7 Ortografía de expresiones que plantean dificultades específicas

7.1 Ortografía de las expresiones procedentes de otras lenguas

7.1.4 grafías que han sufrido o sufren modificaciones en la adaptación de extranjerismos

Se comentan a continuación las grafías ajenas al sistema ortográfico tradicional del español que han sido o son objeto de cambio a la hora de adaptar las voces procedentes de otras lenguas.

a) Los extranjerismos que contenían la letra w, excluida durante largo tiempo del abecedario, solían adaptarse al español con las grafías gu, u o v: alemán Welf > güelfo; ingl. sweater > suéter; ingl. wagon > vagón. En la actualidad, incorporada ya esta letra a nuestro abecedario → pág. 3), es habitual que se conserve en los préstamos cuyo étimo la incluye: kiwi, waterpolo, web, wiski, etc. No obstante, sigue habiendo voces foráneas en las que la w se sustituye por u en su adaptación al español, como Botsuana en lugar de Botswana, suajili en lugar de swahili o Zimbabue en lugar de Zimbabwe.

b) Tradicionalmente, la k se consideraba una letra extranjerizante y se sustituía en los préstamos por las grafías más propiamente españolas c o qu: malayo kakatūwa > cacatúa; fr. kangourou > canguro; ingl. diskette > disquete. En la actualidad, integrada ya la k en el abecedario del español → pág. 3, es más normal que esta letra se mantenga en aquellos préstamos cuyo étimo la incluye (→ págs. 16-17), bien como única posibilidad gráfica (anorak, karaoke, kayak, kiwi, okapi...), bien como variante (bikini / biquini, kimono / quimono, kurdo / curdo, musaka / musaca...).

c) El empleo autónomo de la q en representación del fonema /k/, sin formar dígrafo con la u, es ajeno a la ortografía del español (→ págs. 16-17). Por ello, debe sustituirse en los extranjerismos adaptados por las grafías asentadas en nuestra lengua para representar dicho fonema, como se ha venido haciendo tradicionalmente: it. quartetto > cuarteto; lat. quota > cuota; lat. squalus > escualo; ingl. sequoia > secuoya. Así, voces inglesas como quark o quasar, o latinas como quorum, deben escribirse en español cuark, cuásar y cuórum. En caso de mantener las grafías etimológicas con q, estas voces han de considerarse extranjerismos crudos y escribirse en cursiva y sin tildes. Se recomienda evitar también esta q anómala en los topónimos mayores, de modo que se prefieren formas como Irak o Catar a Iraq y Qatar.

d) Los dígrafos ck y cq no pertenecen al sistema gráfico del español. Así pues, las voces extranjeras que los incluyen, si se adaptan al español, deben sustituirlos por c, qu o k (→ págs. 16-17): it. acquarella > acuarela; fr. becquerel > bequerel; alemán Nicki > niqui; ingl. nubuck > nobuk.

e) En español, la letra g ante e, i y la letra j representan únicamente el fonema /j/ (→ págs. 13-16). Por ello, las voces de otras lenguas en las que estas letras representan un sonido igual o similar al del fonema /y/, si se adaptan al español, deben modificar o bien su grafía, sustituyendo la g o la j etimológicas por y: ingl. banjo > banyo, anglohindú gymkhana > yincana, ingl. jacuzzi > yacusi, ingl. junior > yúnior, ingl. manager > mánayer; o bien su pronunciación, dotando a las grafías originarias del sonido que les corresponde en nuestra lengua: banjo [bánjo], júnior [júnior], mánager [mánajer].

f) La aspiración de la h se asimila a menudo al sonido del fonema /j/. Por ello, algunos extranjerismos con h aspirada en su grafía originaria se adaptan al español con j (→ págs. 25-27): ingl. highball > jaibol; ingl. hippy o hippie > jipi; ingl. home run > jonrón; ingl. swahili > suajili.

g) En español se prescribe la escritura de m ante p y b. Esta norma debe mantenerse al adaptar los extranjerismos, también si se trata de topónimos y gentilicios: lumpemproletariado (del alemán Lumpenproletariat); Brandemburgo (en alemán Brandenburg), brandemburgués; Camberra (en ingl. Canberra), camberrano.

h) Todos los extranjerismos que en su forma originaria contienen las secuencias gráficas -mph- o -mf- se adaptan al español con -nf-: ingl. amphetamine > anfetamina; ingl. comfort > confort.

i) Ni el fonema /sh/ (cuyo sonido es similar al que se emite cuando se quiere imponer silencio) ni el dígrafo sh con que se representa este fonema en varios idiomas (entre ellos, el inglés y algunas lenguas amerindias como el quechua) forman parte del sistema fonológico y gráfico del español actual. Las voces de otras lenguas que los incluyen se consideran, por ello, extranjerismos crudos y deben escribirse en cursiva: establishment, flash, geisha, show, shuar, sushi, etc. En caso de adaptar al español voces extranjeras que incluyen este fonema, se debe sustituir por los más próximos de nuestro sistema fonológico, normalmente /ch/ (escrito ch) o /s/ (escrito s): ingl. shoot > chute; árabe hashish > hachís; quechua pishku > pisco; hebr. ashkenazi > askenazi o askenazí.

j) No es propia del español la secuencia final constituida por una y precedida de consonante; tampoco lo es la y con valor vocálico en interior de palabra (→ págs. 5-7). Por lo tanto, los extranjerismos que contengan una y vocálica en estos contextos habrán de adaptarse al español sustituyéndola por i: ingl. ferry > ferri; ingl. panty > panti; ingl. pony > poni; ingl. sexy > sexi; ingl. geyser > géiser; ingl. pyjamas > pijama o piyama.

k) Cuando la secuencia final es un diptongo o un triptongo cuyo último elemento es el fonema /i/, este se representa genuinamente en español con la letra y (→ págs. 6-7): carey, convoy, gay, guirigay, jersey, Uruguay. Por ello, formas como bonsay, paipay o samuray son adaptaciones más ajustadas a nuestro sistema ortográfico que bonsái, paipái o samurái, aunque sean estas últimas las más usuales. Si el plural de estas voces se forma añadiendo s, la y se sustituye por i: gais, jerséis, samuráis.

l) En nuestro sistema gráfico, el fonema /z/ se representa ante e, i con la letra c (→ pág. 19): it. bozzetto > boceto; it. mercanzia > mercancía; cat. pinzell > pincel. No obstante, hay préstamos de otras lenguas en los que se ha mantenido la secuencia ze o zi etimológica, como en nazi, razia, zen, zepelín, zigurat o zíper. En varios casos coexisten ambas formas, la plenamente adaptada al patrón español y la que conserva la z etimológica: ácimo / ázimo, cigoto / zigoto, cinc / zinc, cíngaro / zíngaro, etc.

m) Es del todo ajena a las pautas silábicas del español la s inicial seguida de consonante (la llamada ese líquida). Por ello, los extranjerismos que presentan ese grupo a principio de palabra se adaptan al español anteponiendo la e de apoyo que pronuncian espontáneamente los hispanohablantes en esos casos: it. spaghetti > espagueti; ingl. standard > estándar; fr. store > estor. Esa misma e- de apoyo es necesaria para adaptar al español otras secuencias consonánticas iniciales ajenas a nuestro idioma: guaraní mbayá > embayá.

n) Los extranjerismos que incluyen dos consonantes iguales en su grafía originaria se adaptan al español reduciéndolas a una sola: lat. addenda > adenda; it. broccoli > brócoli; fr. chauffeur > chofer o chófer; ingl. puzzle > puzle; it. sbozzare > esbozar; ingl. scanner > escáner. Así ocurre también en las voces de otras lenguas que contienen la secuencia ll en representación del fonema /l/: ingl. baseball > béisbol o beisbol; ingl. drill > dril; lat. cient. Salmonella > salmonela. Son extranjerismos crudos, en cambio, voces como la italiana pizza [pítsa] o la inglesa jazz [yás], que se usan en español con su grafía y pronunciación originarias.

ñ) El español tiende a rechazar los grupos consonánticos a final palabra. Por tanto, las voces inglesas con la secuencia final -ing se han adaptado tradicionalmente al español eliminando la -g: ingl. meeting > mitin; ingl. pudding > pudin o pudín; ingl. smoking > esmoquin. Se recomienda seguir el mismo proceder con las de introducción más reciente: ingl. camping > campin; ingl. catering > cáterin; ingl. piercing > pirsin, etc.

o) Las voces francesas con la secuencia final -age (pron. [áʒ]) se han adaptado tradicionalmente al español con la grafía -aje (pron. [áje]), pauta que debe seguir aplicándose en la actualidad (→ págs. 13-16; notas orientadoras): fr. bricolage [brikoláʒ] > bricolaje [brikoláje]; fr. garage [garáʒ] > garaje [garáje].

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    Ortografía básica de la lengua española [en línea], https://www.rae.es/ortografía-básica/ortografía-de-expresiones-que-plantean-dificultades-específicas/ortografía-de-las-expresiones-procedentes-de-otras-lenguas/grafías-que-han-sufrido-o-sufren-modificaciones-en-la-adaptación-de-extranjerismos. [Consulta: 30/06/2024].

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