guitarrilla

Se documenta por primera vez como 'instrumento musical de cuerda pulsada parecido a la guitarra, pero de menor tamaño y generalmente de cuatro cuerdas' en 1611, en el Tesoro de la lengua castellana de S. de Covarrubias; en los textos resulta, en ocasiones, bastante complejo discriminar si se refieren a una guitarra pequeña o a este sinónimo de guitarrillo (que, a su vez, se documenta desde 1785 en la tonadilla teatral anónima Pepín), si bien en varios de ellos es sinónimo riguroso de este último vocablo. Como 'calabaza con forma semejante a una pera o una guitarra' se documenta por vez primera en el libro de M. Colmeiro Enumeración y revisión de las plantas de la Península Hispano-Luistania e Islas Baleares II, de 1886, en una enumeración que hace de tipos en calabaza, en la que guitarrilla aparece acompañada de signo de interrogación.

En distintos repertorios lexicográficos se recogen otras acepciones: así, Terreros y Pando (1787) explica que 'se dice tambien de una persona mui alegre, ó jocosa en demasía'. Por otra parte, con restricción geográfica, se atestiguan otros valores: en Venezuela, como sinónimo de cherna (Alvarado, Glosario del español de Venezuela, c1929); en el Vocabulario andaluz de Alcalá Venceslada, de 1951, como 'tabla pequeña que emplean los sastres para planchar pantalones y mangas'; también en la subárea andaluza se registra la guitarrilla como 'calabaza marranera' (ALEA, 1963); y por último, en Canarias, da nombre a un 'cencerro boquiangosto' (Diccionario diferencial de Canarias, 1996).