peninsular

Diccionario histórico del español de Canarias

peninsular

 

peninsular. com. Español no nacido en Canarias. U.t.c.adj.

                5-vii-1910 (2010) Unamuno Agonías insulares («Discurso sobre la patria», p.62): Yo no vengo aquí a imponer mi criterio; yo no soy un peninsular que viene a tratar al pueblo canario como a un pueblo inferior; no tengo la pretensión del que por haber nacido en una masa mayor de tierra se cree más grande que el que ha nacido en una masa menor. 30-ix-1915 Jable (La Opinión, p.1): En cuanto a la «plancha» que nos dice hemos cometido al pensar que ibamos a coger a un peninsular cosa que nos era indiferente, pues lo mismo hubiésemos hecho si se trata de un tinerfeño como autor de la gacetilla que comentamos [...]. 16-ii-1942 (1976) Guerra Cuentos i (pp.287-288): Un día lo plantó, usté. Eloísa venía ya tan requintada que si no lo deja le da algo. Cuando de propia iniciativa y aconsejada por la parentela y amigas andaba ya con el esquinazo en piedras de ocho, un muchacho finito él, peninsular él, le dijo en el Parque, un día que estaba sola porque jugaba el Marino. Zi usté me dejara di a zu vera, me gorbía religioso. ¡Olé! No sé por queee... contestó toda cuajada Eloísa. Po que usté es el ange de la guarda. ¡Olé! La requebró el peninsular que aquello era un relajo. Y ella se abrió a la felicidad, esa noche, como la flor de un cardón. 20-iv-1942 (1976) Ibídem (p.303): La cosa siguió de mal en peor. Empezó el toseo. Y a poco, de arriba abajo la gente comenzó a despuntar un sueño, que es a la modorra a lo que deriva el complaciente público insular, a diferencia del peninsular, que, según dicen, propende al zapatazo y al guapido. 13-v-1946 (1976) Ibídem (pp.382-383): Un peninsular, muy hablantín y pronunciado, invitaba a una docena de maúros que se habían ido congregando a entrar, por la porquería de media peseta, para ver la maravilla. Los hombres, vestidos de negro, callados como tocinos, no se meneaban. El individuo de pa fuera seguía impávido, dándole a la taramela: Sólo por media peseta, señores, ¡pasen y verán! Un zorrocloco de Guía que paraba a mi banda se diblusó despacio sobre un viejo que estaba pegado y le dijo, dice: ¡Hay que ver lo que inventan los peninsulares pa no trabajar...! iii-1947 (1976) Ibídem (p.512): Como perros a la carniza la rondaban esos pollancones trasnochados y escurriendo brillantina que van a conquistar por la mañana entre los puestos de verduras, dando vueltas como totorotas y soltando piropos pajizos; echados a perder más todavía porque como estuvieron embarcados cuando la guerra sacan unas engalladas y unas pronunciaciones de un peninsular tan desabrío que da de cara. iv-1947 (1976) Ibídem (p.521): Con una limpieza que daba gusto verle, y que aprendió de un peninsular que recaló por aquí huyendo de la justicia, le sacó a uno de ellos, peje gordo, la cartera con todo el contenido, naturalmente. 28-iii-1947 Jable (Pronósticos, p.1): Todos los canarios sabemos lo que queremos decir cuando pronunciamos la palabra «godo» ¿Ese?... ¡Ese es un godo!. Esta frase la oímos a cada momento entre nosotros los insulares; frase repetida en cada esquina que cruza un peninsular que, por lo que sea, no tiene nuestra total simpatía. 1952 (1964) Laforet La isla (p.22): Marta había creído, hasta aquel momento, que los peninsulares sabían ya todo lo relativo a su madre. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.143): Seguro que van peninsulares en el rancho. Los veo convidados a sus merienditas de brevas, sus pucheros del domingo y sus truchas de batatas de ñema. ¡Bueno, lo mejor que hase! Tampoco ellas son malas muchachas. Algo apitonadillas y sobejas sí, desde luego, pero de éstas las tiene que haber también pa fuera.

¨En el drae-01 se recoge como adjetivo, con la acepción «Por antonom[asia]. Se dice de lo relativo a la Península Ibérica, en oposición a lo perteneciente a las islas y a las tierras españolas de África». Nos interesa destacar, pues, su uso como sustantivo, y tener en cuenta además lo que escribe García Ramos al definir la palabra: «Nombre dado por los canarios al español de la Península. Por extensión se le llama así al nacido en Baleares, Ceuta y Melilla».

2. m. Castellano [= lengua española, especialmente cuando se quiere introducir una distinción respecto a otras lenguas habladas también como propias en España].

                5-viii-1946 (1976) Guerra Cuentos i (p.404): Se abrió paso, como Dios quiso, hasta la punta alante, un hombre de aquí de la raya del Bañadero, menudo como una verguilla, chupado de cachetes, amarillo como una sirgüela y con un toseo sospechoso, que al mou estaba tis. Monagas lo aprovechó como un ejemplo, pegándose un discurso, medio en peninsular, para reforzar el palabrerío, sobre «gorduras», «grasas bobas» y «el gofio como la vitamina del abesedario». Abrió primero un círculo delante de sí y puso en medio al flaco del experimento. Como muestra del modo peninsular que entreveraba, véase lo que les decía a los que se agolpaban en el fondo pretendiendo mejores puestos: ¡Vosotros no arrempujéis! 28-iii-1947 Jable (Pronósticos, p.4): ¡Ventajas del idiomita, chico! Porque... ¿sabes?, las de aquí se privan por oírnos hablar. ¿Tú no has visto a muchos canarios hablando peninsular? Es por eso... 15-ii-1961 (1976) Guerra Cuentos iii (p.130): Se pegó un discurso medio en peninsular, soltando sus «vosotros», sus «hagáis» y sus seteras, para reforzar el palabrerío sobre «bañas», «gorduras de soplaeras», «casnes enteadas», «grasas bobas», «filetes de jiñera» y así.

¨Parece haber sido más frecuente la frase hablar peninsular, que el decan ii define así: «Hablar a la manera de un hablante castellano, evitando el seseo, utilizando vosotros, etc.».

 

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