pitoreta

Se documenta por primera vez, con la acepción 'planta trepadora de la familia de las convolvuláceas de hasta 30 metros de longitud, con tallos herbáceos, hojas enteras y flores grandes, acampanadas o en forma de embudo, de color blanco o rosado, que se abren al atardecer y se cierran a la salida del sol', en 1924, en Trees and shrubs of Mexico de P. C. Standley. Como 'instrumento hecho con el tallo del carrizo o de otra planta gramínea que produce un sonido agudo al soplar por él' se atestigua en 1966, en el Vocabulario de voces nicaragüenses y artículos históricos de Castillo Gámez. Con el valor 'instrumento, manual o mecánico, que llevan algunos vehículos para emitir sonidos de aviso' se registra, en 1976, en la novela de R. Abaúnza Salinas titulada  Pipilachas de trapo ; en los ejemplos acopiados se advierte que pitoreta se emplea para referirse, ocasionalmente, a los elementos exteriores o partes visibles de este instrumento que, con forma de trompeta, adornan algunos vehículos. Como 'instrumento musical de viento de sonido estridente parecido a una trompeta pequeña que se emplea en eventos festivos o deportivos' se documenta también en 1976, en Los quáqueros de B. Tijerino Molina. La acepción 'instrumento que proyecta sonidos hacia el exterior para hacerlos audibles' se registra en 1979, en Memorias de un sampedrano de C. Luque, y se consigna en Te conozco, mosco. Diccionario del pensamiento popular hondureño (2006) de Saravia. Como sinónimo de trompeta ('instrumento musical de viento metal formado por un tubo largo de sección cónica plegado sobre sí mismo, con boquilla y pabellón de salida, y generalmente dotado de algún mecanismo que permite modular su sonido') se emplea, en contextos informales, en 1981, en el relato La Pitoreta, incluido en la recopilación de textos de Á. E. Palma Sandoval titulada  La búsqueda , y se incluye en el Diccionario uso español nicaragüense  (2001) de la Academia Nicaragüense de la Lengua, con las marcas obsoleto y popular.  Con el valor 'evacuación frecuente y dolorosa de excrementos líquidos provocada por alguna enfermedad' se documenta en 1994, en Botánica medicinal popular de J. C. González Ayala y se consigna por primera vez en el  DRAE  de 2001. Como 'sonido agudo o desafinado que se produce de manera involuntaria al cantar o al hablar' se atestigua, en 1995, en Larga vida al deseo de U. Quesada.

Por otro lado, en algunos repertorios lexicográficos se recogen otras acepciones: como 'nombre burlesco o despectivo que le damos a los instrumentos musicales de vientos' se consigna en el Diccionario del habla nicaragüense (1948) de Valle ; con la acepción 'persona chismosa, indiscreta' se registra en el Diccionario uso español nicaragüense (2001) de la Academia Nicaragüense de la Lengua; como 'mofa, burla' y como hondureñismo se documenta en 2001 en el DRAE; y como 'persona que dice tonterías' figura en el  Diccionario de americanismos  (2010) de la ASALE.

La expresión pluriverbal ser uno una pitoreta se consigna, como 'tener una voz excesivamente chillona que molesta al oído', en el Vocabulario de voces nicaragüenses y artículos históricos  (1966) de Castrillo Gámez.