guao

Se documenta por primera vez, con la acepción 'árbol de la familia de las anacardiáceas, de hasta 15 metros de altura, hojas ovales de color verde brillante en el haz y mate en el envés, flores en espiga de pétalos verdes o amarillos y frutos en rama de color anaranjado; habita en terrenos áridos y pedregosos y segrega un jugo lechoso cáustico que puede provocar quemaduras en la piel', en la  Apologética historia sumaria  (1527-1550) de B. de las Casas; por esos mismo años (1537-1557) figura también en la  Historia general y natural de las Indias  de G. Fernández de Oviedo. Se consigna, en 1787, en el Diccionario castellano de Terreros y Pando y a lo largo de los años se registra en distintos textos que, en general, señalan la presencia de este árbol en el área antillana. Como 'árbol de la familia de las anacardiáceas que segrega un jugo lechoso cáustico que puede provocar quemaduras en la piel' se documenta por vez primera en 1836, en las  Memorias de la Real Sociedad Patriótica de la Habana ., donde figura guao de costa.

En algunos repertorios lexicográficos se consignan otras acepciones; así, en 1906, en el Vocabulario de provincialismos argentinos y bolivianos de Bayo se recoge como 'planta trepadora de las Epatorias que crece á orillas de los ríos y tiene fama de preservar del veneno de las serpientes'; por su parte, Santamaría, en el Diccionario general de americanismos, de 1942, registra la acepción 'fruto de este árbol [guao]'; en Cuba, Sánchez-Boudy lo documenta como 'ser mala persona' y 'persona inteligente', en el Diccionario de cubanismos más usuales , de 1978; por último, Claudio Torre, en 1989, en su Diccionario de la jerga del estudiante universitario puertorriqueño afirma que se emplea con el valor 'amigo. Modo informal de referirse a una persona que no se conoce su nombre'.

S er [alguien] la sombra de un guao (véase sombra) como 'tener mala influencia en algún negocio' se atestigua, en 1846, en el Nuevo diccionario de la lengua castellana de Salvá.

Se documenta por primera vez, con la acepción 'reptil acuático o semiacuático del suborden de los criptodiros, con el caparazón aplanado, de color café, negro o verde y con tres quillas longitudinales, cabeza grande y mandíbulas fuertes, patas robustas y cola larga, gruesa y áspera en los machos; vive en México y Centroamérica', en 1918, en el Diccionario general y técnico hispano-americano de Rodríguez Navas. Posteriormente se registra en diversos repertorios lexicográficos y en algunos textos que describen la fauna de Tabasco (México).