niño

Diccionario histórico del español de Canarias

niño, ña

 

niño, ña. m. y f. Persona soltera, aunque tenga muchos años. U.m. el fem.

                1876 Pérez Galdós Doña Perfecta (corde, s.v.): Son las Troyas, las niñas de Troya. Ibídem (corde, s.v.): No sé qué añadió don Inocencio de una de las niñas de Troya, de Mariquita Juana, si no estoy equivocado. 1899 Pérez Galdós Vergara (corde, s.v.): Aquí [en Durango] se las conoce por las niñas de Morentín, nombre que les daban el siglo pasado, y que viene perpetuándose de generación en generación [...]. Replicó a esto D. Fernando que pues las señoras niñas eran naturales de Cintruénigo [...].

                1916 Viera Costumbres (p.170): Siéntese, que voy a buscar el calzado; pero antes quiero saber cómo andan las niñas agregó el interlocutor. Al oír la anterior pregunta, cualquiera se supondría que la señorita sería madre de familia sin haberse casado, y muy lejos de eso, puesto que la referida joven permanecía aún núbil, y, por consiguiente, conservaba sin el más leve detrimento los recatos ingénitos de la doncellez. Las niñas, por las cuales se interesaba el industrial, eran dos viejas solteronas, tías de la parroquiana, que frisaban en noventa y cuatro y cien navidades, respectivamente. 1926 Millares Canariadas (p.114): A estas niñas (la benjamina pasaba de los sesenta) las recibía D. Agustín galantemente, hecho un arco [...]. 9-vi-1943 Álamo De los papeles: Yo iba a comprar un trompo casa de Pinito Canino cuando las «niñas» de Vivar unas solteronas aristocráticas y avaras que vivían en la plaza y se pasaban la vida detrás de sus persianas me llamaron melosas [...]. En cuanto a «niñas» ya se sabe que, en la tierra, lo son hasta su muerte todas las solteras de una casa, desde que remontan lo gayo del mocerío y San Pedro les asienta en su registro. 1948 (1969) Guerra Cuentos ii (p.63): Tocaron en la puerta de las niñas Lirias. Las niñas Lirias eran tres viejas, una viuda y dos solteronas, con la quilla sobre el marisco desde tiempo, pero resistidas como la buena tea.

¨En la novena edición (1843) del drae la Academia recogía niña como «provincialismo de Aragón». Luego, en la duodécima (1884) se cambia Aragón por Andalucía y también se considera el masculino, de modo que la redacción de la acepción correspondiente es igual a la que se puede leer en el drae-01: «m. y f. pr[ovincial de] And[alucía]. Persona soltera, aunque tenga muchos años». Es solo a partir del drae-84 (vigésima edición) cuando se añade la localización en Canarias. En 2001 se ha agregado además Honduras. Cierto es que en Canarias se ha utilizado el masculino, pero en una proporción muchísimo más baja que el femenino, y que si éste todavía se emplea, aunque esté en clara decadencia, aquél ya no se oye. Por otra parte, y como se advierte en los ejemplos, lo más habitual ha sido emplearla en plural. En varios países de América, como por ejemplo Venezuela (Núñez/Pérez), hay identidad en el uso con Andalucía y Canarias, pero parece haber sido más frecuente la acepción que propone Morínigo, para niño, ña: «m. y f. Amér[ica] Centr[al], Arg[entina], Cuba, Méx[ico], Par[aguay] y R[epública] Dom[inicana]. Tratamiento de respeto y subordinación que la gente de servicio y otras personas humildes dan a sus amos o personas socialmente superiores, sobre todo si éstas son solteras».

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

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