pucuna

Diccionario histórico de la lengua española (2013- )

pucuna s. (1823-)
pucuna
Etim. Voz tomada del quechua pukuna 'cerbatana' (ASALE, Diccionario de americanismos, s. v.).

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'arma de tiro consistente en un tubo estrecho que se usa para lanzar dardos, flechas o bodoques soplando con fuerza por uno de los extremos', en 1823, en la  Esposicion económico política documentada  de J. M. Padilla y Águila. Con este valor se consigna por vez primera en el  Diccionario de americanismos  (1946) de Malaret, donde se adscribe su uso en el oriente peruano, aunque se documenta también en Ecuador y, según el  Diccionario de americanismos  (2010) de la ASALE, en el este de Bolivia. Sus testimonios son posteriores a los de sus sinónimos  bodoquera (atestiguada en 1786, en la  Historia de las misiones de la Compañía de Jesús en el Marañón español , de J. Chantre y Herrera) y  cerbatana  (localizada ya en las  Cartas de relación , 1519-1526 de H. Cortés). Con la acepción 'instrumento musical rústico de viento formado por varias cañas de desigual tamaño unidas entre sí y generalmente ordenadas de mayor a menor', se atestigua por primera vez en 1869, en el "Diario de la expedición a la frontera y río de Pilcomayo que salió de Tarija el 21 del presente julio de 1805, al mando del señor Gobernador de esta Provincia don Francisco de Paula Sanz", texto publicado en la  Revista de Buenos Aires (Buenos Aires) . Esta acepción, registrada básicamente en Argentina y Bolivia, se consigna en el  Diccionario de regionalismos de Salta  de Solá en 1947; con frecuencia, el instrumento se emplea en contextos bélicos, como señal de ataque o retirada. Pese a que se localiza también en la prensa española, siempre se incluye en relatos de exploraciones o viajes por territorios americanos. Por métafora se denomina también pucuna al 'tubo estrecho y largo, generalmente de metal, que sirve para avivar el fuego soplando por uno de sus extremos', acepción restringida a Perú y Bolivia, según el  Diccionario de americanismos  de la ASALE, y de la que se encuentran un testimonio en el estudio de M. A. Velásquez y Á. Maldonado sobre el maiz y la chicha del maiz en Contribución al estudio de la materia médica peruana (1920); en el trabajo sobre los orfebres mochicas de S. Uceda Catillo y C. E. Rengifo Chunga (publicado en el Bulletin de l'Institut Français d'Études Andines en 2006) se explica que ya el Inca Garcilaso de la Vega había descrito este objeto, como se puede apreciar en este fragmento tomado de los Comentarios Reales de los Incas, texto incluido en el CDH: " no alcanzaron a hacer fuelles para fundir; fundían a poder de soplos con unos cañutos de cobre, largos de media braza más o menos, como era la fundición grande o chica; los cañutos cerraban por el un cabo; dejábanle un agujero pequeño, por do el aire saliese más recogido y más recio".

En el Diccionario de bolivianismos de Muñoz Reyes (1982) se consigna, además, la acepción 'abanico hecho con hojas de palmera que se utiliza para avivar el fuego'.

  1. s. f. Ár. and. Arma de tiro consistente en un tubo estrecho que se usa para lanzar dardos, flechas o bodoques soplando con fuerza por uno de los extremos.
  2. s. f. Bo Ar Instrumento musical rústico de viento formado por una o varias cañas de desigual tamaño unidas entre y generalmente ordenadas de mayor a menor.
  3. s. f. Pe Bo Tubo estrecho y largo, generalmente de metal, que sirve para avivar el fuego soplando con fuerza por uno de sus extremos.
  4. Acepción lexicográfica
  5. s. f. Bo "Abanico hecho con hojas de palmera que se utiliza para avivar el fuego" (ASALE, DiccAmericanismos-2010).

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