decacorde

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'instrumento musical de la familia de las arpas que consta de diez cuerdas', en 1846, en el Diccionario nacional de Domínguez, donde se incluye un artículo con doble lema: decacorde o decacordio. Es una voz poco habitual, que se registra con mayor frecuencia como adjetivo en su acepción 'que consta de diez cuerdas': el primer testimonio, con este significado, se localiza en una breve reseña dedicada a exponer las últimas noticias y novedades relativas al mundo el arte, publicada en la revista Goya: Revista de arte (Madrid) en 1978; en la década de los años noventa decacorde figura en varios anuncios de prensa relativos a unos conciertos musicales cuyos programas requieren ser interpretados con guitarra de diez cuerdas, publicados en los diarios ABC (Madrid) o La Vanguardia (Barcelona) entre 1996 y 1997. Una de las últimas documentaciones que constan hasta la fecha es la aparecida en del ABC Cultural (Madrid), en 2015, en el contexto de una reseña bibliográfica de una novela, cuyo autor, también músico, se especializó en estudios de guitarra. La escasez de documentación de este vocablo se debe probablemente a que, frente a otros, como tetracorde, pentacorde, hexacorde o heptacorde, decacorde , no pertenece directamente al ámbito de la música teórico-práctica y ha quedado, por lo general, relegado a una función descriptiva para referirse a un elemento de diez cuerdas.