Tesoro de los diccionarios históricos de la lengua española

tino

Diccionario histórico del español de Canarias

tino

tino. m. Sentido o conocimiento. Tb. referida a cabeza, en cuanto mente o memoria.

29-xii-1866 Jable (El Eco del Comercio, p.4): [...] Y entre el perro, D. Lino y el vecino,/ Y la suegra y la negra, tal armaron,/ Haciendo al celador perder el tino [...]. 23-ix-1897 Jable (La Opinión, p.1): Convéncete, «organillo» de Massieu; tus «cosas» no hacen daño en ninguna parte, porque dan el mismo resultado que «la carabina de Ambrosio»; en cambio, «las mias», te exitan y te hacen perder el tino.

28-ix-1930 Jable (Gaceta de Tenerife, p.1): Luego acalló y más nada supe, porque, al perder el tino se me segaron (sic) los ojos y caí al suelo. (Barón de Imobach). 1940 (1988) Lara Cantares (p.355): Si digo algún desatino/ no tengo mala intención,/ es sólo un poco e ron/ que se me ha subido al tino. 8-vii-1942 (1976) Guerra Cuentos i (p.312): Pero cuando llegó a la punta abajo y enfiló la calle de Malteses, la luz de frente del cuartel se le viró Justo Mesa, de cómo se le metió dentro, de cómo lo sacudió de atrás alante y de cómo lo sambucó en un fondo negro. Toda Las Parmas empezó a darle vueltas. Aferrado a un hierro de las barandas, aguantó el marejón hasta que le volvió el tino. 25-vi-1945 (1976) Ibídem (p.357): De pronto cayó en un piso especial. Un talegazo que se lo pega en un teso de este planeta y más nunca le aclara. Cuando cogió tino se halló ante un diablo, cornudillo, colorado como un cangrejo, con cara de tiesto fino [...]. 4-ii-1946 (1976) Ibídem (p.368): De pronto se quedó abatatado, con él allí y el tino en los Poyos del Obispo. Se tambaleó un poco, como una palma. 15-vii-1946 (1976) Ibídem (p.394): Una ves cayó en la cama muy malito que jasta estuvo unos días con el tino perdío. 29-vii-1946 (1976) Ibídem (p.399): La mujer, que siempre fue persona sana del tino, agarró un barrenillo entre ceja y ceja que acabó con los ojos cambados. v-1947 (1976) Ibídem (p.456): ─Mira, yo no te dije, porque se me fue del tino, que no asustaras al burro. vii-1947 (1976) Ibídem (p.472): Gacho de morros, espeso de cejas, recortado y bronco de conversación, ni las palabras de buena crianza, ni los toletazos, que buenos se los metió el padre trancado en la sala, hasta dejarlo en ocasiones sin tino, blando de huesos y azul como un terno de los domingos el cuero, le mejoraron la camba del ser, con más de mulo que de cristiano. ii-1947 (1976) Ibídem (p.504): Se dobló, tieso, sobre las rodillas y cayó como un cortacapote, sin tino al pie de la tonga. 1948 (1969) Guerra Cuentos ii (p.43): La indiana se le metió en el tino de tan mala manera, y le salió tan gata y tan gastona y antojaísa, que antes del año al Sajosnao no le queaban más oro que el de la chapa del sinto y el de dos dientes... Ibídem (p.59): Cuando empieza a volver el tino, siente entre el tumulto, cerca, insistente, monocorde, la voz de un mago que le grita [...]. 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.112): Entre la calentura que traía y aquel... hospedaje, se le vino la sangre al tino, quedándose como un pollo colgado. Ibídem (p.309): Te debía de dar ─rezongué, mirándola desde los pies del catre─, pero es un pirganaso arrente de una oreja que te dejara sin tino, siquiera en la noche.

¨Debe provenir de la acepción general que registra el drae-01: «Juicio y cordura», a veces confundida con la que aquí se recoge, al ser difícil de separarlas contextualmente.

2. irse alguien del ~. fr. Volverse loco.

1948 (1969) Guerra Cuentos ii (p.41): Don Andrés se fue del tino. La rondó, la buscó, la trasteó... 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.236): En La Palma llegó noticia de él a los Llanos de Aridane, donde había una familia ricachona a la que se le había ido del tino un hijo. 1-vi-1960 (1976) Guerra Cuentos iii (p.37): La apasionada amante le dio aquella «cosa molida» en una tacita de café. De allí para acá, el mozo se fue del tino, y hasta la fecha.