cuales se filtra el agua, saliendo destilada y más pura. Hállase esta famosa cantera a las orillas del mar en la costa de Guanarteme, a la banda norte de la isla de Canaria. [...] Se nota, que luego que se saca del agua, está blanda, pero puesta al aire se va poco a poco endureciendo. Sabido es que para el efecto de hacer filtrar el agua por ella, se corta en figura de medio huevo, socavado por dentro, con un borde cuadrado, a fin de suspenderla de un armadijo de madera; así, el agua, de que se llena, pasa por los poros insensibles de la piedra, y se van reuniendo lentamente sus gotas en el centro de la parte más baja del medio huevo, de donde caen al bernegal o talla, que las recibe. El uso general que se hace en nuestras islas de estas distiladeras, se dirige al mayor aseo, y no, como juzgó el viajero Le Maire, porque el agua de nuestras fuentes sea de bondad mediocre (Viaje a las Canarias, pág. 19). De estas piedras se ha hecho siempre en nuestras islas un buen comercio, y algunos autores de viajes aseguran que en el Japón, a donde las han llevado y tienen mucho uso, las creen una especie de esponja petrificada.

                5-ix-1804 (1978) Obras en la reedificación (p.373): Por sinco pesos una piedra de estilar. 9-v-1835 Jable (Boletín Oficial de Canarias, p.4): Dos piedras de destilar á tostón cada una. 1889 (1897) Zerolo La lengua (p.169): Piedra de destilar. Asperón del que se hacen las piedras de destilar o de filtrar, que también llaman de filtro. Esta es como una semiesfera ahondada con borde para apoyarse en un bastidor que tiene la destiladera. 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.63): Esa es la destiladera díjome mi cicerone; como V. vé, no es más que una armadura de madera abierta por arriba, para colocar en dicho sitio la piedra de destilar, una piedra del país, de arenisca, endurecida al aire, muy porosa y tallada en forma de medio huevo y hueco su interior; llena de agua, ésta se filtra, gota á gota, por su fondo debido á su porosidad, cayendo á un recipiente de barro denominado Bernegal.

                1924 Millares Léxico de GC (p.75): Fuego salvaje. Curiosa manera de llamar a las pústulas que nacen en torno de los labios y que la gente de antaño pretendía curar con el «barro de la pila» o sea con el que se formaba en la superficie exterior de la piedra de destilar, y en el que arraigaban las matas del culantrillo, ornamento de la pila canaria. 1932 T. de A. Tenerife (p.66): La destiladera tiene tres compartimentos: en el superior está el grifo del agua y la piedra destiladera; en el intermedio, el bernegal, y abajo, a nivel del suelo, la tina.

¨Todavía se emplea en muchos lugares de las islas para filtrar el agua que se bebe. El aleican ii (595 «Destiladera») la recoge con la variante piedra (de) ehtila(r), solo en Tenerife y La Palma, pero prácticamente se conoce en todo el archipiélago. El nombre de piedra destiladera que aparece en el ejemplo de 1932 no es nada habitual y tal vez se deba a que el autor del texto no era canario y pudo interpretar mal lo que le dijeron.

2. ~ de los ojos. Piedra muy pequeña, sumamente lisa y lustrosa, que se introducía en el ojo para limpiarlo.

                1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (p.357): Piedras de los ojos (Lapides chelidonii, Bomar). Son unas piedrezuelas que los naturalistas llaman «piedras de golondrina»; en francés, «pierres d'hirondelle». Son pequeñitas, de media figura lenticular, parecidas a las que nombran ojos de cangrejos, sumamente lisas y tersas, de color naranjado. Encuéntranse en las arenas de la isla de Lanzarote y de la isleta de Alegranza. Se les ha dado el nombre de piedras de los ojos, porque metidas bajo los párpados, los limpian de cualquiera cuerpecillos extraños que los incomodan, cuya propiedad consiste en la gran pulidez de su superficie, que deslizándose por el globo del ojo con toda suavidad, lleva consigo los más ligeros átomos. Esta virtud ophtálmica, conocida en Lanzarote, tiene desde lo antiguo la misma reputación en los países de la Europa, donde dichas piedras no dejan de ser raras. [...] Plinio y otros antiguos creían que sólo se encontraban en el estómago de ciertas golondrinas, de donde les ha venido el nombre.

¨Terreros (s.v. piedra) explica que la piedra de purificar los ojos es una «piedra mui pequeña que viene de la Provincia de Santa Marta en la América: son blancas, y de la figura casi de media lenteja; tengo algunas en mi poder, que son mui lustrosas, y varias en su color». Tenía la misma propiedad la piedra de Sarcenaga, que el propio Terreros recoge. Naturalmente, hoy es una práctica inusitada la que describe Viera y Clavijo, por lo que la expresión piedra de los ojos también lo es. En América, Ortiz registra piedra de ojo como «Cierta piedrecita de playa que puesta en el ojo, bajo el párpado, sin esfuerzo se mueve por toda la órbita y la limpia. Se mueve sola con zumo de limón, según Esteban Pichardo en su Geografía (vol. ii, p.43). Las virtudes de estas piedras de ojos (pierres aux yeux) ya fueron notadas por el padre Charlevoix en su notable Histoire de l'Isle Espagnole ou de S. Domingue (t.i, Amsterdam, 1733, p.28), quien les atribuye en latín el nombre de umbilicus marinus».

3. ~ de puerco. Espato [= mineral de estructura laminar].

                1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (p.168): Espato [...]. Tenemos en Canaria el espato fétido o piedra de puerco, no menos raro y estimado de los naturalistas. En el pago de Ginámar, en la misma isla, hay grandes vetas de espato en masas como de mármol de color blanquecino, con listas pajizas, verdes y negras, capaz de admitir algún pulimento. También he visto un espato calcáreo de Tenerife de color de café, con apariencias de alabastro. Ibídem (p.356): Piedra de puerco (Lapis suillus). Especie de espato calcáreo, de color de pizarra, muy duro, opaco, salpicado de cristalitos, a manera de lentejuela, o escamillas semicirculares, de un brillante oscuro. Cuando se frota bien esta piedra, o se calienta al fuego, exhala un mal olor, semejante al tufo de carbón de tierra, o del aire inflamable, que llaman gas hidrógeno; pero así que vuelve a enfriarse, carece de olor. Encuéntrase en Canaria, pues en la antigua iglesia del Sagrario había algunas lápidas sepulcrales, labradas de esta rara cantera.

¨No se ha vuelto a documentar en la lexicografía canaria con esta acepción. Terreros (s.v. piedra) dice que es una «especie de Bezoar». Bezoar, según el drae-01, es «Concreción calculosa que suele encontrarse en las vías digestivas y en las urinarias de algunos mamíferos y a la que se atribuyeron propiedades curativas».

4. ~ hornera. Piedra volcánica, de color rojizo, que se emplea para hacer hornos.

                c1887 (1991) Castañeyra Memoria (p.31): Si alguna indisposición hace temer el aborto toman agua de alhucema (espliego), tierra de cruz de camino, es decir, tierra cogida en sitio en que precisamente se crucen dos caminos, y polvos de piedra hornera disueltos en vino. Ibídem (p.58): Canteras. En la costa. Cantería dura, oscura y negra. Piedra hornera.

¨El aleican ii (771 «Roca volcánica») atestigua para Lanzarote esta locución, con el significado de 'piedra de volcán; se emplea para hacer hornos'.

5. (~) jabaluna, ~ jabalina, ~ javalana, (~) javaluna. Piedra caliza de color oscuro, como el del jabalí, cuando está mojada.

                23-i-1521 (1993) Protocolos de J.Márquez i (1570, p.550): Francisco Fernández de Valencia, vecino, debe a Juan de la Fuente, mercader, estante, 300 carretadas de piedra jabaluna porque le pagó el acarreto de ellas [...]. 13-xii-1521 (1979) Protocolos de A. Gutiérrez i (1229, p.362): Antonio Hernández, vecino, se obliga a traerle a las casas del escribano Márquez 300 carretadas de piedra javaluna cumplida y de cabeza [...]. 19-i-1522 (2008) Documentos notariales (p.50): [...] que la vna esquina, de la parte del camino, sea de cantería vermeja, e la otra esquina, de la parte de Antonio Martín, de piedra javalana. 22-ix-1522 (1992) Protocolos de J.Márquez ii (857, p.277): [...] abierto los cimientos, se obliga a hacer un cuarto de las medidas ya indicadas, de piedra jabalina, con sus esquinas y contraesquinas, bien trabajadas y cruzadas del alto de la casa de Pedro Machado, con sus limas de una parte y de otra.

                1780 (1978) Obras en la casa Massieu (p.356): 15 pesos de 2 dozenas de travetas compradas a Sebastian Perez, de Veloco, y mas 12 de pta de dos tablones 10 pesos, 5 rreales pta dados a Pedro Perez, y a Francisco Lorenso por 212 esquinas javalunas a 4/8 antiguos cada una puesta en el Barranco [...].

¨El drae-01 (s.v. piedra) registra piedra jabaluna en Andalucía, y al tener una documentación tan temprana en las islas se puede suponer que vino a ellas con los primeros colonizadores, si bien cayó pronto en el olvido, hasta el punto de no ser conocida hoy. Queda por saber si existen datos paralelos, tan antiguos, en aquella región, porque en el dcech iii (s.v. jabalí) se define la «piedra jabaluna como nombre de una especie de jaspe», y se ofrece la fecha de a1737, en Córdoba. El tlha documenta tanto una forma como otra solo en el alea iv (mapa 916) y con el valor de «guijarro». Salvador Habla de Cúllar-Baza. Voc. (p.247) recoge jabaluna como «piedra que se arranca de la tierra, no de canteras, y se emplea para obras», y señala que no es voz exclusiva de Andalucía puesto que «se conoce también en Segovia con el valor de 'piedra blanca muy dura' (Vergara: rdtp ii, 620)».

6. ~ molinera. Piedra grande, de lava porosa, usada en construcción y con la que se hacen las del molino de mano.

                1846-66 (1982) Álvarez Rixo Historia del Puerto de Arrecife (p.61): Las columnas son del sencillo orden toscano, sin ninguna pulidez, cuyo material es la llamada piedra molinera, especie de lava muy porosa, que lo disimula por haberlas albeado. 15-ix-1863 Jable (El Guanche, p.1): [...] a mediados del siglo pasado se fundó el expresado muelle sobre una escollera de piedra perdida, establecido parte en un marisco y parte en arena, revestido de buena sillería de piedra molinera ó basalto ampolloso [...].

                14-xii-1909 Jable (Diario de Tenerife, p.2): Callaron y en el silencio sonó el rodar de la piedra molinera con el sempiterno estribillo de una misma canción. 1911 (1994) Bethencourt Alfonso Historia ii (p.418, n.): Fabricaban las muelas de la roca conocida en el país por piedra molinera y de otra menos dura y más esponjosa llamada cascajo, que de ordinario están los yacimientos a orillas del mar, como en las playas de Troya de Adeje, Aguadulce de Los Cristianos en Arona, etc. 12-iii-1926 Jable (Boletín Oficial de Canarias, p.2): La piedra para sillería será basáltica, de la conocida en el país con el nombre de piedra molinera, que presenta pequeños y numerosos poros. 9-ix-1948 Río Ayala El pino: Y en la industria labrancera también tuvo aprecio la tea para hacer dornajos para beber y comer las bestias y las descomunales vigas de lagar, de una de cuyas puntas ha de pender la gran piedra molinera para oprimir el hollejo, aprisionado entre las vueltas de la maroma. 29-vii-1959 Jable (Falange, p.3): En él está adosado un pino canario labrado en piedra molinera de la Isleta [...]. En la base de este pino toma relieve una pequeña poceta semicircular, también en piedra molinera, piedra berroqueña o de basalto alveolar de la Isleta.

¨El aleican ii (784 «Bolo») anotó, en GC 40 [Agüimes], piedra molinera con el valor de «piedra grande con la que se pueden hacer las del molino de mano». En el mapa ii, 785 «Canto rodado», el informante de Go 40 [Alajeró] aclaró que se usaba el nombre en cuestión cuando la piedra «tiene poros por dentro».

7. (~) muela voladora. Volandera [= piedra giratoria del molino].

                1911 (1994) Bethencourt Alfonso Historia ii (p.410): [...] encima de ésta fijaban la muela solera, por medio de un talud de argamasa hecha con una mezcla bien sobada de ceniza y estiércol fresco de oveja, que alisaban con la mano y espolvoreaban con gofio. Con la misma mezcla levantaban alrededor un cerco, con un portillo frontero, que servía de recipiente. Como eran ambas piedras horadadas por el centro con un agujero de igual diámetro, aseguraban en el de la solera a guisa de puón por medio de cuñitas y de la referida argamasa, un trozo de palo cilíndrico alrededor del cual giraba la muela voladora.

¨Es una denominación de la piedra volandera del molino que solo se ha registrado en este ejemplo.

8. ~ muerta. piedra tosca.

                1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (p.242): Lavas. [...] Lava celular, esto es, de poros grandes, casi redondos, que llaman piedra muerta.

                5-ix-1804 (1978) Obras en la reedificación (p.374): Por catorse pesos y dos rreales de traer la piedra muerta del risco de San Roque para los tabiques de varandas del corredor.

                1-i-1934 Jable (Hespérides, p.283): Este viejo volcán de Garachico empieza a crear la vida por sí mismo. Infecundo, con aspiración a la fecundidad, hizo nacer, primero, en su corteza, un líquido verdoso que pulverizó la piedra. Y cuando la piedra muerta inició su retorno a la primaria forma terrosa, ¡el árbol ínfimo, el arbusto rastrero ha empezado a cubrir la negra sábana y a vencer la infecundidad de la piedra quemada!

¨Se opone a la piedra viva. Es un tipo de piedra dura que ha tenido diversos usos; de ella se hacían los teniques para el hogar.

9. (~) tosca, toscón. Toba [= roca volcánica de consistencia porosa formada por la acumulación de cenizas u otros elementos volcánicos muy pequeños].

                13-vii-1536 (1998) Repartimientos GC (134, p.201): [...] e por otra parte el camino que va de Tara para Valsequillo por la parte de arriba un barraquillo (sic) que sale de las higueras de Cristobal Garcia hasta unas Toscas blancas que estan en el dicho camino [...]. 4-xi-1551 (1999) Protocolos de D.Pérez i (216, p.165): [...] 3 cahices y 3 fanegas de tierra de provecho y las otras 6 fanegas se dieron en refacción de los arrifes, toscas y riscos que halló en dichas tierras. 27-x-1553 (1999) Ibídem (323, p.206): Durante el primer año, Barba estará obligado a hacer una casa en las tierras, en la parte y lugar que Valera le tiene señalado, del cumplido de otra casa que Mateos Valera, su hermano, tiene en su tierra, antes más que menos, de pared de piedra seca con esteos de tea, flechales, tirantes y toda la armazón de la casa de tea y piedra tosca. h1590-1602 (1977) Abreu Galindo Historia (lib. 1º, cap. xi, p.84): Desde su tronco o planta, a la parte del Norte, están dos tanques o pilas grandes, cada una de ellas de veinte pies de cuadrado y hondura de 16 palmos, hechos de piedra tosca, que los divide, para que, gastada el agua del uno, se pueda limpiar, sin que lo estorbe el agua del otro. 1594 (1980) Espinosa Historia (lib. 1º, cap. 9º, p.44): [...] los cuales, tomando el cuerpo del difunto, después de lavado, echábanle por la boca ciertas confecciones hechas de manteca de ganado derretida, polvos de brezo y de piedra tosca, cáscara de pino y de otras no sé qué yerbas [...].

                1604 Viana Antigvedades (i, fol.10): Y despues de lauado el cuerpo muerto,/ Con ciertas confaciones que hazian/ De tosca, bresco, cascara de pino,/ Y de otros sumos de astringentes yeruas,/ Le rellenauan el corrupto vientre [...]. 31-x-1638 (1996) Colec. Documental de Go (103, p.279): [...] que linda, por arriba, con viña de Felipe Lorenzo y, por abajo, con su viña hacia el barranco, a dar a una piedra tosca [...]. 17-ix-1643 (1996) Ibídem (130, p.349): [...] hasta una piedra tosca que está enfrente de la cueva [...]. 4-iv-1686 (1996) Diego Cabrera Mateo, escribano (p.183): [...] que linda con la esquina de la era de Pedro de Cabrera a la derecha, con el barranco principal de La Antigua, bajando por él hasta el canto de dicho tablero y al barranco que viene del eriado, con un toscón blanco que llaman La Tosquilla [...]. 1694 (1993) Marín de Cubas Historia (lib. 1º, cap. 3, p.22): [...] dio en la emboscada del Risco de las Carrigüelas, donde hay grandes agujeros en las toscas, que allí tenían atajado el camino sobre el mar en una eminencia de más de 400 brazas [...].

                primer cuarto s. xviii Relación histórica de las Islas Canarias (p.78): [...] y después, con unas confecziones de manteca, cáscara de pino, poluos de yeso y tosca, y sumo de yervas le llenauan el vientre [...]. 1745 (1983) Hoyo Madrid por dentro (p.348): De San Pablo hay unas gotas de sangre en una redoma de cristal, que parecen pedacitos de tosca del tamaño de garbanzos. 1776 Viera y Clavijo Historia iii (lib. xv, cap. lxxxix, p.518): El piso y campaña muy árida, todo de piedra tosca. 1779 (1983) Urtusáustegui Diario (p.37): [...] llegué a la Villa de Valverde su capital, en este último tránsito donde llaman Tejegüete, se encuentran de 20 a 30 charcos, para recoger agua de lluvia, fabricados sin otro beneficio que el picar la tosca y cubrirlos con trabes. Provéese de agua de los Charcos de Tifirabe, a distancia de un cuarto de legua hacia la cumbre, es muy buena y se cuentan más de 100; entre ellos algunos sostenidos en pilares de la misma tosca [...]. 1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (p.182): Fuentes. [...] desde lo antiguo se han recogido siempre las lluvias en aquellos charcos o pocetas, abiertas en terrenos de piedra tosca, sin argamasas ni murallas, donde se conserva el agua, durante todo el año, fresca y sin mal sabor. Ibídem (p.242): Lavas [...]. Lava de la misma sustancia [piedra pómez], más ligera y amarillenta, de la especie que los naturalistas llaman «tofa» o «toba», y en Tenerife tosca, y en Canaria «canto blanco».

                26-x-1805 (1932) Zuaznávar Diario (p.634b): También vi este día vna hacienda de Don Agustín de la Rocha, vecino del «Real de Las Palmas», situada a la entrada del pueblo, en la orilla del barranco: hoy la llaman el «Bailadero»; pero Cristina Báñez, muger de Alonso de Matos, cuya era el año de 1570, le da el nombre de «Baladero» en su testamento otorgado aquel año ante Juan de Vega, sin duda porque según tradición que hay en el pueblo de «Telde», confirmada por Núñez de la Peña, quando los «Canarios» se veían perseguidos de la hambre, de la peste o de otra cosa semejante, imploraban la misericordia de Dios encerrando su ganado lanar en una gran plaza de tosca, que hay en dicha hacienda junto al barranco, donde privándole de pasto y comida por unos quantos días, le obligaban a «balar», lo qual consideraban como un medio de implorar la misericordia divina. 1809 (1987) Pérez Macías Diario (p.352): Este pueblo está situado como en una tosca algo pendiente. 1828-73 (1994) Álvarez Rixo Anales del Puerto de la Cruz (p.368): La madrugada... de febrero se desplomó un gran tolmo de riscos y toscas [...]. 22-vi-1839 Jable (Boletín Oficial de Canarias, p.6): Un casucho de piedra tosca en idem donde dicen Negrito. 14-vii-1865 Ibídem (p.1): Los materiales que han de emplearse son: piedra viva, esquinas de toscas (ó sea canto colorado), cal, arena, madera, teja y hierro. 27-v-1866 (2005) Álvarez Rixo Obra periodística [«Agricultura. Por qué obras conviene instruir en ella a la juventud canaria», El Time (Santa Cruz de La Palma), nº 143] (p.273): En dicha obra [Guía de Labradores] del Sr. Sanz [...] no trata con pleno conocimiento de otros muchos cultivos importantes establecidos ya en nuestras islas [...] ni del importante uso que resulta de la aplicacion de nuestras arenas y cascajos volcánicos á cierta clase de terrenos áridos que se tornan frutíferos, como se ven en las islas de Lanzarote y Fuerteventura; ni de la igualmente beneficiosa sorriba de la tosca, que en España se denomina toba [...]. 1899 Ramírez Donde nací (p.79): Ya puedes penetrar en la cueva, por más que si fueses novelero, te agradaría fijarte en el pórtico que á su misma entrada se halla unido, y que consiste en un techillo de cuatro palmos cuadrados, en donde bullen, entre piedras y toscas, retamas y hierbajos, sostenido todo por una viga de tea, resquebrajada de puro antigua. 1900 Bethencourt Alfonso Obras (p.8): [...] depositos á manera de grandes tinajones abiertos en roca de tosca [...].

                30-v-1907 (2002) Hernández Pacheco Campos de lava (p.55): Llegamos a la base de Emina, constituida por la roca que llaman «tosca» en el país y que es una toba de granos pequeños de lava irregular y muy esponjosa [...]. 1908 (1989) Guerra El justicia del llano (p.178): Sacaba a flor lo que antes estaba soterrado, y, en muchos sitios, limpiándolos de arena, dejaba ver aquella superficie de toscas, de un blanco sucio como la cabeza de un tiñoso. 1912 (1991) Bethencourt Alfonso Historia i (p.84): Igualmente en la jurisdicción de Granadilla, donde llaman el «Desierto», «Era de las Medidas» o «Medidas de los guanches», existen las figuras de dos personas trazadas sobre una roca de tosca o tolba [...]. 1912 (1988) Guerra A merced del viento (p.174): Espejeaba el arenal recalentado por el sol, cuyos ardores chamuscaban los arbustos tísicos y encanijados, que de limosna en él nacían sin jugo de tierra en que arraigar en la tosca, pelada y blancuzca, que como cabeza tiñosa asomaba a flor, cuando un viento fuerte limpiaba la arena arrastrándola lejos. c1912 (1947) Moreno Puertos (p.197): [...] pero la lancha cerca ya de tierra y dispuesta a recibirnos, tocó con una tosca y volcó cogiendo debajo a los cuatro marineros que la tripulaban [...]. 1929 (1988) Darias Noticias Hi (p.70): [...] una de las notoriedades mundiales de la isla del Hierro, fue la de haber poseído un árbol milenario, llamado por los aborígenes Garoé y los conquistadores, Arbol Santo, que ofrecía la propiedad, hoy perfectamente explicada por la ciencia, de condensar las nubes que besaban su alta copa, produciendo regular cantidad de agua, cuidadosamente recogida en unas piscinas de toba o tosca labradas en su suelo y cuya porción era bastante para subvenir a las necesidades del entonces reducido vecindario herreño. 1948 (2011) Diego Cuscoy Enterramiento (p.91): Estas laderas o altas y accidentadas márgenes ofrecen gran interés. Generalmente son de estructura basáltica a partir de su línea media y yacen sobre un lecho de tobas o «tosca». 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.30): [...] un triste collado de tomillos, juagarzos y aulagas que extendía sus serrijones, sus toscas y su tierra maldita a una banda del cementerio.

¨El drae-01 considera tosca de uso general, ya que la definición que propone, «Piedra caliza porosa que se forma de la cal de algunas aguas», corresponde a «Toba». Sin embargo, el dea ii la marca como voz regional, remitiendo a «Toba (piedra caliza)», con un ejemplo que podría ser canario. También recoge, este mismo diccionario, como regional de Canarias, el aumentativo toscón, «Piedra grande». En el dcech v (s.v. tosco), Corominas afirma que tosca 'toba, depósito calizo que dejan las aguas, sarro' está «documentado en catalán desde 1371, pedra tosca en portugués desde 1661 [...]; en castellano solo consta su existencia en fecha moderna (Acad[emia] 1925, no 1843 [entra en el diccionario en 1884]) y no parece tener gran extensión geográfica, aunque a través de Aragón debe de extenderse su empleo para llegar hasta el País Vasco, donde toska es "kaolin, argile blanche qui entre dans la fabrication de la porcelaine" (Azkue), en Sule toska 'terrón, gleba'». A la luz de estos datos, cobra importancia el que tosca se encuentre profusamente utilizada en Canarias desde el siglo xvi, lo cual indica o que en castellano la voz tenía un uso bastante más antiguo del que supone Corominas, lo cual es así porque el corde muestra ejemplos de piedra tosca desde 1380-85, y a lo largo de los siglos xv y xvi, si bien, en algunos de ellos, tosca se opone a labrada, o que el portugués tuvo que ver en la expansión de la palabra por las islas. En Andalucía, el tlha la registra con dos acepciones relacionadas, como son «Clase de tierra albariza, cuyos terrones se desmenuzan con facilidad, ideal para cultivar la vid» y «Arcilla gredosa», aunque ambas tienen poca extensión de uso, la primera en Jerez de la Frontera, y la segunda en La Iruela (Jaén). Vid. piedra muerta.

10. ~ viva, ~ biba, ~ biua. Piedra basáltica muy dura.

                16-vii-1599 (1996) Colec. Documental de Go (119, p.321): Por otra parte, en dirección a la acequia baja, debajo de un membrillero y una piedra viva hasta su viña de bermejuelo y verdello [...].

                1626 (1995) Documentos hist. arte ii (67, p.63): [...] y me a de dar y pagar por cada esquina en la manera suso dicha dos Reales por cada una y no mas y an de ser las esquinas de piedra biua del que ay en el dicho barranco y lo que montare toda la dicha obra de paredes y esquinas me lo a de dar y pagar la mitad en ropa [...]. 27-viii-1643 (1996) Colec. Documental de Go (127, p.335): [...] vio las piedras que tiraron a su merced y fueron lanzadas de buena gana porque una dio en una piedra viva y levantó lasca [...]. 22-iv-1658 (1903) Inquisición (p.613): [...] que majasse unas piedras vivas y se las echase en el agua que avia de veuer [...]. 16-ii-1687 (1997) Arquitectura de Lz (p.139): Y es de su obligación el enlozar la plasa de harmas, sobre las bóbedas que hisiere de losas de piedra biba labradas y ajustadas unas con otras [...].

                8-vi-1837 Jable (El Atlante, p.6): Dos cerros fueron en parte cortados y en parte taladrados, el uno de corta estension y de tosca ó guijarro; pero el mayor de doscientas doce varas en su base, todo de piedra viva, á fuerza de pico y pólvora. 19-i-1856 Jable (El Eco del Comercio, p.2): Y en verdad si le tuviéramos á nuestro lado se nos haría menos penoso el trabajo de cortar la piedra viva. 14-vii-1865 Jable (Boletín Oficial de Canarias, p.1): Los materiales que han de emplearse son: piedra viva, esquinas de toscas (ó sea canto colorado), cal, arena, madera, teja y hierro. 23-iii-1896 Jable (Diario de Las Palmas, p.1): Para realizar este hermoso proyecto han coadyuvado el Ayuntamiento, ofreciendo un espléndido donativo, y el Sr. Pedro Bravo, al cual siempre vemos asociado á toda obra patriótica, regalando toda la piedra viva, hasta la terminación de la obra.

                21-iii-1907 Jable (El Tiempo, p.1): Siempre que leo a Blasco Ibáñez, me produce su armonioso y ameno lenguage el efecto de un arroyo, que tan pronto se desliza suamente por deliciosos parajes, como salva con rítmicas entonaciones cascadas y cauces de piedra viva. (Alfredo Fuentes). 16-iii-1919 Jable (Gaceta de Tenerife, p.1): Tanué y Vacod contemplan, alongados al precipicio infernal del barranco de Herques, del barranco del Diablo, al espantoso descenso del terreno, casi vertical, lleno de afiladas puntas de piedra viva, y como si estuviera cortado por el pico maquiavélico de algún genio del mal. (R. García de Paredes). 1-i-1934 Jable (Hoy i, p.116): El risco, en su punta, es una cantera de «piedra viva» por su parte de atrás. 1945 Pérez Vidal Fichas (p.10): Lo inclinado de las tierras en Canarias hace que los terrenos destinados al cultivo se acondicionen en corta extensión, con paredes de contensión de tierras de «piedra viva» (basalto, fonolita, o traquita) o de «cantos de tosca» (piedra pómez o toba más o menos calcárea o arcillosa según las zonas). 11-iii-1946 Jable (Aire Libre, p.3): Que para ello, la empresa sin reparar en sacrificio, se propone renovar el frontis, poniéndolo en piedra viva.

¨El drae-01 (s.v. piedra) remite a «peña viva», que poco tiene que ver con el significado canario puesto que es «La [peña] que está adherida naturalmente al terreno». Continúa en uso.

11. estar o andar alguien en ~s de (a) ocho. fr. a) En el juego del envite: Estar a punto de ganar la partida. Tb. referido a estar muy cerca de algo que es irremediable o de conseguir lo que se espera o desea.

                16-ii-1942 (1976) Guerra Cuentos i (pp.287-288): Un día lo plantó, usté. Eloísa venía ya tan requintada que si no lo deja le da algo. Cuando de propia iniciativa y aconsejada por la parentela y amigas andaba ya con el esquinazo en piedras de ocho, un muchacho finito él, peninsular él, le dijo en el Parque, un día que estaba sola porque jugaba el Marino. Zi usté me dejara di a zu vera, me gorbía religioso. ¡Olé! No sé por queee... contestó toda cuajada Eloísa. Po que usté es el ange de la guarda. ¡Olé! 1955-56 (1977) Guerra Entremeses (p.523): ¡No me apures el gallo, Pancho, que entoavía no está este envite en piedras de ocho!

¨De la terminología del envite ha pasado a la lengua común, naturalmente con la limitación normal de ser empleada especialmente por quienes conocen el juego. Explica García Ramos que «En el juego del envite en la isla de Gran Canaria, donde los "chicos" son de nueve piedras, se dice, al faltar la última, que se "tumba" o que se está en "piedras de a ocho". En sentido figurado quiere significar que se está a punto de conseguir algo o que inminentemente se espera alguna noticia, novedad, alumbramiento, etc.».

b) Estar alegre, especialmente después de beber unas copas.

                a1918 (1993) Torón La Última (p.61): No se moleste... Vaya, por no desairar... (Beben los dos. Ya el señor Pedro está en piedras de a ocho). 9-ii-1942 (1976) Guerra Cuentos i (p.285): Un ron blanco digno de ser moreno y sevillano. Al salir del Timbeque, el Taita andaba ya casi en piedras de ocho. 18-v-1942 (1976) Ibídem (p.307): Y como en la gallera ganó San José y en el muelle el Marino, Pepito se enreda en un coperío de camisa por fuera. A la media hora anda en piedras de ocho; aquí se larga una, más allí se larga otra, de roneo, por cuanto cafetín porteño le va viniendo al camino.

¨Proviene esta acepción de la primera, creada a partir de la conexión que se hace entre el entusiasmo por ganar la partida de envite y la alegría provocada por beber unas copas de más.

c) Estar embarazada.

                1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.80): Quiero recordarle que cuando mi madre andaba en piedras de ocho, el viejo confirmó un padrino amagado años atrás: un padrino de la ciudad, don Antonino del Castillo.

¨Pone el acento, eufemísticamente, en lo que es inminente, es decir, en este caso, que el embarazo está próximo a su fin, como en la partida de envite.

 

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