lejío

lejío. (De ejido). m. Lugar muy lejano.

                1907 (1988) Guerra Al «jallo» (p.130): Quizás algún envidioso diera el soplo y se le habría impedido continuar explotando aquel trozo de lejío, campo en abandono, o tal vez a la busca de mayores ganancias, se había ido con el camello a trabajar en el camino nuevo, donde se agenciaban buenos jornales. 1908 (1978) Guerra La Lapa (p.87): ─Te arrejalas pal lejío. ¿Ves? A la banda allá de aquel cortijo. En llegando, tumbas por el atajo del barranquillo. ¿Uyiste? Ibídem (p.88): Al llegar al lejío las cabras desparramábanse, en pequeño grupo o sueltas, en busca de un mísero yerbajo que parecía imposible de encontrar sobre aquella tierra negruzca, pelada, sin una nota siquiera de verdor.

¨Es la palabra castellana ejido 'campo a la salida de un pueblo, común a todos sus vecinos, donde suelen reunirse los ganados o establecerse las eras', que, según indica el dcech ii (s.v. ejido), hoy «subsiste en muchos lugares pero alterado en lejido o lejío, por aglutinación del artículo». En las islas, como se advierte en los ejemplos, lejío ha mantenido durante tiempo su significado primigenio de 'ejido', para acabar generalizándose con el de 'lugar lejano'. Alcalá Venceslada la registra en Andalucía, y el tlha da también la referencia de otros autores. Corominas cita Ecuador como otro de los lugares en donde se emplea la palabra. Sánchez Miguel la localiza en Toledo, Ortuño/Ortín en Yecla, García de Cabañas en la Alta Alpujarra, Viudas Camarasa en varias localidades de Extremadura, Gómez Ortín en el noroeste de Murcia, en todos los casos con el valor de 'ejido'. Con la acepción de «muladar, lugar donde se arrojan escombros», la anota Salvador Habla de Cúllar-Baza. Voc. (p.249).

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)