pugido

Diccionario histórico del español de Canarias

pugido

 

pugido. V. pujido.

 

Diccionario Histórico del Español de Canarias © Todos los derechos reservados

ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

pujido, pugido

 

pujido, pugido. (Posibl. cruce de pujo y quejido). m. Voz característica que emite alguien cuando hace un esfuerzo físico o se queja de un dolor.

                1918 Reyes Serie de barbarismos (p.180): (No digáis) Pugido. (Decid) Gemido. 1929 Acosta Por el pueblo humilde (p.161): Unas chupadas más al cigarro y Juan Alfara que empieza a despedirse, poniéndose en pie con un pujido de viejo. 26-viii-1946 (1976) Guerra Cuentos i (p.415): Le entraron los espichos como cuernos de toros. Algunos hasta le pasaron la mano de banda a banda. El pujío de Juan Calixto se oyó en La Puntilla. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.62): Mi padre ahogó un pugido: una onza era mucha plata para semejante jandorga, por muy sabihonda que fuera en quebrantos y remedios... 1959 (1976) Guerra Entremeses (p.594): Oiga, Pepito, yo, ende luego, no ha visto nada, ¿oyó? Yo estaba en la panadería cuando me vinieron a buscar, disiéndome que en el fondo del barranquillo se oían unos pujíos.

¨Ampliamente documentada en Canarias, como puede comprobarse en el tlec iii, también lo está en América, en múltiples diccionarios, de los cuales el de Malaret la recoge con el siguiente artículo: «m. Antillas, Colomb[ia], Chile, Méx[ico] y Perú. Pujo, lamento, queja. El esfuerzo de pujar, en sentido material, y el lamento o queja en sí». En el damer se define como «Sonido o voz característica que emite una persona cuando hace un esfuerzo físico o se queja de un dolor», con uso en Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela. En Andalucía, el tlha la registra en Málaga y Alcalá Venceslada la define con una acepción similar: «Gesto doloroso o de contrariedad».

2. Puñetazo o golpe fuerte.

                1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.40): Ahorita, cuando estabas tú en el terreno, bailándola, veí cómo ustedes me miraban, que al modo ella te preguntó algo al respective de mí... ¡Dime la verdad, consio, o del pugido te meto la cabesa en la caja el pecho! Ibídem (p.53): ¡Vaya usté y sus querellas al carajo...! Y cállese ya, no sea que se pierda un pugido y vaya y se lo encuentre. ¿Quién quita...?

¨Se anota solo en el uso de Gran Canaria y procede, como resulta evidente, de la primera acepción.

 

Diccionario Histórico del Español de Canarias © Todos los derechos reservados

ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

Tesoro de los diccionarios históricos de la lengua española 2021
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Con el apoyo de Inditex

Sobre el TDHLE

Rueda de palabras

cerrar

Buscador general de la RAE

cerrar

Diccionarios

Dudas rápidas