terebra

Se documenta por primera vez, con la acepción 'máquina bélica de asedio usada para derribar murallas, consistente en una estructura de madera cubierta con pieles sin curtir, generalmente con ruedas, que lleva en el centro, a media altura, un canal por el que se desplaza una viga que finaliza en una punta de hierro', en 1582, en la  Traducción de la Arquitectura de Marco Vitruvio Pollión  de M. de Urrea; su uso, aunque muy limitado, es más frecuente que el de sus sinónimos  taladro  y  trépano . En 1676, en la  Traducción de Crisol de la cirugia, de Frabicio de Aqua Pendente  realizada por P. González de Godoy, se registra como 'instrumento quirúrgico que sirve para perforar huesos, generalmente el cráneo, o dientes', con un uso mucho menor que el de  trépano . Como 'insecto de la familia de los tentredínidos parecido a una avispa, pero sin estrechamiento abdominal, con largas antenas y un oviscapto con el que las hembras depositan los huevos en la madera' se atestigua en 1839, en un artículo publicado en el  Boletín de Medicina, Cirugía y Farmacia (Madrid) . En 1866, en  Elementos de historia natural  de R. A. Philippi, se documenta terebra  como 'órgano de algunos insectos hembras consistente en varios apéndices situados en el abdomen con los que abren agujeros en la tierra o en los tejidos vegetales o animales en los que depositan sus huevos'. Poco después, en 1875, en La creación. Historia natural escrita por una sociedad de naturalistas [...] Tomo VI: Articulados , obra dirigida por J. Vilanova y Piera, se atestigua como 'molusco gasterópodo marino caracterizado por una concha en espiral, delgada, larga y aguzada, parecida a una barrena'. Con la acepción 'instrumento agudo o cortante que sirve para esculpir la piedra mediante incisiones profundas y estrechas para conseguir un efecto de relieve' se registra en 1951, en un artículo de A. García y Bellido publicado en la  Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (Madrid) . Por último, como 'extremo agudo y, en ocasiones, curvado de la mandíbula de algunos coleópteros' se documenta en 1986, en el libro  Fauna ibérica de Coleópteros   Buprestidae , de A. Cobos.

En algunos diccionarios se consignan otras acepciones: 'barrena' figura, en 1853, en el Diccionario nacional de Domínguez. Por su parte, Zerolo, en el Diccionario enciclopédico de la lengua castellana, indica que es el 'nombre científico del género taladro'. En 1897, en el Diccionario enciclopédico hispano-americano se señala que este vocablo se emplea para referirse a un 'género de gasterópodos de la familia de los terébridos'.