decacordio

Se documenta por primera vez, con la acepción 'instrumento musical de la familia de las arpas que consta de de diez cuerdas', en la Biblia de Ferrara, c1553, concretamente en la traducción de los salmos 33, 92 y 144; esta voz se perpetúa en las posteriores ediciones de esta traducción. El texto latino del salmo 33 en la Vulgata recoge el sintagma "in psalterio decem chordarum" para traducir el hebreo עָ֭שׂוֹר ['ā·śō·wr] (Ps. 33: Confitemini Domino in chitara, in psalterio decem chordarum psallite illi), y en el salmo 92 la Vulgata traduce la misma forma hebrea por "in decachordo" (Ps. 92: In decachordo. Psalterio, cum cantico, in cithara) y de igual modo en el Ps. 144 (Deus canticum novum cantabo tibi in psalterio decachordo psallam tibi). Otras traducciones, ya sean de la biblia hebrea o de la Vulgata, optan, en cambio, por decacordo y, excepcionalmente, por decacorde. No hay constancia de documentación del vocablo fuera del ámbito de la traducción de los salmos bíblicos referidos hasta el Diccionario nacional de Domínguez, en 1846, donde se ofrece un artículo con lema doble (decacorde o decacordio). Con frecuencia, al igual que sucede con decacordo, las documentaciones de la voz decacordio se hallan en textos poéticos, siempre en contextos que aluden al canto y al arpa. Los testimonios más recientes se localizan en el Diccionario de instrumentos musicales de Andrés, en 2001. La escasa documentación de esta voz se debe probablemente a que, frente a otras voces, como tetracordio, pentacordio, hexacordio o heptacordio, decacordo no pertenece directamente al ámbito de la música teórico-práctica, por lo que ha quedado, por lo general, reducida a la función descriptora de un elemento de diez cuerdas.