Pronunciación y elocución

Elocución

  1. Elocución. El término elocución hace referencia a la manera de hablar para expresar los conceptos. Se ofrece aquí una explicación de los factores que contribuyen a articularla y a lograr una buena realización de ella, es decir, a conseguir «una buena manera de hablar».
  2. Factores implicados en la elocución. La caracterización global de una determinada elocución viene dada por un conjunto de factores que pueden presentar valores diferentes: la velocidad de habla, la presencia de pausas, la intensidad, el acento, el ritmo y la entonación. Así, por ejemplo, la elocución puede realizarse con un mayor o menor volumen —o, lo que es lo mismo, con voz más fuerte o más débil— en función de diversas circunstancias lingüísticas y extralingüísticas (➤ P-49 y ss.).

    Es preciso tener muy presente que todos estos elementos no se dan aislados unos de otros, sino que están estrechamente interrelacionados, de modo que la intensidad está vinculada al acento, el acento interviene decisivamente en el ritmo y la entonación, y las pausas y la velocidad de habla se condicionan mutuamente. Los cambios en cada uno de estos parámetros suelen llevar aparejadas variaciones en los restantes y todo ello crea un efecto determinado. Por ejemplo, un fragmento de habla que presente un cambio al alza en la velocidad con que se emite, asociado con un incremento en la intensidad de voz lleno de énfasis y con la presencia de una pausa anterior, resultará con toda probabilidad enfatizado.

 

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
Libro de estilo de la lengua española [en línea], https://www.rae.es/libro-estilo-lengua-española/elocución. [Consulta: 30/06/2024].

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