Cuestiones de ortotipografía

Página

  1. Al menos en los textos impresos, la página es la unidad física y visual definida por el tamaño de la hoja en la que se presenta el texto. Queda configurada tanto por el espacio que ocupa el texto como por los espacios en blanco que lo rodean. La correcta medida de estos blancos aporta una sensación de orden y ligereza. En la página tradicional, estos blancos configuran un rectángulo central (o caja) donde se sitúan secuencialmente de arriba abajo el texto y las ilustraciones, mientras que, en la moderna, la página al completo se presenta como una retícula o cuadrícula virtual que la divide. Se trata de una plantilla en la que hay mayor libertad de inserción de blancos, texto e ilustraciones, lo que permite que la distribución y orden del contenido sea más flexible.
  2. La página en el ámbito digital. En el ámbito digital, el espacio de visualización de la página está sujeto al tipo de pantalla y a su resolución. Ante la variedad de dispositivos en que se puede visualizar un mismo contenido (PC, tabletas, móviles…), el diseño de web adaptable (responsive web design) tiene como objetivo hacer que el contenido tenga una adecuada legibilidad en todos ellos. Así, por ejemplo, la versión web y la versión móvil de una página institucional no coincidirán en su presentación. Además, la distribución de los elementos de la página ha de realizarse teniendo en cuenta la navegabilidad y la posibilidad de retornar al punto de origen. En las páginas electrónicas, el contenido textual suele situarse a la izquierda o en el centro de la pantalla, pues es donde los usuarios focalizan la lectura.
  3. Márgenes. Tanto en la escritura manuscrita como en la página tradicional, los márgenes son las áreas en blanco que definen la caja o espacio reservado para el texto. No obstante, en ellos pueden insertarse notas e ilustraciones, así como el contenido de los encabezados y pies de página. En las páginas destinadas a su encuadernación, la proporción de las dimensiones de los márgenes sería la siguiente:
    • El margen inferior (o margen de pie) debe ser mayor que el margen superior (o margen de cabeza).
    • El margen exterior (o margen de corte) debe ser mayor que el margen interior (o margen de lomo).

    En cambio, en textos no destinados a su encuadernación, como circulares, anuncios, cartas, la proporción de los márgenes izquierdo y derecho tienden a igualarse.

    En cualquier caso, deben emplearse dimensiones adecuadas para que el ancho de la línea no resulte excesivo. Cuando esto sucede, y siempre que el tipo de documento lo permita, es posible disponer el texto en columnas. Se trata de un procedimiento habitual en diccionarios, enciclopedias o prensa.

  4. Columnas. El número de columnas por página y el ancho de estas debería ser uniforme a lo largo del texto o de la sección compuesta de este modo. El espacio vertical en blanco que separa las columnas se conoce como corondel o, más estrictamente, como corondel en blanco o corondel ciego, ya que el corondel es también el filete o línea vertical que separa las columnas de un texto. En la imprenta, el grosor de esta pieza es el que determina la separación física de las columnas de caracteres.

    Por influencia del inglés, algunos programas de maquetación digital denominan medianil a este espacio, aunque en la imprenta el medianil corresponde al espacio por donde se pliega la página entre dos hojas.

    Las dimensiones del corondel deben ser suficientes para distinguir claramente cada columna en la lectura corrida.

  5. Encabezados y pies de página. En la estructura de cada página de un documento suelen reservarse dos líneas, una en la parte superior, llamada encabezado o cornisa, y otra en la inferior, llamada pie de página, cuya función primordial es dar cabida a la numeración de página y otros datos propios del documento que se repetirán en cada una de ellas. Tanto el encabezado como el pie pueden separarse opcionalmente del cuerpo del texto con un filete de variado grosor.

    El texto correspondiente al encabezado y al pie se omite tanto en las páginas en blanco o páginas de cortesía como en las portadas y en las páginas impares que comienzan una sección.

  6. Localización de elementos en los encabezados y pies de página. Se deben tener en cuenta las siguientes cuestiones:
    1. Tradicionalmente, el encabezado suele albergar información sobre el autor, el título, el capítulo o las guías, mientras que elementos como el número de página pueden aparecer tanto en el encabezado como en el pie. Ahora bien, en la actualidad, la posición de cada uno de los elementos en la página y su alineación (a la izquierda, centrada o a la derecha) es más flexible y varía en función del diseño editorial.
    2. Si se indica, el nombre del autor suele aparecer en el encabezado de las páginas pares, tanto si la obra es la compilación de trabajos de varios autores como si no cuenta con títulos de capítulos o secciones. Lo más frecuente es que se destaque en versalita o cursiva con alineación centrada.
    3. Cuando el encabezado par contiene el nombre del autor, el encabezado de la página impar se reserva para el título de la obra, el capítulo o la sección. Así, por ejemplo, en la edición de las actas de un congreso, cada una de las ponencias puede ir identificada con el nombre del autor en la cornisa par y el título de la ponencia en la impar.
    4. El título de la obra también puede aparecer en el encabezado de las páginas pares cuando no se incluye el nombre del autor, de modo que el encabezado impar se reserva para los títulos de capítulos, secciones o apartados. Al igual que el nombre del autor, es habitual que estos elementos aparezcan centrados y en versalita o cursiva.
  7. Guías. En obras de ordenación alfabética, como diccionarios y enciclopedias, el encabezado puede incluir la primera y la última entrada tratadas en la página, separadas con guion, o bien únicamente la primera palabra en las páginas impares y la última en las pares. Generalmente se alinean con el margen exterior para facilitar la localización del elemento buscado al hojear las páginas.

    En ocasiones, también puede utilizarse como guía la numeración de los apartados o de los párrafos.

  8. Numeración de página. En la edición y composición de un documento o publicación es fundamental la asignación de una numeración secuencial a cada una de sus páginas. Esta numeración será útil no solo durante el proceso de impresión y encuadernado, sino también en el proceso de lectura, pues será un anclaje que permitirá retomarla, así como realizar remisiones y localizar pasajes concretos. En la actualidad, lo más habitual es que la numeración de las páginas de un documento se realice de principio a fin con cifras capitales o elzevirianas (➤ T-26). El uso de la numeración romana en prólogos y preliminares es cada vez menos frecuente.

    El número de página debe omitirse en todas las páginas que no tengan texto, así como en las portadas, las páginas de dedicatoria, de cortesía, etc.

    El número de página puede aparecer tanto en el encabezado como en el pie de página e, incluso, en los márgenes laterales exteriores. Si el documento está destinado a ser encuadernado como libro, la numeración suele aparecer centrada, o bien alineada a la izquierda en las páginas pares y a la derecha en las impares. Su inserción en el margen interno dificulta su rápida localización, aunque es posible si como referencia se emplean otros elementos, como el número de párrafo.

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    Libro de estilo de la lengua española [en línea], https://www.rae.es/libro-estilo-lengua-española/página. [Consulta: 30/06/2024].

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