guapido

Diccionario histórico del español de Canarias

guapido

 

guapido. m. Grito [= palabra o expresión pronunciada en voz muy alta o sonido agudo y fuerte emitido por una persona o animal o producido por algo].

                2-i-1935 Jable (Diario de Las Palmas, p.3): Como lo del «guapido» es maña fatal en el isleño uno fue y dijo desde la puerta de un cafetín cercano: ¡Déjalo en el garrafón, o por lo menos enyéscalo, que lo digieres más fácil! ¡Mia pa'llá! 18-v-1942 (1976) Guerra Cuentos i (p.307): Y viajaba agarrado como Dios le dio a entender de alguna de las morcillas del techo. El tren pegó un par de guapidos, le metió una sacudida a toda la cola de vagones y empezó a deslizarse. 1947 Ibídem (p.531): Pidió sopa y se la serví. Y apenas había dao vuelta me dio un guapido. Dijo, dise: «¡Oiga, usted!». Y me enseña dos moscas en su lugar de descanso. 1948 (1969) Guerra Cuentos ii (p.18): Pérez, el popular Pérez, aquel que en una sonada intervención como «tribuno de la plebe», cuando funcionaba la ya histórica tribuna pública del Ayuntamiento, se atarugó al expresar «cierto punto de vista», recibiendo entonces el famoso guapido: «¡No te abatates, Pérez!». 10-ii-1951 Jable (La Provincia, p.2): [...] al menos mil canarios iremos a animar a los nuestros con el tan popularísimo «riqui-raque» y algún otro «guapío» que nos salga del alma cuando alguien realice la jugada que nos proporcione un gol o varios [...]. 1-x-1953 Ibídem (p.7): Pero lo que le hizo enfurecer de verdad hasta volverse airado, fué el «guapido» que un «cristiano» le dirigió cuando muy ufano se dirigía a recoger unas copas: ¡Que vengan los nadadores que son quienes la sudan! 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.73): Cuando al rematar una degolladita descubrió mi padre la armazón blanca, ya toda llena de sol, de un ventorrillo caminero, debió sentir el mismo grande embargo que apretaría el pecho de Cristóbal Colón cuando le dieron el güapido (sic) de «¡tierra!» y descansó en ella sus ojos. Ibídem (p.203): Y desde la esquina, haciendo bocina a la voz con las manos, le solté el más envenenado guapido de toda mi vida, combinando en él el dichete con esa voz que dan los labradores para revolver en la arada la yunta, cuando se remata un surco: ¡Tersia, Gareepa...! Ibídem (p.283): ¡Taifa! volvió a empenicarse el guapido ronquillo del patrón del zarandeo.

¨La anota Álvarez Vita: «(De guapo). Perú (Costa Septentrional). Dícese del grito de desafío que da el guapo», con un sentido preciso, y puesto que no parece utilizarse en otros países conectados con Canarias, ha de pensarse en una aparición independiente en uno y otro lugar.

2. Ladrido.

                1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.274): Caían, de acuerdo con la voluntad de sus dueños, más fluses y rengues de desecho, condumios y acaso un poco de calderilla, y en contra del querer de los amos en descuido, algún baifillo retozón, que se salió de debajo del ojo que habría de engordarlo, y tal cual pollo tomatero asimismo echado fuera del celo propietario y del guapido de perros.

¨Es un uso particular, no recogido en el tlec.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

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