3 Uso de los signos ortográficos

3.2 Signos de puntuación

3.2.2 la coma

La coma (,) delimita unidades discursivas inferiores al enunciado, como algunos tipos de oraciones (Aunque no te guste, tendrás que hacerlo) y grupos sintácticos (David, el contable, no ha venido hoy). Fuera del ámbito de la puntuación, se emplea como separador decimal en los números escritos con cifras (→ pág. 177).

Muchos de los usos de la coma tienen que ver con la delimitación de incisos y otras unidades que se presentan como información secundaria o accesoria. Hay secuencias necesariamente incidentales, como las explicativas: La presentación de Eduardo Romero, el comisario de la exposición, fue muy aplaudida. Otras, en cambio, pueden serlo o no, en función de cómo el que escribe prefiere presentar la información: Juan vino junto con su padre / Juan vino, junto con su padre.

Por otra parte, del mencionado vínculo entre la sintaxis y la puntuación se desprende una regla básica a la hora de usar la coma: la puntuación no debe romper la dependencia existente entre los grupos sintácticos más fuertemente vinculados desde el punto de vista sintáctico y semántico, ni siquiera cuando, en la pronunciación, esos grupos se separen del resto del enunciado mediante una pausa.

3.2.2.1

Coma e incisos. Los incisos son elementos suplementarios que aportan precisiones, ampliaciones, rectificaciones o circunstancias a lo dicho. Normalmente aparecen intercalados en el enunciado y se escriben entre comas, aunque a menudo pueden ir también entre paréntesis (→ pág. 83) o rayas (→ pág. 87):

El volcán Villarrica, como todos saben, está en Chile.

El mundo del espectáculo, en especial el de la danza, me fascina.

Otras veces, la información incidental encabeza o cierra el enunciado, y debe aparecer igualmente aislada mediante coma:

Como todos saben, el volcán Villarrica está en Chile.

Me fascina el mundo del espectáculo, en especial el de la danza.

Cualquier expresión u oración de carácter accesorio, sin vinculación sintáctica con el resto del enunciado, constituye un inciso: Están dispuestas a todo, ¡qué barbaridad!, con tal de conseguir lo que quieren. Además, son siempre incisos y, por tanto, se escriben entre comas las siguientes construcciones:

a) Las aposiciones explicativas, es decir, los sustantivos o grupos nominales que interrumpen el curso del enunciado para agregar alguna precisión o comentario sobre el elemento nominal que los precede:

La conferencia de Eduardo Torres, experto en biotecnología, fue muy aplaudida.

Mi hermano, Arturo, estuvo allí.

No se escriben entre comas las aposiciones que restringen o delimitan el significado del sustantivo que las precede, llamadas aposiciones especificativas:

Mi hermano Arturo estuvo allí.

En este último ejemplo, el sustantivo Arturo especifica a cuál de los hermanos del hablante se está haciendo referencia, mientras que en el anterior se entiende que el hablante solo tiene un hermano, cuyo nombre es Arturo.

Los apodos, las designaciones antonomásticas o los seudónimos, que pueden usarse sin acompañamiento del nombre verdadero, son aposiciones explicativas cuando se mencionan tras este; por ello, se separan del nombre mediante comas: Lola Flores, la Faraona; Simón Bolívar, el Libertador; José Martínez Ruiz, Azorín En cambio, los sobrenombres, que deben ir necesariamente acompañados del nombre propio al que especifican, se unen a este sin coma: Alfonso II el Casto, Lorenzo el Magnífico.

b) Las oraciones de relativo explicativas, que, como en el caso de las aposiciones, ofrecen una aclaración sobre el grupo nominal al que modifican, que constituye su antecedente: La casa, que está al borde del mar, es muy luminosa (se explica que la casa de la que se habla está al borde del mar); Don Alfonso, a quien todos recordamos con cariño, estuvo siempre a nuestro lado.

En cambio, las oraciones de relativo especificativas, que especifican a qué elementos de un conjunto se hace referencia, no se escriben entre comas: La casa que está al borde del mar es muy luminosa (se especifica que, de entre todas las casas que hay en determinada zona, se habla de la que está situada al borde del mar).

La misma regla de puntuación se aplica a los adjetivos explicativos (Los soldados, cansados, volvieron al campamento con dos horas de retraso) frente a los especificativos (Los soldados cansados volvieron al campamento con dos horas de retraso).

c) Las construcciones absolutas, que son aquellas en las que se unen un sujeto y un elemento predicativo (normalmente un participio, pero también un gerundio, un adjetivo e incluso un adverbio o un grupo preposicional) sin la presencia de un verbo en forma personal:

Finalizadas las excavaciones, se organizó una exposición para mostrar los utensilios encontrados.

Ellos, viviendo allí su hija, no necesitan buscar un hotel.

3.2.2.2

Coma e interjecciones. Se separan con coma del resto del enunciado las interjecciones (ah, ay, bah, caramba, eh, hola, ándale, atiza, oye, venga, etc.) y las locuciones interjectivas (ni modo, vaya por Dios, etc.):

Bah, no te preocupes.

Date prisa, venga, que llegamos tarde.

Ya está lloviendo, ¡vaya por Dios!

3.2.2.3

Coma y apéndices confirmativos. Van precedidos de coma los apéndices confirmativos, es decir, las muletillas interrogativas que pueden aparecer al final de los enunciados, como ¿verdad?, ¿no?, ¿eh?, ¿ves? o ¿viste?:

Confías en mí, ¿no?

La estamos pasando bárbaro, ¿viste?

3.2.2.4

Coma y vocativos. Se separan con coma del resto del enunciado los vocativos, esto es, los sustantivos, grupos nominales o pronombres que se emplean para llamar o dirigirse al interlocutor de forma explícita:

Javier, no me gusta que salgas tan tarde.

Estoy a sus órdenes, mi coronel.

A ver, usted, acérquese inmediatamente.

3.2.2.5

Coma y conectores discursivos. Se separan mediante coma de la secuencia sobre la que inciden (subrayada en los ejemplos) los conectores discursivos, enlaces que ponen en relación dicha secuencia con el contexto precedente, como además, asimismo, ahora bien, sin embargo, no obstante, por el contrario, aun así, con todo (y con eso), así pues, por consiguiente, por lo tanto, es decir, o sea, por ejemplo, en definitiva, en primer / segundo lugar, por una / otra parte, por último, pues bien y otros similares:

Se ha llevado todas sus cosas de la casa. O SEA, no piensa volver.

Mi nombre es Catalina. Nadie, SIN EMBARGO, me llama así.

Estaba lesionado, pero, CON TODO Y CON ESO, consiguió llegar a la meta.

Muchos de los conectores son formalmente idénticos a secuencias que desempeñan otras funciones. En algunos casos, solo la puntuación hace evidente esta diferencia, que lleva consigo cambios de significado. Por tanto, debe tenerse especial cuidado a la hora de puntuar enunciados como los siguientes (el primero de ellos con un conector, pero no el segundo):
  ASÍ, consiguió lo que quería [= ‘por lo tanto’]. / Así consiguió lo que quería [= ‘de esa manera’].
  A PROPÓSITO, no hagas eso [= ‘dicho sea de paso’]. / A propósito no hagas eso [= ‘deliberadamente’].
  No nos trasladamos, ENTONCES, a Campeche [= ‘por lo tanto’]. / No nos trasladamos entonces a Campeche [= ‘en ese momento’].

3.2.2.6

Coma y estructuras coordinadas. La coordinación es un recurso sintáctico que consiste en unir dos o más elementos análogos equiparándolos, es decir, sin establecer entre ellos una relación de dependencia. Si la coordinación implica una suma de esos elementos, se denomina copulativa (pan y queso); si supone una alternancia o implica una elección entre ellos, disyuntiva (pan o queso), y, cuando denota una oposición, adversativa (pan, pero no queso). Los miembros de una estructura coordinada pueden yuxtaponerse, o bien separarse mediante una conjunción (y, o, pero, etc.) o una locución conjuntiva (por ejemplo, así como).

Las reglas que rigen la escritura de coma en estas estructuras son las siguientes:

a) Se escribe coma entre los miembros gramaticalmente equivalentes de una coordinación copulativa o disyuntiva siempre que estos no sean complejos y ya contengan comas en su expresión (en ese caso, se utiliza el punto y coma; → pág. 78):

Acudieron a la cita abuelos, padres, hijos, cuñados, etc.

Cada uno participó de una manera: cocinando, poniendo la mesa, trayendo las bebidas...

b) Cuando el último elemento de una coordinación va introducido por una conjunción copulativa o disyuntiva (y / e, ni, o / u), no se escribe coma delante de ella:

Es un chico muy reservado, estudioso y de buena familia.

No le gustan las manzanas, las peras ni los plátanos.

¿Quieres té, café o manzanilla?

Sin embargo, existen casos en que el uso conjunto de la coma y la conjunción no solo es admisible, sino necesario:

• En una relación compuesta de elementos complejos que se separan unos de otros por punto y coma, delante de la conjunción que introduce el último de ellos se escribe coma (o bien punto y coma; → pág. 78):

En el armario colocó la vajilla; en el cajón, los cubiertos; en los estantes, los vasos, y los alimentos, en la despensa.

• Se escribe coma delante de estas conjunciones cuando la secuencia que encabezan enlaza con todo el predicado anterior, y no con el último de sus miembros coordinados:

Pagó el traje, el bolso y los zapatos, y salió de la tienda.

No sé si ir de vacaciones a Francia o Italia, o quedarme en casa.

• Cuando se enlazan miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado, si el último de ellos no introduce un elemento perteneciente a la misma serie o enumeración por indicar normalmente una conclusión o una consecuencia, se escribe coma delante de la conjunción:

Pintaron las paredes de la habitación, cambiaron la disposición de los muebles, pusieron alfombras nuevas, y quedaron encantados con el resultado.

• Es frecuente, aunque no obligatorio, que entre oraciones coordinadas se ponga coma delante de la conjunción cuando la primera tiene cierta extensión, especialmente cuando tienen sujetos distintos:

La mujer salía de casa sola a la misma hora todas las mañanas, y el agente seguía sus pasos sin levantar sospechas.

• Cuando la conjunción y tiene valor adversativo (equivalente a pero), puede ir precedida de coma:

Le aconsejé que no comprara esa casa, y no hizo caso.

• Debe escribirse coma delante o detrás de cualquiera de estas conjunciones si inmediatamente antes o después hay un inciso o cualquier otro elemento aislado mediante comas:

Puedes venir conmigo, María, o quedarte en casa.

Puedes venir con nosotros o, por el contrario, quedarte en casa.

c) Se recomienda puntuar las secuencias introducidas por la locución así como de igual manera que los incisos:

Era famoso por su voz, así como por su forma de actuar.

Ana, así como el resto de la familia, no quiso perderse el evento.

d) No se escribe coma entre los miembros coordinados por las conjunciones copulativas discontinuas ni... ni... y tanto... como...:

Es como el perro del hortelano: ni come ni deja comer.

Quedaron dañados tanto el tejado como la fachada del edificio.

e) Se escribe coma delante de cada una de las secuencias encabezadas por bien..., bien...; ora..., ora...; sea..., sea...; ya..., ya...:

Organizaremos la fiesta, bien en tu casa, bien en la mía.

Es mejor comprar el pulpo ya cocido, sea condimentado, sea sin condimentar.

Para los contextos en los que puede prescindirse de la coma ante el primer miembro de estas estructuras, → pág. 72.

f) Se escribe coma ante las oraciones coordinadas adversativas, es decir, las introducidas por pero, mas, sino (que) y aunque:

Hazlo si quieres, pero luego no digas que no te lo advertí.

Cree que ha hecho bien el examen, aunque tiene dudas.

No lo hizo porque le gustara, sino porque era su deber.

Lo conseguiremos, mas debemos ser pacientes.

La conjunción sino va también precedida de coma cuando forma parte de la construcción no solo..., sino (también)...: Fue aplaudido no solo por mí, sino por todos los presentes. No se escribe coma ante sino cuando equivale a salvo, como en ¿Quién sino tú puede ayudarme?

▪ Solo se escribe coma detrás de las conjunciones adversativas cuando van seguidas de un inciso o cualquiera de las secuencias que se aíslan por comas, como las interjecciones, los vocativos, etc.:
  Está enfermo, pero, excepto tú, nadie ha venido a visitarlo.
  Le he traído un regalo, pero, ¡por Dios!, no le digas nada.
▪ No se escribe coma tras la conjunción adversativa cuando va seguida de una oración interrogativa o exclamativa, aunque en el habla suela hacerse una pausa en ese punto:
  Pero ¡qué alegría verte!
  Perdone la pregunta, pero ¿cuál es su edad?

3.2.2.7

Coma y sujeto, atributo, complemento directo, complemento indirecto, complemento predicativo, complemento de régimen y complemento agente. Las secuencias de la oración que desempeñan las funciones de sujeto, atributo, complemento directo, complemento indirecto, complemento predicativo, complemento de régimen y complemento agente no pueden separarse con coma del verbo, al que están fuertemente ligadas, sea cual sea su longitud, su posición en el enunciado o su naturaleza (oracional o no oracional). Consecuentemente, no se escribe coma entre los sujetos subrayados en los siguientes ejemplos y sus predicados:

Mis padres, mis tíos, mis abuelos me felicitaron ayer.

Los alumnos que no hayan entregado el trabajo antes de la fecha fijada por el profesor suspenderán la asignatura.

Que vengas esta tarde me parece muy bien.

O en estos otros ejemplos, donde se subrayan, respectivamente, el complemento directo y el atributo:

Va a visitar tanto los sitios turísticos como los más escondidos.

Quienes deben hacerlo son ellos.

Esta regla se aplica también a los sujetos y complementos antes mencionados cuando están integrados en una estructura contrastiva del tipo no..., sino; por tanto, en estos casos, no debe escribirse coma delante del adverbio no:

Lo consideraba no ya un capricho, sino una necesidad.

Cuando los complementos verbales anticipan su aparición, normalmente con la intención de destacar o enfatizar el elemento anticipado, tampoco debe escribirse coma:

Vergüenza debería darte.

Muy contento te veo.

Sí se escribe coma cuando el complemento directo antepuesto al verbo es una cita entrecomillada (en estilo directo):

«La claridad es la cortesía del filósofo», dijo Ortega.

En cambio, cuando el elemento anticipado simplemente expresa el tema del que se va a decir algo, la coma es opcional:

De ese asunto(,) apenas sé nada.

Carne(,) no suelo comer mucha.

A ese ingeniero(,) lo quisimos contratar nosotros.

En este último caso, la presencia de la coma es más conveniente cuanto más largo sea el fragmento anticipado:

La costumbre de hacer regalos a los niños cuando terminan las clases, nunca la hemos seguido en mi casa.

Excepcionalmente, puede aparecer una coma entre el verbo y los constituyentes oracionales aquí tratados en los siguientes casos:

a) Cuando alguno de esos constituyentes es una enumeración que se cierra con la palabra etcétera o su abreviatura (etc.), detrás de la cual se escribe coma:

El novio, los parientes, los invitados, etc., esperaban ya la llegada de la novia.

Ofrecieron agua, ropa, comida, etc., a todos los heridos.

b) Cuando, inmediatamente después del verbo, del sujeto, del complemento directo, etc., aparece un inciso o cualquiera de los elementos que se aíslan por comas del resto del enunciado:

El manifiesto fue firmado, según la prensa, por más de cinco mil personas.

Espero, hijo mío, una respuesta sensata.

c) Cuando el predicado verbal, el sujeto, el complemento directo, etc., están constituidos por una estructura distributiva encabezada por (o) bien..., (o) bien...; ora..., ora...; ya..., ya..., etc.:

Miraba, ora al suelo, ora al horizonte.

Después de comer, los niños, bien se ponían de nuevo a jugar, bien dormían la siesta.

En este caso es también correcto no escribir coma ante el primer miembro de la construcción: Miraba ora al suelo, ora al horizonte.

3.2.2.8

Coma y complementos circunstanciales. Los complementos circunstanciales, sean o no oracionales, que aportan informaciones de tiempo, lugar, compañía, etc., no se aíslan por comas cuando se posponen al verbo:

La convivencia era idílica en aquellos calurosos días de verano.

Llámame siempre que me necesites.

Me trasladé a la capital cuando comenzó la guerra.

Te acompañaré dondequiera que vayas.

Viajé a Cuba con mi hermano y unos amigos.

Solo si quien escribe desea presentar esa circunstancia como información incidental o accesoria, el complemento circunstancial puede aparecer aislado por comas:

Murió, justo dos años después, en acto de servicio.

Murió en acto de servicio, justo dos años después.

En cambio, cuando el circunstancial precede al verbo, va normalmente seguido de coma (salvo que sea breve y la ausencia de coma no implique ambigüedades):

En aquellos calurosos días de verano, la convivencia era idílica.

Siempre que no sepas a quién acudir, llámame.

Dondequiera que vayas, te acompañaré.

Con mi hermano y unos amigos, viajé a Cuba.

La mayoría de las comas que delimitan los complementos circunstanciales antepuestos son opcionales, y su presencia o ausencia responde a la preferencia del que escribe por un estilo de escritura más trabado o más fluido. Su presencia, no obstante, puede contribuir a facilitar la interpretación del enunciado. Por ello, se recomienda escribir coma tras los complementos circunstanciales antepuestos al predicado cuando son extensos, como en En aquellos calurosos días de principios del verano pasado, la convivencia era idílica (frente a En casa no puedo estudiar). También cuando introducen referencias —generalmente de lugar o de tiempo— que enmarcan todo el enunciado: En México, hace ya tiempo que en la prensa especializada se trata este asunto. La presencia de coma puede contribuir, asimismo, a aislar una información circunstancial a la que se quiere dar relevancia (por ejemplo, para oponerla a otra): Por las mañanas, estudia en la facultad y, por las tardes, se dedica a trabajar.

También se aíslan por comas los complementos circunstanciales de cierta extensión cuando se interponen entre el verbo y alguno de los constituyentes sintácticos mencionados en el apartado anterior:

Los amigos, en aquellos calurosos días de verano, iban a la playa.

Llamé, desde la habitación más lejana, al jardinero.

3.2.2.9

Coma y construcciones causales, finales, condicionales, concesivas, comparativas, consecutivas e ilativas

a) Construcciones causales. Se aíslan siempre mediante coma las oraciones causales introducidas por las conjunciones o locuciones conjuntivas ya que, pues, puesto que, que, como, comoquiera que:

Tuvimos que alquilar dos coches, ya que al final vinieron seis.

Cierra, que hace frío.

Como no ha llamado, supongo que estará bien.

No se separan con coma las causales introducidas por la conjunción porque que expresan la causa real de lo enunciado en la oración principal, llamadas causales del enunciado: El suelo está mojado porque ha llovido (la lluvia es la causa real de que el suelo esté mojado). En cambio, las causales de la enunciación, oraciones externas al predicado verbal que introducen el hecho que permite decir o afirmar lo enunciado en la oración principal, sí se delimitan por comas: Ha llovido, porque está el suelo mojado (lo que me lleva a afirmar ha llovido es que el suelo está mojado).

b) Construcciones finales. Se aíslan mediante coma las oraciones finales antepuestas (si son breves, puede prescindirse de la coma):

Para aprobar el examen de mañana, tienes que estudiar.

En cambio, no se escribe coma cuando van pospuestas y expresan la finalidad real de lo enunciado en la oración principal (finales del enunciado):

Tienes que estudiar para aprobar el examen de mañana.

Debe tenerse en cuenta que, si la oración final pospuesta no expresa finalidad real, sino el objetivo que se persigue al enunciar la oración principal (finales de la enunciación), sí se separa con coma: Tienes que estudiar con más atención, para que te quede claro (el fin de mis palabras es dejarte claro que tienes que estudiar con más atención), diferente de Tienes que estudiar con más atención para que te quede claro (el fin de que estudies con más atención es que te quede claro lo que lees).

c) Construcciones condicionales y concesivas. Las oraciones o construcciones no oracionales que expresan una condición se aíslan mediante coma cuando van antepuestas al verbo principal, salvo si son breves, pero no suelen ir precedidas de coma si van pospuestas:

Si vas a llegar tarde, no dejes de avisarme. / No dejes de avisarme si vas a llegar tarde.

Como vuelva a salir un ocho, nos hacemos ricos. / Nos hacemos ricos como vuelva a salir un ocho.

En caso de duda, consulte a su médico. / Consulte a su médico en caso de duda.

Lo mismo cabe decir de las construcciones concesivas, es decir, las que manifiestan un impedimento a pesar del cual se realiza lo enunciado en la oración principal:

Aunque no quieras, te llevaré al hospital. / Te llevaré al hospital aunque no quieras.

Llame quien llame, no abras la puerta. / No abras la puerta llame quien llame.

No obstante, cuando la información de la subordinada condicional o concesiva se presenta como información incidental o accesoria, va precedida de coma, como todos los incisos:

Iremos los tres, siempre y cuando Ana no haya decidido otra cosa.

Te llevaré al hospital, aunque no quieras.

Además, se separan siempre con coma las condicionales y las concesivas pospuestas cuando no expresan realmente una condición o un impedimento:

El tren llegará a las diez, si he entendido bien.

Trajo regalos para todos, aunque te parezca mentira.

d) construcciones comparativas y consecutivas. Dada su estrecha relación, no se escribe coma entre los dos miembros de las construcciones comparativas (formadas por más... que, menos... que, tan... como, tanto(s) / tanta(s)... como, etc.) ni de las consecutivas (las que presentan correlaciones como tal / tales... que, tan... que, tanto(s) / tanta(s)... que, de tal manera... que):

Disfruta más cuidando su jardín que paseando por el campo.

Llegaron a tal grado de confianza que no necesitaban hablarse.

e) construcciones ilativas. Las oraciones introducidas por así que, conque, luego, de modo / forma / manera que o de ahí que se escriben siempre precedidas de coma:

Nadie abría la puerta, así que siguieron llamando.

Es un jarrón muy caro, conque mucho cuidado al transportarlo.

3.2.2.10

Coma y complementos que afectan a toda la oración. Se escribe coma detrás de muchos adverbios, así como de grupos y locuciones adverbiales y preposicionales, que afectan o modifican a toda la oración, y no solo a uno de sus elementos:

Generalmente, los alojamientos rurales se sitúan en enclaves privilegiados (o Por lo general, los alojamientos...).

Francamente, no creo que vuelva por aquí (o Con franqueza, no creo que...).

Técnicamente, los resultados de la prueba no fueron satisfactorios (o Desde el punto de vista técnico, los resultados...).

También afectan a toda la oración, y deben separarse con coma, las estructuras encabezadas por expresiones de valor introductorio como en cuanto a, con respecto a, en relación con, con referencia a, etc.:

Con respecto a esos papeles, nadie volvió a saber nada de ellos.

En cuanto a ti, no quiero volver a verte.

3.2.2.11

Coma y conjunciones subordinantes. No se escribe coma entre las conjunciones subordinantes (en versalita en los ejemplos) y las oraciones que introducen:

Ahora sé perfectamente que todo lo que me dijo era mentira.

Tiene que asistir a la inauguración aunque no le apetezca.

Sí puede aparecer una coma en esa posición si tras la conjunción y la subordinada se intercala alguna de las secuencias que se separan por comas del resto del enunciado (incisos, circunstanciales de cierta extensión, complementos que afectan a toda la oración, etc.):

Ahora sé perfectamente que, durante el tiempo que duró nuestra relación, todo lo que me dijo era mentira.

Tiene que asistir a la inauguración aunque, según ha declarado, no le apetezca.

3.2.2.12

Coma para marcar elisiones verbales. Se escribe coma para separar el sujeto de los complementos verbales cuando el verbo está elidido por haber sido mencionado con anterioridad o estar sobrentendido:

Su hijo mayor es rubio; el pequeño, moreno.

Los que no tengan invitación, por aquella puerta.

Nueve por tres, veintisiete.

Aunque se recomienda la escritura de coma en estos casos, no se trata siempre de un uso obligatorio. A veces, como en el ejemplo siguiente, puede optarse por un estilo de puntuación más trabado: Yo vigilaré los lunes; tú, los martes y los jueves, y Martín, los fines de semana; o bien más suelto: Yo vigilaré los lunes, tú los martes y los jueves, y Martín los fines de semana.

La coma puede marcar también la elisión de un segmento mayor que el verbo: Ricardo ha decidido cursar sus estudios universitarios en Bogotá, y su hermano Andrés, en Medellín.

3.2.2.13

Otros usos de la coma

a) Se escribe coma delante de una palabra que se acaba de mencionar cuando se repite para introducir una explicación sobre ella: Se compró la mejor moto que había en el mercado, moto que enseguida acabó olvidada en el garaje. Debe evitarse, en cambio, el uso de coma en las reduplicaciones enfáticas o expresivas de una palabra:

Me gusta el café café.

Tenía el pelo muy muy corto.

Es igual igual que su padre.

b) En la datación de cartas y documentos, se escribe coma entre el lugar y la fecha: Santiago, 8 de enero de 1999; En Cartagena, a 16 de marzo de 2000; o entre el día de la semana y el del mes: Lunes, 23 de enero de 2012. Fuera de este uso formalizado, la presencia o ausencia de coma entre el día de la semana y el del mes responde a la necesidad de marcar la estructura como explicativa (El próximo martes, 30 de septiembre, tenemos reunión) o como especificativa La reunión se celebrará el martes 30 de septiembre); (→ págs. 65-66).

3.2.2.14

Concurrencia de la coma con otros signos. La coma no puede aparecer junto con el punto, el punto y coma o los dos puntos, pero sí puede coaparecer con el resto de los signos de puntuación. En caso de concurrencia, la coma se escribe detrás de los puntos suspensivos y de los signos de cierre de paréntesis, raya, comillas, interrogación o exclamación:

Esto..., ¿sabes si María va a venir a la fiesta?

Dime —y no quiero excusas—, ¿por qué no has llamado antes?

«Buenas noches», dijo muy circunspecto al entrar en la habitación.

¿Quieren saberlo?, pues pregúntenmelo.

La coma no exime de escribir el punto de las abreviaturas: Martillo, alicates, destornillador, etc., son elementos imprescindibles en una caja de herramientas.

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    Ortografía básica de la lengua española [en línea], https://www.rae.es/ortografía-básica/uso-de-los-signos-ortográficos/signos-de-puntuación/la-coma. [Consulta: 30/06/2024].

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